20 de marzo de 2015

"BRILLO DE GUARDADO EN HOLANDA NO COMPONE IMAGEN DE MÉXICO"

Por Héctor Alfonso Morales Jurado
México (Aunam). La periodista mexicana, Dianeth Pérez, asegura que por más idolatría que haya hacia el futbolista tapatío, no significa que los ciudadanos tricolores ganen prestigio en el exterior.

"Lo que a mi modo de ver, sucede es que los holandeses valoran las habilidades deportivas de Guardado, y lo mismo pasaria si fuera otro deportista de otra nacionalidad. Los holandeses celebran que un buen jugador este en su equipo, independientemente de su nacionalidad", dice la comunicadora, quien vive en los Países Bajos desde hace 12 años.

El domingo pasado, la afición del PSV Eindhoven desplegó un mosaico donde se representaba a la bandera de México en honor al apodado "Principito". Junto a esa imagen, hubo un mensaje de apoyo hacia el mediocampista.

"Lo del mosaico fue para mostrar apoyo a Guardado por ayudar lograr puntos en la liga, y de paso hacerle saber que lo quieren en el club, que no quieren que se vaya", refiere Pérez.

Pérez remata: "Todo mundo sabe que es mexicano [Guardado] pero no hacen una conexión con Mexico igual a corrupción e impunidad".

Dianeth explica que en Holanda, México ha aparecido en los diarios locales por "noticias terribles como lo de Ayotzinapa, la Casa Blanca de Peña Nieto o el despido de Carmen Aristegui de MVS Radio".

Razón por la que concluye: "saben que Guardado es buen futbolista y saben que Mexico esta pasando por una crisis de Derechos Humanos. Decir que las habilidades deportivas de Guardado limpian un poco la imagen de Mexico, no seria cierto", aclara Pérez.





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POST MORTEM: EL TRÁFICO DE HUESOS

Por Monserrat García Robles, Miguel Angel Teposteco Rodríguez y Valeria Monserrat Pioquinto Morales
México (Aunam). La transacción de huesos humanos es un negocio turbio que tiene lugar en diferentes cementerios del Distrito Federal, pero en específico en el añejo Panteón Civil de Dolores. Según testigos de facultades de la UNAM como la de Odontología o la de Medicina, el conseguir osamentas por debajo de la ley se ha convertido en una necesidad, ya que se requieren para elaborar prácticas o estudios. La extracción ocurre tanto en el proceso de embalsamado en la SEMEFO o en las funerarias, así como en la profanación de las tumbas causada por la venta doble de sepulcros.

Un sepulturero gana dos mil 200 pesos al mes; mientras que un velador es remunerado con 3 mil 700. Con la venta de un esqueleto, llegan a ganar de un sólo golpe lo que recibirían de sueldo en todo un mes. Un cráneo, dependiendo de su estado y temporada, llega a costar de 500 a mil pesos, menos de lo que cuesta una réplica, que se cotiza en 400 mil pesos.

El profanar una tumba conjuntamente con el tráfico de huesos son delitos tipificados. El Código Penal Federal estipula en los artículos 280 y 281: “Al que exhume un cadáver sin los requisitos legales o con la violación de derechos, será sancionado hasta con cinco años de prisión y una multa de 30 a 90 días de salario mínimo…”. Esta actividad está calificada dentro de los delitos del fuero común, lo que significa que el hecho delictivo sólo afecta directamente a las personas cercanas (familiares, amigos y conocidos del difunto); no obstante, creemos que es un ilícito que debería ser del fuero federal, pues el tráfico de huesos afecta la salud de la población, además de que se hermana con el tráfico de órganos. Asimismo, la venta de huesos viola diversos artículos contenidos en el Reglamento de Cementerios del Distrito Federal, así como en el capítulo V de la Ley General de Salud, entre ellos:

Artículo 346.- Los cadáveres no pueden ser objeto de propiedad y siempre serán tratados con respeto, dignidad y consideración.
Artículo 350 bis.- La Secretaría de Salud determinará el tiempo mínimo que han de permanecer los restos en las fosas. Mientras el plazo señalado no concluya, sólo podrán efectuarse las exhumaciones que aprueben las autoridades sanitarias y las ordenadas por las judiciales o por el Ministerio Público, previo el cumplimiento de los requisitos sanitarios correspondientes.
Artículo 350 Bis 3.- Para la utilización de cadáveres o parte de ellos de personas conocidas, con fines de docencia e investigación, se requiere el consentimiento del disponente.
Tratándose de cadáveres de personas desconocidas, las instituciones educativas podrán obtenerlos del Ministerio Público o de establecimientos de prestación de servicios de atención médica o de asistencia social. Para tales efectos, las instituciones educativas deberán dar aviso a la autoridad sanitaria competente, en los términos de esta Ley y demás disposiciones aplicable.

Sin embargo, las leyes no son respetadas en ninguna de sus cláusulas; es verdad que existe un tráfico por dos vías principales: los estudiantes de medicina que necesitan los restos para sus prácticas profesionales, y los santeros que utilizan las osamentas para sus rituales. La extracción de huesos trae consecuencias sanitarias dentro de los panteones, así como resulta una estafa para las personas que pagan derecho de piso por el pedazo de terreno en el que está sepultado algún familiar, pues están efectuando un monto por algo inexistente. Dentro de la investigación, se muestra que las raíces culturales de algunas partes de México requieren para sus rituales huesos humanos, los cuales no pueden ser conseguidos de manera lícita; una necesidad social más que es saciada con la ilegalidad.

Los panteoneros


De entre las enredaderas surgió un cráneo, envuelto en polvo y desgastado por el tiempo; el hombre había tardado 10 minutos en encontrarlo. El lugar era un montículo que se alzaba entre las tumbas, encima había un árbol que dejaba caer su sombra sobre nuestros cuerpos. Uno de los panteoneros nos pidió que lo siguiéramos. Esos hombres caminaban entre las tumbas con ligereza, dando de vez en cuando una explicación de las cuarteaduras de las lápidas. Nos sentamos en una banqueta y el viejo soltó un precio: “Dos quinientos por el cráneo, jóvenes”.

Llegamos a una parada de microbuses. Allí encontramos a un panteonero. Después de una plática breve nos guió al interior del campo santo. “Somos estudiantes de medicina y necesitamos huesos para nuestras prácticas” le dijimos. No fue necesario mostrar identificación alguna. El joven accedió a contarnos la historia mientras caminábamos entre los pasillos forrados de tumbas.

“Yo no estoy involucrado, pero sí sé que hay compañeros míos que pueden ayudarlos, sería cuestión de contactarlos” nos aclaró al posarnos sobre la superficie de cemento de color claro de la Rotonda de los Hombres Ilustres. El joven explicó que, al expirar una tumba, los huesos en el caso “legal” se echan en el cajón de al lado, luego los familiares vienen a reclamar el cuerpo. Platicó de algunos cadáveres que no son bien enterrados, los cuales sufren un destino diferente al del descanso bajo tierra.

Los perros de los alrededores se llevan la carne y huesos para “alimentar a sus perritos”, nos narró el joven; al caminar por los alrededores se podía ver a canes hembras con los vientres inflados, acostadas por algunas tumbas. Debido a esto se pueden encontrar huesos entre la basura o los rincones de las lápidas.

Antes de estrechar la mano, darnos su número y desearnos buena suerte, nos dijo “hay un solo día del mes o de la semana, depende la demanda, donde se hacen todas las exhumaciones” luego, aunque volvió a asegurar estar fuera del tráfico, nos dio el precio de los huesos: “entre 2,000 y 2500 pesos”. Antes de retirarnos, mientras regresábamos paso a paso por los espacios polvorientos entre las tumbas, el panteonero dijo algo que apenas alcanzó a llegar a nuestros oídos: “las familias al final siempre regresan por sus muertos”.

Buscamos más trabajadores en el panteón. Dispersos, traían sus palas o sus rastrillos, sentados en los mausoleos. Las familias de los difuntos se movían frente a la que ellos creían era la última morada de sus seres queridos; a una considerable distancia, el llanto de alguien que recuerda a sus muertos es perceptible. Al fin uno de los panteoneros nos hizo caso; estaba reunido con varios de sus compañeros, con cierto humor en el rostro moreno, quemado por el sol abrazador de su oficio, nos comentó “no chavo, tienes que ir a la entrada—la del panteón—ahí busca a los pinches coyotes, los más rucos, ellos te lo van a vender en corto”.

Seguimos la indicación. En la entrada principal del panteón había hombres ya mayores con aspecto haragán, en el disfrute de unas buenas bromas, en compañía de los trabajadores más jóvenes que cruzaban por el lugar. Uno de los “coyotes” se acercó, con una sonrisa dibujada con el probable presentimiento sobre lo que queríamos. Repetimos la historia: somos estudiantes de medicina, buscamos huesos. El hombre de rasgos gastados, bigote gris y piel canela nos indicó “esperen aquí”. Fue por uno de sus compañeros, levantó su mochila y nos guió por entre los letreros en madera con las inscripciones de “descanse en paz”.

“Hay gente que pide cráneos, pero luego los devuelven, nada más los usan para sus cosas y ya los regresan, siempre piden huesos, pero nos dicen que sean de gente que nosotros sepamos que fue muy cabrona en vida, que haya sido muy maldita o que tuviera mucho dinero con tranzas” a lo que agregaron “hay dos tipos, son los santeros, los blancos y los negros, pero aquí llegan de todo, desde esos hasta los de la Santa Muerte”.

“Qué bueno que no vienen con bata”, nos comentaron, “es que si vienen de blanco así los detectan en la entrada y nos la hacen de pedo a nosotros, mejor así, en grupos pequeños, ustedes tres solitos, con su mochila, nos llaman discretos y vamos, sin ningún ruido”.

Su paseo por las tumbas era relajado, como si caminaran por una pradera, detrás de un balón de futbol. El líder de la expedición, “el Rambo”, nos llevó al árbol enorme, perdido entre el mar de piedras blancas y maderas gastadas que sufría con el sol, acompañadas de algunos reflejos de agua estancada de la lluvia del día anterior.

El cráneo mostrado, sacado de los dedos largos de un árbol viejo, yacía sobre una tabla de piedra con la leyenda "Aquí descansa Rosa Álvarez Pérez". El panteonero nos miró mientras inspeccionábamos la pieza, una construcción biológica dura, con dientes faltantes, carreteras en la nuca y una superficie que dejaba una tierra color óxido entre los dedos. Dimos el visto bueno. Al ver que no había peligro nos soltó un secreto “tenemos la cabecita de un bebé”. Nuestra cara no ocultó la sorpresa, pedimos ver el objeto. El hombre se separó de nosotros, recorrió unas tumbas hasta perderse en las criptas. De repente surgió con una bolsa de plástico, se acercó a nosotros, entre la sombra de otro árbol, y ahí sacó algo del tamaño de una naranja, frágil, un poco alargado al verlo de perfil. El cráneo de un infante.

“¿Cuánto cuesta esa joya de los muertos?”. La respuesta fue dolorosa: una decena de billetes de a mil. Lo que equivalía, según nos dijo el panteonero, a un esqueleto completo. “Es muy raro encontrar huesos de bebé, para que los saquemos cualquier resto, tienen que pasar 17 años sin que nadie reclame el cuerpo, los más viejos llegan a tener hasta 45, ya casi hechos polvo”.

Nos condujeron a un cubículo, un armario de puertas negras de metal, forradas con polvo gris. En ese lugar oscuro se encendió una bombilla que se balanceó sobre nuestras cabezas. El hombre con movimientos lentos sacó un costal para cemento que en su interior tenía extremidades de todos los tipos, así como algunos pedazos pequeños que bien podrían confundirse con huesos de pollo. El paquete total que se nos ofreció fue de dos cráneos, los palos de las extremidades, entre cinco o seis, en 14 mil pesos; más aparte la cabeza del bebé, que subiría la suma a 24 mil pesos.

El viejo se detuvo en su muestra, pensó unos segundos, tomó una idea de entre la oscuridad y escupió con dificultad su recuerdo “a veces hay gente que nos pone “cuatros” (emboscadas) los polis luego se enteran de que andamos vendiendo los huesos porque a algún “pesado” (persona importante) se le olvidó reclamar el cuerpo y nosotros ya lo vendimos, entonces nosotros lo sacamos y luego llegan las personas con grabadoras, nos cachan y despiden a uno o dos compañeros, gracias a Dios yo la he librado”.

Santería: ¿para qué más se usan los huesos?

Para cuando llega a su local a las diez de la mañana, el calor ya es insoportable. Todavía no es verano, pero incluso a esas horas el sol y el bochorno ya hacen casi imposible transitar por la calle sin terminar empapado en sudor e insolado hasta el tuétano. Espera, al menos, que el día no sea tan pesado –como lo ha sido toda la semana- para poder irse temprano a casa.

Se abre paso entre los puestos de juguetes y artículos para fiestas intentando escapar de la canícula, pero adentro el calor es veinte veces peor. En parte es culpa de la temperatura ambiental; otra es por causa de la gente que desde temprano busca cruces de ocote, inciensos, hierbas de todo tipo, preparaciones diversas y otros enseres necesarios para las limpias y los amarres. De vez en cuando se fija en los que traen gallinas o pollos en cajas de cartón mal embaladas. Sus ruidos y cacareos lo sacan de su estupor por un momento, pero después regresa a lo suyo y comienza a abrir su local, como es común, y a acomodar sus productos escrupulosamente en el lugar que les corresponde.

Apenas ha terminado con las veladoras cuando ya hay clientes en el pasaje esperando por su turno. Los recibe uno por uno en su pequeño local del pasillo ocho del Mercado de Sonora y les invita a sentarse ante una mesita de madera, donde reposan un mazo de cartas del tarot y unos cuantos cuarzos de colores desperdigados sin un orden específico. Una vez cómodos – lo más que se puede estando en un sitio de 3x3 y con el inconfundible olor a hierba e incienso en el aire-, cada uno hace su petición. Algunos lo hacen con nerviosismo, como si estuvieran confesando un grave pecado ante el cura mientras esperan que su penitencia no sea tan grave como su falta. Otros hablan sin pena, alzando la voz como si no temiesen ser escuchados por locatarios y compradores. Otros –los menos- exponen su encargo con normalidad.

Él los escucha atento, como una especie de Padrino moderno –sólo que con una baraja de cartas en lugar de pistola y brebajes sustituyendo al vino- y asiente en cuanto cada uno ha terminado de hablar. A veces se pasa una mano por la cabeza rapada para eliminar el sudor que amenaza con deslizarse a su rostro y su mirada castaña se escurre con discreción en sus clientes, sin perder ningún detalle de su vestimenta o de su actitud. En su expresión no se deja ver ni el más mínimo atisbo de emoción, ni siquiera una sonrisa que aliente a su interlocutor. Simplemente se mantiene lo más apegado posible a su trabajo.

Sus delgadas pero firmes manos parten entonces el mazo y, con la experiencia que veinte años han forjado en su persona, comienza a trabajar. Realiza las limpias sin mancharse la camisa blanca de algodón ni los jeans azules (porque por más santero que sea, sigue siendo joven) y los “amarres” los hace con seguridad, escogiendo cuidadosamente la mezcla que va a usar para su cometido. La fila de clientes parece no desaparecer nunca y él ni siquiera ha podido desayunar como es debido, pero finalmente, después de leer el futuro en la mano de una mujer de mediana edad y de cobrar sus servicios, Jorge ya puede tomar asiento y descansar.

Acerca los platos de plástico rebosantes de comida que una de las meseras de la fonda del mercado le ha traído y comienza a quitarle el plástico que hace las veces de cubierta a la sopa, pero cuando está a punto de tomar la primera cucharada, un hombre se para justamente enfrente de su mostrador. Viste un par de pantalones azules, una camisa negra y tiene el semblante de quien sabe lo que hace, porque en su lenguaje corporal no se detecta nerviosismo ni desconocimiento. Sus motivos, sin embargo, son los que al santero le llaman la atención.

Jorge deja su comida de lado y se levanta para recibirlo. El hombre se cuela en el interior con rapidez y mira directamente a los ojos al otro, cosa que pocas personas se atreven a hacer, especialmente si se trata de clientes. Pero si eso le sorprende, el Santero no lo deja entrever. Se muestra lo más cordial posible y le pide que tome asiento, pero el caballero se niega terminantemente.

-No te quito mucho tiempo, hermano. – Le dice- Solamente quiero ver si tu puedes hacerme una consulta

-Para eso estamos. ¿Una lectura de manos, o de cartas? ¿Un amarre, una limpia, un trabajo?

El otro niega. Jorge comienza a entrever un poco a dónde va el asunto.

-Entonces dime pa’ qué soy bueno, ‘mano.

Cuando el cliente le pide una asesoría para “rayarse” (ceremonia de la iniciación en la religión de Palo Mayombe), el Santero ya no se sorprende. Entiende perfectamente ahora y le pide de nuevo que tome asiento, con la diferencia de que esta vez el hombre acepta.

Entonces Jorge mira distraídamente la comida que ha dejado, pensando en que para cuando tenga tiempo para ingerirla ya va a estar fría y en que no podrá volver a casa temprano como él había querido. Antes de empezar, echa un rápido vistazo al cráneo que tiene en uno de los estantes. Comienza entonces con la consulta. Trabajo es trabajo.

El Palo


El Palo es una de las cuatro religiones de origen africano que aún se practican en diversos países de América Latina (principalmente en Cuba). Las otras tres son Santería, Abakuá, y Arará. La religión se desarrolló entre los practicantes derivada de una forma de necromancia llamada Nganga que aún se encuentra ampliamente extendida en varias partes de la costa oeste de África Central. "Nganga" se refiere tanto a la práctica como a sus sacerdotes.

El Palo llegó a América gracias a los esclavos procedentes de África, quienes compusieron los primeros nueve “nkisi” o fundamentos básicos de Palo en honor a los nueve reinos sagrados del dominio del Manikongo. Con el paso del tiempo, estos preceptos fueron mezclándose con otras creencias y finalmente se crearon así las llamadas Reglas de Palo.

En esta religión los preceptos principales son la creencia en los poderes naturales y la veneración de los espíritus de sus ancestros. Acorde con la creencia, Sambia es el Dios Supremo en Palo que habita en el cielo, no baja a la tierra y no es objeto de culto, por lo tanto no se le venera como en otras religiones. Las leyendas cuentan que los hombres fueron creados por Sambia en el cielo y luego bajaron a la tierra gracias al hilo tejido por una araña. Sambia plasmó la escritura de la vida del hombre en las líneas de las manos, mientras que en la columna vertebral escribió la lista de los caminos que una persona debe atravesar. Este Dios Supremo tiene a su vez ayudantes llamados “orishas” o “Nkisis”, que le ayudan a cumplir su misión.

El Palo tiene un conjunto definido de valores éticos y morales que enseñan respeto por la vida humana, repartición justa de la riqueza, ayuda a quien lo necesita, etc. También cuentan con una especie de sacerdocio natural en el cual hombres y mujeres elegidos por los espíritus sabios y los orishas desempeñan labores como herbolarios, consejeros, y mensajeros entre el mundo de lo visible y de lo invisible. Los sacerdotes y sacerdotisas de Palo deben poder comunicarse con “inteligencias desencarnadas”, llamadas también "esencias puras" o "espíritus puros".

Sin embargo, los Paleros también creen que en ocasiones las esencias malignas pueden ser manipuladas y utilizadas al antojo de quien desempeña las veces de sacerdotes o sacerdotisas. Si el Palero practica principalmente la magia benéfica, puede ayudar al espíritu maligno a convertirse en un espíritu bueno. Si no, las consecuencias de sus actos pueden ser de una magnitud inconmensurable.

Palo Mayombe

El Palo Mayombe es una de las derivaciones de Palo que emigró y se expandió por diferentes países. Como La Santería y el Candomble, mezcla la religión del chamanismo africano con los elementos del espiritismo, de magia y el catolicismo.
La palabra “mayombe” significa Magistrado o jefe superior, gobernador. Es un título honorífico. La Mayombería es la práctica que se conserva más pura de las cuatro básicas de Palo, es también la más primitiva. Se basa en el trato directo con el “nfumbe”. Es la íntima comunicación entre el espíritu encerrado en la “nganga” y la mente de su dueño.

Para ser miembro, uno se convierte en un “Nguey” o hijo/a “Nkisi”, pero antes de admitirse, se hace una consulta espiritual con un Palero o Padrino para determinar si es aceptado por los espíritus. Esta investigación espiritual -así como las obras que se indiquen- debe ser hecha por alguien con experiencia, ya que si se entra a la ceremonia de iniciación sin que se haga una “limpia profunda del alma” ( que incluyen, maldiciones, brujería, amarres etc), las cargas negativas que tenga el interesado se volverán más fuertes y por lo tanto en vez de avanzar espiritualmente se retrocede.

Una vez realizada esta consulta, el Palero da algunas indicaciones de lo que se requiere para el “Nkimba” o “Rayamiento”, nombres que recibe la ceremonia de iniciación. A una persona que se raya ya no puede quitársele de encima el rayamiento, pues representa un “segundo bautizo”, pues según la religión durante la ceremonia la persona muere y vuelve a vivir libre de pecado, como una segunda oportunidad.

Sin embargo, esta ceremonia requiere de ciertos instrumentos o aditamentos para que se lleve a cabo con efectividad. Principalmente es necesario contar con una “prenda” que pueda fungir como medio de contacto con un espíritu. El medio más fuerte de contactar con uno es a través de los huesos humanos.

Los huesos a utilizar no son los mismos para todas las personas, pues el Palero debe indicar a cada uno qué es exactamente lo que necesita para su rayamiento. Usualmente se recurre a los restos de personas que durante la vida hicieron mal, es decir, asesinos, violadores, ladrones, etc. La creencia indica que con este servicio, sus almas se redimen y pueden por fin descansar en paz.

En general, se dice que la prenda es quien decide si debe rayarse o no la persona ya que sobre la prenda no se puede hacer nada sin autorización de ella, para lo cual se le debe pedir una especie de permiso especial. El Palero contacta con el espíritu y pregunta si está dispuesto a pasar por este proceso. Si accede, se realiza la ceremonia de rayamiento, que también es diferente dependiendo del nuevo iniciado, pero que en general deriva en la creación de “rayas” o cortes y heridas profundas en la piel de la persona, dejando cicatrices que servirán como recordatorio de su nueva vida.

Pero conseguir las prendas no es tarea sencilla. El Palero sólo aconseja, sin embargo el deber del iniciado es el de conseguir los huesos que requiere. Un fémur, un cráneo, una falange; sea cual sea la prenda solicitada, obtenerla se vuelve la principal meta.

El problema es que existen demasiadas trabas para ello, pero el lugar básicamente es el mismo en todos los casos: el cementerio más cercano. Si no hay vigilancia o los sepultureros tienen fama de traficar con los huesos, mucho mejor. Basta con dar una mentira medianamente creíble o de ofrecer una cuantiosa suma de dinero (si es más de lo que el enterrador pide es mucho mejor, así se evitan más fácilmente las preguntas) para obtenerlos.

Pero tampoco es una tarea tan sencilla. Primordialmente, es necesario que los huesos requeridos cumplan con las características que el Palero ha indicado, porque no cualquier hueso sirve. La búsqueda de la tumba adecuada puede tardar varios años o sólo un par de días dependiendo de la capacidad de investigación que tenga el interesado. Además, los huesos deben tener cierta antigüedad –dada también por el Palero, pero no suele ser menor a diez años- para que el Rayamiento surta efecto. Eso sin contar el precio de cada hueso…o el riesgo de ser descubiertos y llevados ante la ley.

Más que un camino a la liberación, parece un camino a la incertidumbre.




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CONCLUYE SEXTA EDICIÓN DE MUNENP 2015

Por Valeria Monserrat Pioquinto Morales
México (Aunam). Por sexto año consecutivo se llevó a cabo el Modelo de Naciones Unidas de la Escuela Nacional Preparatoria, MUNENP 2015, la cual contó con la participación de alumnos y delegados pertenecientes a las escuelas Preparatorias, Colegios de Ciencias y Humanidades y Facultades de la UNAM, así como de otras instituciones públicas y privadas a nivel bachillerato para realizar esta simulación de Naciones Unidas.

Por espacio de tres días, los alumnos se dieron cita en la Escuela Nacional Preparatoria no. 2, "Erasmo Castellanos Quinto", para debatir temas de la agenda internacional en seis diferentes comités: Asamblea General Plenaria, Organización Mundial de la Salud, Consejo Europeo de Ministros, UNESCO, Consejo de Derechos Humanos y Consejo de Seguridad.


De igual forma, una delegación de alumnos provenientes de República Dominicana formó parte de los trabajos de este evento, fortaleciendo así las relaciones diplomáticas y de amistad entre jóvenes de ambas naciones.

La finalidad de estas simulaciones es acercar a los adolescentes a las Naciones Unidas y por consiguiente concientizarlos acerca de la forma en la que funciona este organismo internacional, así como incluirlos a los debates sobre los temas que se discuten en este foro y despertar en ellos el interés por las relaciones internacionales.





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19 de marzo de 2015

UNA IZQUIERDA PARA LA DEMOCRACIA EN MÉXICO

Por: Julián Rodríguez Linares
México (Aunam). Precursor del primer sindicato de profesores universitarios el SPAUNAM (Sindicato de Personal Académico de la UNAM) en 1974, así como ex Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) del año de 1996-2003, José Woldenberg es un académico que estudia el proceso democrático que vive el país a partir del año de 1977 hasta nuestros días.

En esta transición de un régimen autoritario a una germinal democrática, diversos actores con distintas opiniones, sean de derecha o de izquierda, han participado en su construcción, pues en “el México de hoy existe un pluralismo vivo”, afirma Woldenberg, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la UNAM.

En ese sentido, la izquierda mexicana es un protagonista de este camino institucional. El ciclo reformador que vivió México en el periodo de 1977 a 1997, no se entendería sin la colaboración de partidos políticos de esta corriente ideológica que alzaron la voz para ingresar al mundo legal, así como competir en elecciones que garantizaran condiciones de equidad y certeza. Sin embargo, en ocasiones su participación llega a erosionar la confianza de la ciudadanía a las instituciones cuando los resultados electorales son adversos.

Así pues, con la intención de tener un mayor conocimiento acerca de la izquierda, el pasado mes de junio de 2014, el sociólogo José Woldenberg en entrevista explicó los desafíos que enfrenta esta franja política en un ambiente democrático, debido a que las demandas de equidad social no deben atentar en contra de la pluralidad política, pues se debe de entender que “es una virtud convivir y competir con otros que tienen diagnósticos y puntos de vista distintos”.

Entrevistador: Desde el año de 1919, fecha en que se crea el Partido Comunista en México, hasta la década de los 60’s ¿Considera que el socialismo fue una opción distinta al Partido Revolucionario Institucional (PRI)?

José Woldenberg: En México más que hablar de “la izquierda” habría que decir “las izquierdas” en plural. Si usted quiere iniciar, por ejemplo, a fines de la fase armada de la revolución, es muy importante detenerse a ver el ala izquierda dentro del propio movimiento armado, porque ahí hubo una izquierda activa la cual luchó y luego logró muchas de sus metas, como lo fueron el reparto agrario, la organización de los trabajadores, que de alguna manera modeló el artículo 123° constitucional, y la Ley Federal de Trabajo en 1930, la cual impulsó una política internacional independiente. Entonces ahí hay una veta de la izquierda mexicana que se siente heredera de la revolución mexicana.

Por supuesto, en 1919, además, se fundó el Partido Comunista Mexicano que pasa a ser una sección de la Internacional Comunista. O sea, había la idea de que se trataba de un movimiento universal, pero ese movimiento con el correr de los años acabó siendo más bien un movimiento que respondía a las estrategias de la Unión Soviética.

En efecto, en sus inicios el Partido Comunista Mexicano es un partido pequeño, pero en la década de los años 20’s y 30’s crece y se arraiga en varios sindicatos, asimismo funda la Confederación Sindical Unitaria de México, una agrupación que tuvo arraigo y peso entre los trabajadores, además sirvió de antecedente a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), cuyo primer comité ejecutivo cuenta con una presencia relevante de militantes del Partido Comunista.

E: ¿Usted cree que en el periodo del presidente Lázaro Cárdenas se adoptó la ideología marxista en su gobierno?

JW: No, el presidente Cárdenas fue un hombre progresista, pero dentro de los marcos de la ideología de la Revolución Mexicana. No se le pueda considerar a él dentro de la corriente de pensamiento marxista. Izquierda sí, sin duda. Es decir buena parte del programa original de la revolución mexicana se materializa precisamente durante el sexenio del general Cárdenas de 1934-1940. Antes de esos años, por ejemplo, el reparto agrario había sido errático y mínimo, pero con él se profundiza y se hace más extenso, masivo e importante de la historia de México.

Durante su sexenio se fomenta y se ve con buenos ojos la organización de los trabajadores, hay un clima de tolerancia hacia sus huelgas, hacía sus demandas y demás. Promueve una política internacional impecable, por ejemplo, México apoya la República Española ante el levantamiento de los generales golpistas y a lo largo de la Guerra Civil da asilo a Trotsky, quien fue un perseguido político.

Es decir, los méritos del sexenio del general Cárdenas están ahí. No por nada, creo, es el presidente más recordado y valorado de todo el siglo XX mexicano. Y fue claramente una política de izquierda, pero de ninguna manera inspirada en el marxismo.

E: Por otra parte ¿Cómo calificaría la influencia de la Revolución Cubana en el contexto político y social mexicano?

JW: Pienso que al igual que en América Latina, la Revolución Cubana fue muy influyente, porque puso sobre la mesa la idea de que la revolución de carácter socialista estaba en el orden del día y era posible. Incluso en muchos países pequeños grupos guerrilleros trataron de imitar esa experiencia y ciertamente se convirtieron normalmente en unas catástrofes, porque esa era una imitación extra lógica. Esos levantamientos, guerra de guerrillas, acabaron muy mal y fueron realmente masacrados.

Pero la revolución cubana tuvo un impacto muy fuerte en la izquierda de América Latina y casi la defensa de la misma se convirtió en una especie de leitmotiv en todo el continente.

E: En la década de los setentas y con la reforma política de 1977 se abrió un camino a la izquierda para tener representación en el congreso. Esta medida fue aceptada por buena parte de dichas organizaciones, pero hubo otras que decidieron seguir en el camino de la guerrilla ¿usted cómo describiría ese momento crucial de la izquierda en las que unas corrientes optaron por las instituciones y otras no? Asimismo, ¿piensa que fue una reforma limitada o más bien la guerrilla adquirió un discurso radical incapaz de entender que el camino era por la vía institucional?

JW: Primero hay que recordar cual era el clima en la década de los70’s, después del movimiento estudiantil de 1968, la izquierda tiene muy diversas expresiones. Son años en los que vuelve haber invasiones de tierras, se demanda un nuevo reparto agrario y surgen nuevas organizaciones campesinas de tipo autogestivas.

La izquierda está también en muchos de los movimientos populares que se generan en aquellos años, crea algunos sindicatos, está en muy diversas publicaciones, aparece en distintos partidos y en los años setenta genera una serie de grupos guerrilleros. Entonces, otra vez estamos hablando de una izquierda que está en las movilizaciones sociales, los partidos, en las publicaciones y también en la guerrilla.

En ese contexto, se da la reforma política de 1977. Vista en retrospectiva por supuesto que parece como una reforma limitada, pero en su momento fue una reforma estratégica. Suelo decir que fue la típica reforma que no es terminal, sino todo lo contrario, inauguró todo un ciclo reformador. ¿En qué consistió esa reforma? En algo relativamente sencillo: abrir la puerta para aquellas organizaciones que quisieran participar en el mundo institucional-electoral, y la otra gran reforma fue la modificación de la Cámara de Diputados al dotarla de una mayor pluralidad a través de los diputados plurinominales.

Esas dos reformas, no se explican sin lo que el Partido Comunista Mexicano había realizado durante las elecciones de 1976 donde postuló a un viejo sindicalista, Valentín Campa, a la Presidencia de la República, pero esa candidatura careció de registro. Era muy claro cuál era la demanda del Partido Comunista: queremos estar dentro del mundo institucional, somos un partido de mexicanos, tenemos derechos y queremos participar en las elecciones. Entonces, considero, desde el gobierno se vio la posibilidad de que buena parte de la conflictividad pudiera expresarse por vías institucionales y pacíficas.

Con la reforma los dos primeros partidos de izquierda a los cuales se les otorgó el registro fueron el Partido Comunista Mexicano y el Partido Socialista de los Trabajadores. Dentro de la izquierda hubo una enorme discusión, mucha gente comprendió esto como un avance, pero otros criticaron el ingreso del Partido Comunista a la vía institucional-electoral.

Sin embargo, muchos de los que criticaron esta institucionalización de la izquierda, con el tiempo fueron entrando al marco legal. Uno tras otro. Es decir, después de la entrada del Partido Comunista Mexicano, el Partido Socialista de los Trabajadores, no recuerdo la secuela, pero entraron el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Partido Social Demócrata, el Partido Mexicano de los Trabajadores; hasta que, considero, hoy lo fundamental de la izquierda mexicana está en el mundo institucional electoral.

E: ¿La ciudadanía tenía fundamento para criticar al Partido Comunista cuando ingresó al mundo institucional?

JW: No tenían fundamento. Recuerdo que en aquellos años incluso Heberto Castillo calificó a esa reforma como una reforma fascista, no entiendo el por qué. Y bueno, luego prácticamente se tuvo que desdecir, porque unos años después el partido que había fundado pidió su registro.

Cabe destacar que en los años setenta, hay también una hegemonía del discurso revolucionario, entonces se piensa que participar en elecciones, buscar su registro, tener diputados y demás no es más que un paliativo, puro reformismo, etc. Por supuesto, es reformismo, pero el reformismo desde el punto de vista no tiene nada de malo, en cambio lo otro no era más que una ilusión.

E: Entonces esas personas de izquierda en la década de los 70’s no tenían valores democráticos.

JW: Considero que durante muchos años, la idea hegemónica dentro de la izquierda fue la idea revolucionaria. Así como desde el gobierno la revolución estaba atrás en la historia y era lo que los legitimaba, ese era el discurso del PRI, eran los herederos de una revolución. En la izquierda se pensaba que en el futuro estaba una revolución y sería de carácter socialista, esa fue una idea hegemónica en los años 70’s y quizá hasta los 80’s.

Paulatinamente empezó a haber una reconversión de la izquierda hacía los códigos democráticos y a entender que la democracia no era solamente un medio, sino era un fin en sí mismo. Porque una sociedad contradictoria, masiva, como prácticamente cualquier sociedad moderna requiere de un formato el cual permita la expresión, la recreación, la convivencia y la competencia de la diversidad política.

Desde los setentas se generó un cambio espectacular, para mí, en la valoración de la revolución y de la democracia. Seguramente siguen existiendo corrientes dentro de la izquierda que se reivindican como revolucionarias, pero pienso que la izquierda hegemónica es más bien democrática y reformista. Y ahí está, lo vemos todos los días.

El pluralismo político llegó para quedarse

E: Después del conflicto post electoral de 1988, y tras la creación del PRD, una vez más la izquierda adquiere una actitud negativa ante las reformas que impulsó el ejecutivo, de hecho en las primeras dos reformas electorales que se hicieron en ese sexenio, los miembros del PRD no quisieron negociar. ¿Usted cómo calificaría esa actitud de la izquierda en sus primeros años de no sentarse a dialogar y llevar siempre una oposición al gobierno?

JW: En 1988 se dan unas elecciones realmente competidas. La candidatura del ingeniero Cárdenas convocó muchísima gente, formalmente la apoyaron primero tres partidos, luego cuatro, pero realmente fue una candidatura de cuatro partidos más la corriente democrática que había roto con el PRI, así como una gran cantidad de organizaciones de izquierda mexicana. Esa es la plataforma del Frente Democrático Nacional.

Entonces, México va a unas elecciones muy competidas y el procesamiento de los resultados es totalmente anómalo. Para mi punto de vista ni las reglas, ni las instituciones, ni los operadores estaban calificados para procesar de manera limpia esos resultados. Pero de todas maneras al final se calificó la elección y el Colegio Electoral otorgó el triunfo de Carlos Salinas de Gortari. Se cometió un agravio muy fuerte contra la izquierda al no contar con limpieza los votos y eso es lo que explica, digamos, la negativa a sentarse a la mesa con el PRI y el gobierno a negociar.

Sin embargo, algunos que en aquél momento estábamos en el PRD, teníamos una tesis distinta. Lo que señalábamos era que precisamente por lo que sucedió en 1988, porque la izquierda creció, era un polo de atracción muy fuerte, porque millones de mexicanos votaron por su candidato y por ello era necesario una serie de reformas para dar garantía a que los votos fueran contados de una manera limpia. Eso fue en aquel momento una diferencia que sostuvimos en el seno mismo del PRD algunas personas, y por lo cual en mi caso y con otros compañeros Adolfo Sánchez Rebolledo y Pablo Pascual salimos en abril de 1991 del PRD, no coincidíamos con su estrategia.

Es fácil explicar por qué la otra parte no se quería sentar a la mesa, se sentía agraviada y no estaban dispuestos, decían ellos, a legitimar un gobierno ilegítimo. Nosotros decíamos que la mesa estaba puesta para llevar adelante una serie de reformas, precisamente porque México no podía ir a unas elecciones con la misma normatividad y las mismas instituciones que la del 88.

De hecho, nuestra tesis se parecía mucho, en ese renglón, a la del Partido Acción Nacional (PAN). El PAN sí se sentó a la mesa con el gobierno de Salinas y con el PRI e hizo una reforma bastante importante, de ahí salió el IFE y el Tribunal Federal Electoral.

E: En los años siguientes el PRD se consolidó como partido político, por ejemplo el Distrito Federal (D.F) se convirtió en un bastión importante de la izquierda, pero al mismo tiempo en que adquirió fuerza también se convirtió en lo que ella misma criticó. Por ejemplo, Luis Gonzáles de Alba denuncia en su libro AMLO la construcción de un liderazgo fascinante la corrupción al interior del partido y los tratos con organizaciones como el Frente Popular Francisco Villa Independiente. A 25 años de la fundación del sol azteca, ¿usted considera que el PRD dejó pasar su oportunidad como una opción política en favor de la consolidación del Estado de Derecho?

JW: No, el PRD es una de las tres fuerzas políticas más importantes de México. Tiene arraigo, seguidores, ideario y votos. Gobierna el DF desde 1997, pero también ha gobernado: Zacatecas, Tlaxcala, Baja California Sur, Guerrero, Morelos, es decir, es un partido muy implantado, es una fuerza importante.

Considero que durante muchos años fue el partido más representativo y arraigado de la izquierda mexicana. Ahora tiene un enorme reto, porque el dos veces candidato presidencial de ese partido, rompió con el PRD y está formando una nueva organización Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y en el 2015 la izquierda va ir a las elecciones dividida.

Entonces el PRD logró muchos de sus objetivos y en efecto también aparecieron una serie de patologías. No sólo en el PRD sino en todos, parece que la corrupción no es un asunto exclusivo del partido A, B ó C, sino eso corre transversalmente por todos.

E: Usted qué opina de aquellas personas que critican al PRD porque en sus filas hay políticos que antes estuvieron en el PRI o PAN.

JW: Cualquier generalización de esa naturaleza a mí me parece excesiva. Es decir, en todo partido grande como es el PRD hay de todo. Existe gente que está convencida de su diagnóstico, de sus propuestas porque cree que a través de él se puede construir un México mejor. Seguramente, también hay oportunistas y arribistas, pero eso no es un fenómeno exclusivo del PRD ni de México, eso se da en todos lados. O sea, los partidos son casas muy grandes donde cabe de todo.

E: Con respecto a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ¿usted calificaría a éste político de izquierda? Lo mencionó por lo siguiente: cuando fue jefe de gobierno se caracterizó por tomar decisiones populistas, como la construcción de segundos pisos, donde buscaba proyectarse a nivel nacional más que generar una política enfocada a solucionar el problema de tráfico en la ciudad.

JW: AMLO es un político de izquierda pero es también un político populista y además con rasgos bastantes autoritarios. En efecto, el proyecto de los segundos pisos, pues no corresponde con una política de izquierda, porque debió de impulsar el uso del transporte colectivo y no el fomento al automóvil.

Entonces, es una política que no se entiende del todo desde una perspectiva de izquierda, porque las ciudades que han intentado solucionar el problema del transporte y han dado pasos importantes han optado por el metro, sistemas de autobuses y demás; pero durante el periodo de AMLO, el metro no fue su prioridad al apostar a los segundos pisos.

E: ¿Por qué razones considera a AMLO de izquierda?

JW: Considero que sí pone un acento en los temas de la desigualdad, pobreza, atención a los que menos tienen. Eso sí es cierto. Es decir, la gran causa de la izquierda es la equidad y en ese sentido AMLO sí tiene los resortes muy aceitados hacia esa dimensión. Sí es un político preocupado por las enormes desigualdades que hay en México y por las franjas enormes de pobres que existen en este país y en ese sentido considero que es un político de izquierda.

E: ¿Usted cómo calificaría la polémica que causó AMLO en la elección del 2006?

JW: El problema no es causar polémica. Si usted se refiere al episodio del 2006, creo que a sabiendas de que no había ganado, él sostuvo una tesis la cual nunca pudo probar: el fraude. En ese sentido, quizás erosionó y mucho la confianza en las instituciones que organizan el proceso electoral.

Hay que recordar lo que sucedió en aquél entonces. La noche misma de la elección el presidente del Consejo General del IFE salió a señalar que la votación del conteo rápido, que habían mandado a hacer, era muy cerrada y precisamente por eso nadie podía proclamarse ganador, era necesario esperar a que el miércoles empezara el conteo de los votos distritales. Pero la noche misma de la elección se proclamaron vencedores, por una lado Andrés Manuel López Obrador y por el otro Felipe Calderón. Y una vez que el PREP como en los conteos rápidos demostraron que la elección la ganó Felipe Calderón por un margen muy estrecho, López Obrador la descalificó y dijo que se había cometido un fraude, es decir se lastimó la voluntad de los votantes.

Como era un político muy poderoso, y lo sigue siendo, mucha gente que tiene fe y confianza en él, creyó esa versión. Y si algo, pienso, hay que criticarle a López Obrador es precisamente su falta de lealtad hacia las instituciones y los procesos democráticos.

E: Entonces, ¿usted cómo explicaría esa fe ciega que tienen hacia AMLO, porque una buena parte de la ciudadanía cree en la idea del fraude electoral, lo cual generó intolerancia con aquellos que no simpatizan con sus ideas?

JW: Dentro del movimiento de AMLO hay de todo: hay gente que ha luchado a lo largo de los años por un México más justo, por la democracia y demás. Y hay, en efecto, mucha gente muy intolerante, pero hay de todo.

Una de las deficiencias mayores, si es que así se le podría llamar, de muchos quienes militan en ese movimiento es no entender que el pluralismo político llegó para quedarse, y pensar que una sola fuerza, un solo partido, un solo liderazgo encarna todas las virtudes y sus adversarios no son más que la encarnación del mal. Ese tipo de razonamiento, polarizante, esquemático y maniqueo sí genera muchas actitudes autoritarias. Porque no se considera ni siquiera legítimo la coexistencia y el diálogo con aquellos que piensan diferente.

Y por eso Morena ha descalificado una y otra vez al PRD cuando entra en negociaciones. Cuando si algo está sobre la mesa en el México de hoy es la necesidad de acuerdos para hacer cualquier tipo de reformas y excluirse de esas operaciones pues no lleva a nada. Entonces, sí hay en ese movimiento muchos resortes autoritarios, y al leer muchos de sus discursos y de los planteamientos esto se puede demostrar.

E: En ese sentido, ¿cómo describiría la atracción que ha tenido AMLO entre profesores universitarios o en la academia?

JW: Incluso diría que hay que saber distinguir la esfera de la política de la academia. No estoy pensando en una academia idílica que no esté penetrada por la política, pero la academia sí tiene una especificidad la cual consiste en la búsqueda de la verdad, así como la política su resorte natural es la búsqueda del poder.

Entonces, no siempre son compatibles y se le hace muy flaco favor a la academia, digamos con actitudes dogmáticas dentro de la misma. Cualquiera puede ver y oír en el México de hoy que este es un país donde existe un pluralismo vivo, que no está sólo en los partidos, sino se presenta en las escuelas, en los centros de trabajo, en las familias o en los barrios. Es decir, un México con estas dimensiones y contradicciones, simple y sencillamente no cabe ni quiere hacerlo bajo el manto de una sola ideología, un solo partido y un solo liderazgo.

Ojalá el mejor futuro para la izquierda sea el de convertirse en una izquierda fuerte y democrática. Democrática, quiere decir que se entienda como una virtud convivir y competir con otros diagnósticos y puntos de vista, y aquellos que han intentado homogeneizar un país han creado catástrofes enormes.

Es decir, lo que sucedió en la Unión Soviética, lo que ahora pasa en China, lo que aconteció en los países del Este Europeo, lo que ocurre en Corea del Norte, en Cuba, etc. no creo que puedan ser modelos a seguir, precisamente porque suprimieron el ejercicio de las libertades y quienes lo hacen cometen un atentado contra todos aquellos que no piensan, no actúan y no tienen la misma sensibilidad de quienes detentan el poder.

Entonces, el gran reto es ser una izquierda auténticamente democrática y que sepa que habrá momentos en que gane, pierda, en que gobierne unos estados del país y otros no, va a tener que coexistir con otros partidos políticos en los congresos locales, en los ayuntamientos y a nivel federal. Es decir, se comprometa precisamente a robustecer, fortalecer las reglas, las instituciones para la convivencia democrática. Ojalá y eso suceda.

E: ¿Cuál es su opinión de la reforma político-electoral 2014, donde se aumentan las funciones del instituto electoral para evitar la intromisión de los gobiernos locales?

JW: El PAN y el PRD sostuvieron que los institutos electorales locales habían perdido o nunca habían tenido autonomía, que los gobernadores los habían succionado y en ese sentido no cumplían con su papel. Entonces plantearon su desaparición y la creación de un Instituto Nacional Electoral (INE) que hiciera todas las elecciones.

En su momento, no me gustaba esa propuesta, porque creí que el diagnóstico era muy general, que realmente era muy diferente en muchos institutos, pues algunos en efecto habían sido cooptados por los gobernadores, pero no es cierto que sucediera en todo el país; y si el problema era ese, había que darle una receta acorde con el diagnóstico, es decir, cómo logramos reforzar la autonomía de los institutos locales. Entonces, a mí no me gustaba ni el diagnóstico ni la propuesta.

La verdad es que al final tampoco quedó la propuesta original del PAN ni del PRD, sino más bien una combinación, es decir, el IFE se convierte en INE, pero subsisten una especie de institutos, ahora no se llaman así, sino Órganos Públicos Electorales Locales, que van a venir a sustituir a los institutos. La gran diferencia es que ahora los integrantes, las cabezas de esos órganos públicos en vez de ser electos por los congresos locales van a ser electos por el Consejo General del INE.

Lo cierto, es que el INE tiene la estructura idéntica del IFE, no la cambiaron en nada. Le agregaron facultades y tendrá que crear algunas otras estructuras, realmente el INE es el IFE más nuevas atribuciones.

E: ¿Cree usted que con estas reformas, los mismos políticos que las promovieron van aceptar los resultados?

JW: Van o no a aceptar los resultados en la elección, pues eso no se lo puede contestar nadie. Vamos a ver, esperaría que paulatinamente todos nos fuéramos acostumbrando a que las elecciones se ganan y se pierden y que a veces se pierde por un muy escaso margen. Entiendo la decepción y a veces la furia de los perdedores, pero eso está en el código genético del método electoral. No pueden ganar todos y entonces ojalá más temprano que tarde todos los jugadores, todos los partidos, todos los candidatos aprendan a eso a ganar y a perder.

Antes de las elecciones del año 2000, el IFE invitó al entonces ya expresidente Felipe Gonzáles de España, él mismo le puso el título a la conferencia que fue a dar La aceptación de la derrota pilar del régimen democrático y en efecto es una formulación perfecta. El día que hay una elección nadie debe de preocuparse por la reacción del ganador, va a estar feliz y contento, siempre es más importante la reacción del segundo lugar, porque ahí hay esa tensión entre aceptar los resultados o acusar que algo anómalo sucede.

E: A partir del inicio de la administración de Jefe de Gobierno del DF de AMLO hasta nuestros días algunos intelectuales han mostrado su simpatía a la figura de este político. Por ejemplo personajes como Elena Poniatowska o el escritor Paco Ignacio Taibo II polarizan más la opinión pública con sus comentarios a favor de AMLO, ¿Usted qué opina al respecto?

JW: Pienso que todos, todo ciudadano, independientemente de su actividad, tiene todo derecho a apoyar al candidato al partido que quiera y en ese sentido como ciudadanos ejercen un derecho, ellos coinciden o comparten los planteamientos o creen en ese liderazgo y demás están en todo su derecho de apoyarlo.

Ahora bien, en términos más generales la actividad intelectual tiene que guardar una cierta distancia de lo que sucede en el mundo de la política. Es natural que en política los alineamientos a favor del gobierno o en contra del gobierno, a favor de un partido o en contra de un partido ordenen buena parte de la vida pública, eso es cierto. Pero en democracia, ahí donde existen diferentes diagnósticos, propuestas, no sólo de los partidos, sino de otros actores, por ejemplo, los poderes fácticos, las instituciones gubernamentales y las organizaciones civiles conviene una vida intelectual que se haga cargo de la complejidad y no simplifique lo que de hecho es complejo.

En ese sentido, requiere una democracia contar con la capacidad para juzgar cada una de las acciones del gobierno, como también de los opositores y tratar de desentrañar su sentido y su significado, eso conviene a la vida intelectual y a la vida política. Recuerdo al chileno Norbert Lechner, quien fue profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la UNAM. Lechner estuvo con la Unidad Popular, apoyó al presidente chileno Allende y luego del golpe de Estado se preguntó por el papel que jugó el mundo intelectual en esa situación. Y decía, palabras más palabras menos, quizá hicimos un flaco favor a la política y a la verdad, alineándonos acríticamente y no buscando, incluso en esas circunstancias fórmulas de distención. O sea, haber reproducido en la academia, en el periodismo las pulsiones que surgían de la política, sin guardar una cierta distancia, daba para repensar sobre el papel de los intelectuales en aquellas situaciones.

En ese momento ese razonamiento fue desgarrador, porque es una especie de autocrítica en una situación muy lamentable (todavía estaba Pinochet en el poder), pero que nos debe de hacer reflexionar, de cuál es el papel del intelectual y del analista en relación a la política.

E: ¿Qué significa en la actualidad ser de izquierda?

JW: Lo que define a la izquierda es su compromiso con la equidad social. La izquierda que a mí me gustaría es una capaz de compaginar eso con su compromiso con la democracia. La izquierda con la que me identifico es similar a la socialdemocracia.

La socialdemocracia es la corriente en el mundo que ha podido conjugar de mejor manera los dos grandes valores que puso en alto la modernidad: la libertad y la igualdad, esos pueden ser los ejes que orienten la acción de la izquierda. Por supuesto, tratar de construir una sociedad menos polarizada, más equitativa, más justa, que atienda a las necesidades de la gente sin suprimir las libertades.

E: ¿Usted qué recomienda a los estudiantes universitarios así como a los ciudadanos de izquierda, para evitar que su concepto no este asociado con personajes autoritarios como Ernesto Guevara o figuras de la extinta Unión Soviética?

JW: Les recomiendo que lean a Norberto Bobbio, un hombre de izquierda y reflexionen sobre las experiencias de la extinta Unión Soviética, China, Corea del Norte y Cuba porque al final resultaron regímenes no sólo autoritarios sino que ahogaron a sus propias sociedades al creer que un partido encarnaba en su ideario todos los valores positivos y el resto eran sólo antivalores. Entonces, por ello considero que el libro “Qué es el socialismo” de Bobbio es un buen esclarecedor en estos temas.

E: ¿Qué opina de académicos mexicanos como Roger Bartra o Luis Gonzáles de Alba, quienes insisten en no dejar a un lado el uso de la razón al momento de criticar a políticos que se consideran de izquierda, pero sus razonamientos no llegan a ser del agrado de todos?

JW: Están en su derecho. Todo aquel que escribe sobre política debe de estar seguro de que eventualmente puede haber gente que simpatice con sus planteamientos y personas a quienes no les gusten, eso es normal. Pero ahorita que habla de estos dos autores, les sugeriría que no se priven de leerlos, leerlos no hace daño, porque sus reflexiones son interesantes, importantes, fundadas y además son dos figuras con trayectorias más que meritorias.

En el caso de Luis Gonzáles de Alba les recomiendo que lean su primer libro “Los días y los años” ya que es un documento autobiográfico fundamental para entender el movimiento estudiantil de 1968, vale mucho la pena y a quien no le guste que no lo lea, tampoco nadie está obligado.


Foto: Wikipedia




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17 de marzo de 2015

POESÍA ENTRE PAPEL Y SILENCIO


Por Paola Adriana Cerón Monroy
México (Aunam). Ataviado con chaqueta negra, pantalón y camiseta del mismo color está Fausto Leyva sentado al frente de la sala. Seleccionó en modo formal su ropa para la ocasión especial, dejó suelto su prolongado cabello castaño lacio para dejar entrever que no es un escritor común que se apega a las reglas de la poética. Los pómulos se le ensanchan y sus cachetes se vuelven más voluminosos conforme da inicio a la lectura de El silencio de la noche. Pronuncia la oración final de lo que tituló “Tengo miedo” y por un instante, el silencio reina en la habitación. El público tarda en darse cuenta que el recital del primer poema ha terminado.

A su lado, Oliver Miranda, director General de la Revista Infame, presenta también su primer libro de creación literaria: Hombre de papel. El escritor entrelaza sus manos constantemente a causa de los nervios y contesta ante la curiosidad del público por saber de dónde proviene su afán por la escritura. “Escribo para callar demonios, sanar viejas heridas, silenciar fantasmas. Es un lugar en el cual me puedo encontrar tal cual soy y sentirme en paz”.

En segundos a la sala parecen faltarle más sillas donde los escuchas puedan acomodarse. El dúo de poetas sonríen al confirmar que subestimó la asistencia a la presentación del libro; sin embargo, esa curva en su rostro poco a poco se borra al notar que la mayoría del público presente ha asistido por la fuerza. Sobre todo, parece sorprenderlos que la corta edad de los asistentes no les alcanza todavía para entender el amor, el vacío y la soledad como ellos la describen.

“Cautelosa, sobre este cuerpo desecho postras tu belleza desnuda, me silencias con un beso aletargado, la sangre hierbe entonces. Surcas mi cuello y el pecho con tus labios, muerdes el deseo, te aferras a mi costillar mientras tu lengua estruja mi pene”, recita Fausto mientras que su voz se quebranta y vuelve a levantar el tono en un ir y venir constante.

Oliver Miranda y Fausto Leyva. Foto: Paola Cerón

Sus poemas provocan murmullos entre dos niñas del público. Sobre su frente se puede notar una tupida salpicadura de volcanes brillosos a punto de explotar, indicio de que aún desconocen lo referente a la sexualidad. “Tomo tus senos para devorarlos, cuelgas de mi cintura con tus piernas, tus hermosas piernas, tienes un sexo desbordado, gimes y arrancas de mi espalda la soledad”. Su rostro se colora de rojo y pareciera que el color de los granos sube de tono. Se ríen y se esconden ante la mirada del sexo opuesto.

Oliver Miranda intentó cambiar el rumbo de la lectura hacia lo romántico pero con aquello tampoco se identifica el público. Los cuchicheos, las risas y alguna que otra queja revelan el desfase de experiencias de la cual es víctima la sala y el trabajo de los poetas. Su gesto se torna duro y determinante. No es que se avergüencen de escribirle al amor o al sexo de una de sus mujeres sino resultó totalmente inesperado estar frente a un grupo de espectadores que saben, no los entiende del todo.

“¿Alguna vez han encontrado un libro con el cual se sientan plenamente identificados? De esos que parecen ser un espejo de ti que alguien más escribió”, dijo Fausto Leyva al concluir la sesión de lectura en voz alta, como forma de despedida ante los jóvenes presentes.





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RONALDINHO Y ROQUE: CRACKS DEUDORES

Por Héctor Alfonso Morales Jurado
México (Aunam). Ronaldinho y Roque Santa Cruz llegaron con un cartel de figuras internacional. En México, la etiqueta de “cracks” se les ha caído, pues su productividad aún está lejos de cumplir con las expectativas que generaron. El brasileño, quien alguna vez fuera considerado como el mejor futbolista del mundo, ha dado más de qué hablar por sus fiestas y asuntos extracancha, que por su aporte con el Querétaro, club en el que gana dos millones dólares al año.

Desde que llegó al futbol mexicano (septiembre 2014), “Dinho” ha jugado 14 partidos de Liga con un aporte de tres anotaciones (una de tiro libre, otra de penalti y la tercera en jugada). Números que impidieron a los Gallos Blancos clasificar a la Liguilla del Apertura 2014. Para el actual Clausura 2015, los emplumados ocupan la penúltima posición con ocho unidades de 30 disputadas.

El técnico de los queretanos, Víctor Manuel Vucetich decidió marginarlo “por decisión técnica” del partido contra Toluca el domingo pasado.
Ronaldinho se perdió toda la pretemporada de su equipo, debido a que se encontraba –de acuerdo a la directiva de Gallos- en la solución de “problemas personales”. Pero en su cuenta de Twitter, el otrora astro presumía de sus reuniones sociales y comerciales, mientras sus compañeros se encontraban en preparación para encarar este certamen.

El paraguayo Roque Santa Cruz es otro caso de un “crack” deudor en el balompié nacional. El delantero llegó a Cruz Azul con el antecedente de haber militado en el Bayern Munich de Alemania o el Manchester City inglés. Por lesión, ha participado sólo 275 minutos de los 900 posibles en el Clausura 2015. Apenas ha dado una asistencia de gol (jornada uno vs. Pachuca) y el fin de semana pasado frente al León falló un penalti.

“Los goles por el trabajo del grupo, pero no hemos estado muy finos que digamos, y pronto caerán. El Cruz Azul es un equipo grande, mediático, donde las exigencias y la ambición son muchas y este equipo seguirá creciendo”, promete el ariete cementero. Hasta la fecha 10, se habla de otros jugadores como los goleadores Julio Furch (Veracruz), Matías Alustiza (Puebla) o Fidel Martínez (U. de G.). La etiqueta de cracks con la que llegaron Roque Santa Cruz y Ronaldinho parece que se les cayó en México.



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16 de marzo de 2015

REUNE LA MOLE COMIC CON A FANÁTICOS DEL COMIC

Por Valeria Monserrat Pioquinto Morales
México (Aunam). El evento de cómics, videojuegos y cine, la Mole Comic Con, fue nuevamente el escenario para que coleccionistas y fanáticos de la industria de la historieta norteamericana. Por espacio de tres días, los asistentes tuvieron la oportunidad de disfrutar de stands, invitados, conferencias y actividades relativas a este pasatiempo.

La convención contó con la presencia de casi un centenar de artistas y escritores de cómics entre los que destacaron Greg Capullo, actual dibujante del cómic Batman; la escritora Gail Simone; el entintador Joe Rubinstein; Stanley Lau “Artgerm”, ilustrador; y Humberto Ramos, dibujante de The Amazing Spider-Man. Igualmente, se contó con la presencia del actor Sam J. Jones, protagonista de la cinta de culto Flash Gordon.

El evento también incluyó stands temáticos oficiales de Disney, Avengers: Age of Ultron y Star Wars, así como espacios para la venta de comics y otros artículos alusivos, concursos de cosplay y pláticas con los invitados internacionales acerca de su trabajo. De igual forma, el evento preparó seis ediciones conmemorativas de los cómics Batman, Deadpool, The Amazing Spider-Man y Spider-Gwen con portadas exclusivas para la convención y un tiraje limitado.





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