PÁJARO DÁVILA: DEBUT TARDÍO, PERO EFECTIVO


Por Gerardo Padilla
México (Aunam). Faltaba apenas una semana. Estaba concentrado en su próxima pelea. El suelo del gimnasio donde entrena empezaba a ser resbaloso, las gotas de sudor no le permitían una preparación continua y constantemente se pasaba un trapo para secar. Así es como Alejandro Dávila Cardona, conocido como Pájaro en el mundo del box, se preparaba para su doceavo combate profesional, en el embudo de Perú 77, en la emblemática arena Coliseo, frente a Brandon Pérez; más tarde, saldría victorioso tras ocho rounds.

Días antes de la función “Reyes del Knockout“, en entrevista con Aunam, Pájaro hace un autoanálisis y sabe que una de sus debilidades es golpear abajo (ganchos al cuerpo y al hígado), mismos que está practicando con su entrenador Miguel Baro para mejorar y ponerlos en práctica.

Como parte de su preparación ha tenido que hacer diferentes tipos de entrenamiento: algunos en los bosques de Viveros y otros de sparring, entre ellos el del 13 de octubre frente a Cotto Vidales, quien le conectó varios golpes. “De un madrazo sentí hormigueo en el brazo”, reconoció Pájaro Dávila.

Así es como el boxeador que habita en la colonia Lindavista, al norte de la ciudad de México, buscará conseguir su victoria número 12. Presume un record invicto (11-0) y cinco victorias por knockout.

Con el don desde pequeño

Pájaro Dávila recuerda cómo fue su infancia, cuando veía que tenía un don especial para las peleas en el barrio, con sus amigos y principalmente con sus hermanos.

“Siempre fui peleonero. Me la pasaba peleando con mis hermanos, salía de mi casa y me peleaba con los de mi edad. Me iba bien y tuve mi famita de peleador”, comentó al mismo tiempo que en su rostro se veía una sonrisa.

Desde pequeño tenía ese sueño: ser boxeador profesional. Pero su familia prefería que se dedicara a los estudios. Alejandro Dávila cursó ingeniería civil en el Instituto Politécnico Nacional, aunque reconoce que eso no era lo suyo: “nunca fui estudioso, fui huevón para estudiar”. En quinto semestre se encontró con una gran dificultad: Mecánica de suelos, materia que reprobó, posteriormente la recursó y obtuvo el mismo resultado.

Mientras era estudiante, uno de sus amigos le hacía ver su opinión: no veía a Pájaro como ingeniero, sino como boxeador. Aunque Dávila creía que ya se le había ido el tren, pues algunas personas que lo conocen le decían que ya estaba grande para dedicarse de lleno al boxeo, ya que la mayoría iniciaba desde muy jóvenes.

Su amigo le recomendó que dejara la escuela y se pusiera a entrenar box, que es lo que realmente le gusta. Dávila optó por hacerle caso y se dedicó completamente al boxeo amateur.

Debut tardío



Uno de los obstáculos a los que se enfrentó fue conseguir una oportunidad para debutar como boxeador profesional. A lo largo de los años, ha entrenado con varios entrenadores, entre los que destacan Ignacio Beristáin y Miguel Ángel “Ratón” González, ellos y sus respectivos gimnasios reconocidos mundialmente.

Con ellos, Pájaro no tuvo la oportunidad de presentarse en una arena como profesional. Dávila quería ser inscrito en el torneo Los guantes de oro, del que han surgido grandes campeones mundiales, aunque las negativas fueron las constantes debido a su edad.

“Inscríbanme al torneo”, decía Alejandro a sus entrenadores, “como me veían grande, me daban el avión. Me pedían dinero para mis copias, les daba diez pesos, pero nunca me las daban, no me inscribían y no me hacían caso”. Y “nunca me pelaron.”

Recibió la motivación que necesitaba cuando viajó a Cancún, donde vive su hermano. Allá conoció a un entrenador cubano y éste puso a hacer guantes a su alumno estrella contra Dávila. El resultado fue positivo para el originario del Distrito Federal.

Pájaro recuerda cómo terminó esa pelea: su rival le dio un cabezazo al término del round. El entrenador cubano le dijo que su alumno se había enojado porque nunca le habían pegado tanto, lo cual significaba que Alejandro tenía gran habilidad para los golpes.

Dávila tuvo que regresar al Distrito Federal, su entrenamiento en ese momento era con Ignacio Beristáin. No había avances para su debut, pero en otro viaje a Cancún le recomendaron a Miguel Baro, otro cubano que empezaba a hacerse de un nombre como entrenador.

Alejandro Dávila optó por unirse a las filas de la Escuela Cubana de Boxeo Baro hace tres años, aunque ya era boxeador amateur, el entrenador cubano le dio la oportunidad de debutarlo profesionalmente. La presentación profesional del pugilista capitalino fue en el torneo del Cinturón de oro. “Torneo al que me inscribía Baro, torneo que ganaba”.

El curriculum de Dávila Cardona presume el triunfo en los torneos de los Guantes de oro, en 2013, y Cinturón de oro, en 2014.

El debut profesional le llegó a los 25 años de edad, actualmente tiene 27, pero su récord no se ha visto afectado por la edad, debido a que pelea aproximadamente cada dos meses, lo cual es destaca porque, está seguro, no le serviría de nada llegar a los 30 con tan pocas peleas. Por otra parte, sabe que pelear seguido le impediría el descanso requerido y recuperarse de algún golpe.

Reconocimiento


Alejandro Pájaro Dávila está reconocido como uno de los pugilistas jóvenes con gran futuro. Los logros conseguidos en los torneos le han permitido que, sobre todo su familia y amigos, le reconozcan como buen atleta y boxeador.

Algunas empresas se han interesado en la carrera de Dávila, entre ellas Casa Cravioto Ferreterías, que decidió patrocinarlo. “En el boxeo toda va súper bien. Tengo patrocinadores”, añadió.

Preparación mental

Alejandro Dávila se pone muy pensativo antes de cada pelea, normalmente dos días antes; pero donde más se manifiestan sus nervios es en las arenas, aunque trata de tranquilizarse, pues sabe que entrenó suficiente para salirse con la victoria.

“Trato de pensar cosas positivas. Si pienso algo malo lo saco, y me digo que voy a ganar, lo voy a noquear”. El entrenamiento es fundamental para Dávila y cualquier peleador, porque brinda “confianza buena, sin subestimar al rival”, añadió.

Así es como Alejandro Dávila se prepara, sin dejar de lado sus objetivos a mediano y largo plazos: primero, mantener este nivel que posteriormente lo catapultaría a la búsqueda de un campeonato mundial y ganarlo.



Fotos: Facebook Alejandro "Pajaro" Davila


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