PSEUDOMATISMOS: CUANDO LA TECNOLOGÍA SE VUELVE ARTE

Empaquetamiento de esferas. Foto: Viridiana Morales Ortigoza

Por Guadalupe Viridiana Morales Ortigoza
México (Aunam). La sala se ilumina. El ritmo de los latidos del corazón de quien interactúa directamente con la obra, marca el ritmo de las bombillas que encienden el lugar, como si se tratara de algún film. Mientras, todos miran asombrados ese espectáculo de íntimas luces. Sí, se trata de Almacén de corazonadas, obra de Rafael Lozano. Pertenece a Pseudomatismos, exposición que actualmente se presenta en el MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo).

Lozano presenta por primera vez una exposición de su autoría en México. A lo largo de varias salas, muestra su visión de cómo funciona la relación humano-tecnología. Y, a su vez, de cómo interactúan los seres humanos entre sí por medio de la tecnología, como si fuera una mediadora en la relación.

¿Se imaginan respirar, por elección propia, el mismo aire que han inhalado y exhalado cientos de visitantes? No hace falta imaginarlo, una pieza de esta muestra permite respirar esa brisa, por supuesto no todos se envalentonan para entrar a la cámara donde se almacena ese ambiente.

Sin duda es de los momentos en que Rafael Lozano nos muestra la manera en que entre nosotros mismos, como personas, nos distanciamos por algo que hacemos, sin quererlo, a diario.

No cabe duda de que es una presentación íntima del artista. Pensemos primero en su obra número 43. Originalmente la exposición contaba con 42 piezas para presentar. Sin embargo, Lozano decidió crear y poner a la vista de todos, una obra inspirada en los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.

En lo particular, considero que busca poner al centro a estos jóvenes para no ser olvidados. Recordemos que esta pieza se encuentra justo en la entrada del museo, para que todos puedan contemplarla, ¿coincidencia?

Rafael Lozano es un artista que siempre está en búsqueda de adaptar algún aspecto de los países que visita en alguna de sus creaciones con la intención de resaltar esa característica. Esta ocasión nos presenta una pieza que resulta impactante, más a nosotros como mexicanos.

Se trata de una línea conformada por una serie de bocinas. No es al azar la forma en que están puestas. Se acomodaron conforme el índice de asesinatos por cada cien mil habitantes, en primer lugar se encuentra el país que menos homicidios presenta y, al final, el país donde la situación es más intensa.

Pabellón de ampliaciones. MUAC, 2015. Foto: Viridiana Morales Ortigoza.

México, desde luego, no se encuentra entre los primeros lugares. ¿Quieres saber dónde se ubica exactamente? Te invito a descubrirlo ya que, cuando lo encuentres y te pares frente a la bocina con el nombre de nuestro país, podrás escuchar reproducirse nuestro himno nacional. Esto se debe a que Lozano dispuso sensores de movimiento frente a cada bocina y, en cuanto detectan movimiento, reproducen los himnos nacionales de cada país.

Pseudomatismos también contiene una obra que resulta en extremo original, Pabellón de ampliaciones. Se trata de una cámara gigante, donde en sus paredes se proyecta la imagen ampliada de quienes se encuentran dentro de la sala. Esto es posible gracias a detectores de movimiento y cañones que reproducen la imagen de quien se encuentre bajo la lente de dichos sensores, de ese modo, su imagen se reproduce a gran escala.

Más de uno se encogió de hombros y sonrojó un poco al mirarse en las enormes paredes de la sala. Resulta extraña la forma en que enfocan tu rostro y lo muestran en todo el lugar, pues se torna incómodo que te exhiban de esa forma ante el resto de los visitantes.

Esta parte de la exposición, sin duda alguna, nos hace reflexionar acerca de la forma en que somos vigilados constantemente. Considero que se trata de una alegoría sobre los llamados panópticos. Como si cada lugar donde nos detengamos, se convirtiera en un tipo de prisión donde existe un ojo que todo lo ve, nos mira y vigila constantemente sin posibilidad alguna de escapar de aquella cárcel.

No se puede dejar de lado el mencionar Letras que se esfuman. Se trata de otra sala grande, donde en una de sus paredes se proyectan dos notas periodísticas al mismo tiempo. Cada uno de estos escritos se proyecta conforme se publica en sus diferentes fuentes, ya sea que provengan de alguna agencia periodística o un medio que produce su información. En cuanto se tiene una nueva nota, la anterior desaparece para abrirle espacio a la nueva.

Cuando el visitante se coloca frente a los proyectores que reproducen las notas, tanto las letras del texto, como la imagen del espectador, comienzan a difuminarse, en especial las primeras.

Esto nos invita a reflexionar acerca de lo efímera que resulta ser la información actualmente, de cómo con el paso de los minutos se difumina entre las nuevas noticias. Hablamos de notas sobre gente que sufre, muere, como a mí me tocó leer. Sin más, la historia se disolvió entre las letras de la nueva nota. Da a entender que la historia de vida del resto se reduce a eso, a nada.

¿Qué se necesita dentro del periodismo, de la sociedad en general, para poder lograr la producción de información que perdure más? Sin dar explicación a sus obras, Rafael Lozano deja a libre interpretación las piezas que presenta en esta increíble exposición. Es totalmente apta para todo el público. En especial para aquel que guste de exposiciones donde no sólo se contemple y reflexione la obra que está frente a sus ojos, sino que interactúe con ella.

Se trata de una presentación donde, para que el arte nazca, resulta vital la interacción del público con las obras. El visitante está al centro de las piezas, con él, toman sentido. Esta exposición estará abierta hasta marzo del próximo año, así que aún hay tiempo de asistir y disfrutarla.

Pseudomatismos. Rafael Lozano-Hemmer. MUAC, 2015. Foto: David González

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