RITUALES DECEMBRINOS, RUMBO AL 2015


Por Fernanda Espinosa
México (Aunam). Camino hacia la calle de Decorado 266, se aprecia una casa color chocolate en la cual se impartiría el Curso de prosperidad para el recibimiento de la Navidad y el Año Nuevo. Al tocar el timbre de la puerta, entrar y llegar al cuarto correcto, resultó que ya no quedaban otros lugares para acomodarse, así que en una barra de granito con bancas pasaron a las personas que faltaban.

Silvia Mazarriegos, astróloga y encargada de impartir el curso, dijo que el 2015 al sumarlo, daba como dígito el número 8, el cual representaba la abundancia y que e color del año sería el rosa, que significaba amor universal.

Después de este comentario, expresó que el curso constaría de cinco rituales que se conectarían con los cuatro elementos de la naturaleza: aire, tierra, agua y fuego. Posteriormente, comenzó con lo primero que se elaboraría, éste fue el llamado Sachet del amor y donde el elemento en conexión fue el fuego. Su tarea principal es ayudar a fortalecer el amor a uno mismo y al amor de pareja (cuando se tenga).

Los ingredientes que se usaron con la indicación de sus funciones y su respectivo procedimiento, fue el siguiente:

Rosas rojas, que ayudan a la energía del amor, la sensualidad, la delicadeza y saber poner límites (a través de las espinas), y canela, que representa la pasión y la fuerza. Se toma un pequeño montón de ambos ingredientes, se colocan separados en un plato, se encantanr las rosas mediante la oración y posteriormente hacer lo mismo con la canela; se junta y tritura todo (con un mortero o con la mano), y se deposita en un costalito color rojo.

La oración que se usó para hechizar los componentes y que se utilizó para los demás rituales: “Yo (nombre completo) pido a los espíritus y poderes de (nombre de la planta que se vaya a encantar) que despierten a mi llamado, que despierten, que despierten, que despierten y traigan a mi vida y que sea para el más alto bien”. Algo importante que señaló la astróloga , es que a los ingredientes se les debía quitar las ramas y solamente dejar las flores, pues ahí se encontraba la esencia de éstas.

Una vez finalizado el primer ritual, se dio paso al segundo, el cual se llamó Polvo de los deseos, aquí el elemento en conexión fue el aire.

Los ingredientes fueron los siguientes: Flores amarillas (rosas o girasoles, y solamente los pétalos), para atraer alegría y optimismo; manzanilla, que atrae el éxito, la luz, el brillo y la energía de las hadas; romero, porque rompe cualquier energía negativa, coco rayado, para limpiar, abrir caminos y proteger los deseos que se pidan, y canela en polvo, pues da impulso y fuerza para que el deseo se concrete.

Se colocan por separado, un montoncito de cada cosa y encantarlos mediante la oración empleada en el primer ritual, para igualmente juntarlas, triturarlas y finalmente depositarlas en un costal de color verde.

Luego, el tercer ritual, Sachet de la salud, cuyo elemento en conexión fue la tierra, Se utilizaron romero, proporciona fuerza y armonización; lavanda, da energía para tranquilizar y relajar, y pino, que brinda salud física y fortaleza.

Posteriormente, se quitaron las ramas y se dejaron solamente las hojas y las flores. En un plato se colocaron y se separaron montoncitos de cada cosa. Enseguida se agarró cada planta y se expresó la oración, pidiendo un deseo.

Una vez que se encantó cada planta, nuevamente se juntaron y se trituraron, para depositarlas en un costal, con la diferencia de que el saco se debió amarrar siete veces. Ya que se efectuó esto, nuevamente se pidió un deseo y la guía del curso hizo hincapié en que se debía de colocar en el baño y dejarlo hasta el 2 de febrero.

Se prosiguió con el cuarto ritual y el cual se llamó Vela de la abundancia, en donde el elemento en conexión fue el aire. Los ingredientes fueron los siguientes: romero, coco, manzanilla, flores amarillas y canela.

Al tenerse ya todos los ingredientes, al igual en que los dos rituales anteriores, se tomaron montoncitos de cada uno y se pusieron por separado en un plato. Se encantaron y se expresaron peticiones por cada componente. Finalmente se juntaron y trituraron.

En la vela, se puso el nombre completo (sin abreviaturas) en espiral, de abajo hacia arriba con un palillo de madera. Después se embarró la vela con aceite, comenzando por el pábilo hasta la base de ésta (se puede usar aceite de oliva o aceite de cocina pero de preferencia que sea lo más puro posible), se empanizó con los ingredientes (ya triturados) y en el pie de la misma, se trazó con el palillo una estrella de David o una cruz.

El quinto ritual se llamó Semillas de la abundancia y el elemento en conexión fue la tierra. Antes de pasar con las sustancias, la señora Silvia Mazarriegos hizo algunas aclaraciones fundamentales y las cuales consistieron en que, al terminar el ritual, se debían colocar las semillas en un frasco, en la cocina (específicamente la alacena) a partir del 21 de diciembre; ya que es el inicio del Solsticio. Y también que el 21 de diciembre del próximo año, se debían regresar a la tierra, ya sea en una maceta o depositarlas en un jardín y agradecer por los servicios y beneficios que brindaron.

Después de esto, se dio paso a los ingredientes: arroz., que sirve para la purificación; trigo, para la abundancia; frijol o maíz morado, para el contacto con la espiritualidad; semillas de girasol, ayudan a ver la luz en todos lados; lentejas, por representar el dinero, la abundancia material; frijol rosa, para atraer el amor; frijol negro, para la protección; maíz amarillo (pueden ser maíz palomero), que representa la luz y la fuerza del Sol.

También se utilizaron chile seco (cualquier tipo), para tener protección y atraer la abundancia; canela, que da fuerza ante una difícil circunstancia; orégano, ayuda a la protección y purificación espiritual, anís y anís estrella, sirven para el éxito y la buena fortuna; chocolate en barra (también pueden ser monedas o cualquier tipo de chocolate), pues proporciona dulzura y estabilidad; cascabeles; un listón rojo; un frasco de vidrio, y una charola de plástico o vidrio.

En la charola se colocaron todos los ingredientes y posteriormente, cada persona del público asistente, lo revolvió solicitando los deseos que quisieran. Después, ya individualmente, se pusieron tres cascabeles en el listón rojo y alrededor del frasco, a manera de que pudiera abrirse, se amarraron los cascabeles. Al concluir lo anterior, se hicieron tres nudos más en torno al envase y por cada nudo se volvió a pedir un deseo y finalmente, se rellenó con los ingredientes que anteriormente se mezclaron.

Tips para la decoración del árbol de Navidad

Silvia Mazarriegos dio algunos tips para los adornos del árbol de Navidad y su significado. Mencionó que no bastaba simplemente con ornamentar un árbol, sino que cada cosa implicaba algo al igual que en la ofrenda a los muertos.

Indicó que un árbol de Navidad debía tener cosas de color azul, pues representaba el agua y el agua purificaba. También trocitos de canela amarrados a un listón rojo, si se quería atraer el amor. Los objetos de color verde (aquí va incluido el árbol o pueden ser frutas deshidratadas) ayudaban a que los deseos se concretaran, se preservara la salud física y representaba la fortaleza.

Igualmente, las luces o los objetos de color rojo; ayudaban a traer los cambios que se quisieran en la vida y representaba el elemento del fuego. Ulteriormente dijo que el árbol de Navidad debía tener pie o base, pues representaba la estabilidad, simbolizaba las raíces y el soporte para que los deseos se realizaran. Y finalmente expresó, que era necesario que tuviera una estrella, pues ésta al tener una punta representaba la materialidad y el círculo que cerraba las peticiones que se hicieran.

Rituales para el Año Nuevo

Otro ritual que proporcionó fue comprar una botella de agua (o rellenarla con agua de la llave) pasarla por todo el cuerpo (la botella cerrada) y efectuarse antes de las campanadas del Año nuevo, para posteriormente tirarse lejos de casa. Y el último ritual que dio fue, el acostarse en un pasto con la menor cantidad de ropa posible, para que el cuerpo estuviera directamente, en contacto con éste. Después, se debía visualizar que salían raíces del cuerpo, para que eso absorbiera todo lo que se quisiera desechar. Y para concluir, imaginar que una luz rosa empezaba a subir desde esas mismas raíces hasta invadir todo el cuerpo.

Para terminar el curso, Mazarriegos agradeció la asistencia al mismo, deseando felices fiestas decembrinas al público y anunciando que cada estación del año, ella sigue haciendo más cursos; siempre brindando precios accesibles y que también puedan conseguirse fácilmente los ingredientes para realizarlos en el hogar.

Después de esto, la gente pagó el curso con un costo de 182 pesos y al salir de la casa color chocolate, se pudo comprobar que sin importar la época en el que se encuentre uno, muchas personas efectúan algún tipo de ritual para el cumplimiento de sus peticiones, especialmente en la víspera del año venidero.



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