EN EL OASIS

Por Emiliano Vela Aguirre
México (Aunam). “Soy ateo gracias a Dios” es una de las frases que mi abuelo repetía constantemente y que transmitió a sus hijas. Al crecer en una familia donde se recuerda dicha filosofía, no debe resultar sorprendente comprender que nunca he estado apegado a la praxis de una fe religiosa. No obstante, las tradiciones perduran y aproximadamente a los 15 años comencé a utilizar el término “católico por tradición” cada vez que alguien me cuestionaba sobre mi religión; estas habían sido las palabras de mi madre al explicarme porqué había sido bautizado en una iglesia católica para coincidir con los deseos de mi abuela, mas no por una verdadera convicción de que me educara en el catolicismo.

Al estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) me he encontrado con posturas opuestas acerca de la religión con respecto a la ciencia. Desde profesores que sostienen que “quien estudia una licenciatura, debe investigar científicamente, y por lo tanto, no debe de estar infectado con el germen de la religión”, hasta los que consideran que “Dios esta inclusive en la ciencia y en la Biblia también se encuentra la ciencia”. Perspectivas prácticamente opuestas en una misma institución que vuelven necesario reflexionar sobre las mismas.

Al mismo tiempo que estas posturas se presentaron durante mis primeros meses en la universidad, tuve la fortuna de conocer a quien se convertiría en una de mis mejores amigas de la UNAM quien se considera una fiel practicante de la iglesia cristiana. Luego de diferentes conversaciones con ella, la deducción a la que uno puede llegar es que el mundo esta lleno de diferentes perspectivas pero no de conclusiones; asimismo, que debe existir algo que provoqué que los jóvenes sigan asistiendo de manera voluntaria a una iglesia como Oasis: Refugio de Gracia de la cual es integrante Georgina García. Esto, en sus palabras “es la búsqueda de sentido”.

¿En qué creo?

Al ejercer la labor periodística, uno debe comprender primero el tema que pretende dar a conocer a los demás. Evidentemente, al no ser educado religiosamente y menos en el ambiente cristiano, me era muy difícil comprender a quienes tienen una ferviente creencia en Dios. Estoy seguro de no ser la única persona que puede tener este problema; por lo tanto, antes de conocer cómo y por qué los jóvenes asisten a la iglesia Oasis: Refugio de Gracia, es importante comprender en qué creen y cómo es que ellos ven a Dios y su función en el mundo.

En Oasis las actividades de culto se realizan cada Domingo y se dividen en tres momentos: La enseñanza bíblica, la Alabanza, y la plática de la semana. De acuerdo con miembros jóvenes de la iglesia, es durante la enseñanza bíblica donde chicos y grandes se nutren de “la palabra de Dios” y tienen la oportunidad de conocer más profundamente el sustento de su fe. Dicha actividad es impartida por el Pastor Arturo Gómez y en esta se permite el uso de la palabra a los fieles para compartir dudas y comentarios acerca del tema tratado. Es por esto que la dinámica se vuelve rica en cuanto a la comprensión de las sagradas escrituras.

Georgina García, o Gina como es mejor conocida en su iglesia, explica: “Yo considero que es importante que antes de entrar de lleno (SIC) a lo que nosotros creemos en la iglesia, es importante explicar que al ser parte de una iglesia todo en lo que crees con respecto a Dios esta ligado a la Fe; Dios como algo omnipresente, es decir, que se encuentra en todas partes pero que no lo puedes ver terrenalmente. Asimismo, que Dios está siempre en busca del hombre y que, por tanto, Dios te ama primero antes de que tu lo ames a él. Una vez que como persona comprendes esto, considero que es más fácil entender en lo que creemos y por qué creemos en ello.”


Dicho lo anterior, resulta más amigable ahora escuchar que para Oasis existen dos propósitos principales. El primero refiere a la relación de Dios con respecto del hombre y dicho propósito es que Dios logre restituir la relación que tenía con el hombre antes de que este último conociera el pecado y se alejara de él. De acuerdo con esto último, el segundo propósito de los miembros de Oasis (y en general de los cristianos) es el de extender el mensaje que dejó Dios en el mundo para conseguir restituir su relación con el hombre.

No obstante, Luis Monteon, visitante de intercambio entre congregaciones hermanas, afirma estar de acuerdo con la cuestión de la creencia en la fe y con los propósitos de Oasis; sin embargo, para él es importante entender también por qué se busca a Dios. Él considera que en la filosofía se puede encontrar de diferentes maneras una respuesta al por qué de la búsqueda de Dios, y lo expresa de la siguiente manera.

“Creo que la búsqueda de Dios proviene de la necesidad del hombre de un propósito, de algo más que lo que la vida terrenal y material te puede dar; C.S. Lewis decía Todos los hombres tienen un hueco en el corazón con la forma de Dios. Es algo que todos tenemos de alguna forma, aunque algunos no lo queramos ver, es un anhelo de Dios, de algo espiritual que se encuentra siempre en los hombres. Inclusive Freud hablaba de la búsqueda constante de placer en el hombre; la diferencia con la religión es no entender el placer solo en su sentido sexual, sino en todos los demás sentidos.”

Para contrastar con las perspectiva estos jóvenes, las palabras que nos brinda Silvia Molina, catedrática e investigadora de la UNAM en ciencias sociales, son interesantes:

“Lo que yo te puedo decir es que como cristiana creo en Dios porque me permite tener una relación con él, sin alejarme de mi pasión por la investigación en las ciencias sociales.

Con lo que no comulgo es con la tergiversación de la religión o de la ciencia. En los evangelios también se encuentra la ciencia; no es la misma ciencia que comúnmente se nos explica en la Universidad, pero la hay. Esta ciencia se refiere al conocimiento puro, simplemente que a través de la presencia de Dios en cada uno de nosotros.”

Poniendo este tipo de diferencias individuales de lado, en lo que coinciden en general los jóvenes de Oasis es que al ser creyente “tienes lo que Dios desea para ti y que tiene asegurado; te da un propósito de vida que puedes construir si te decides a vivir tu vida con él”. Asimismo, según explica Gina, “Dios nos ama a todos por igual pero los que somos creyentes sentimos realmente que somos sus hijos debido al sacrificio que hizo Jesucristo por nosotros.” De acuerdo con estos jóvenes “Todos somos pecadores, porque cometemos errores, si no no necesitaríamos de Dios; simplemente no hay que radicalizar el concepto de pecador al peor escenario. Más bien, se trata de entender que no somos perfectos y que día a día y con el apoyo de Dios podemos ser mejores”


¿Por qué alejarse?


En un estudio realizado en 2011 por Grupo Barna, empresa encargada de la investigación en iglesias y organizaciones sin fines de lucro en Estados Unidos, se cuestiono acerca de las causas del alejamiento de los jóvenes de la iglesia cristiana y se obtuvieron las siguientes respuestas:

“Los jóvenes dieron las siguientes razones, de porqué salieron de las iglesias: (1) La iglesia es sobreprotectora. (2) El cristianismo es superficial. (3) Las Iglesias se presentan como antagónicos a la ciencia. (4) Las iglesias cristianas son a menudo simplistas, prejuiciosas con la sexualidad. (5) Las iglesias luchan con la naturaleza exclusiva del cristianismo. (6) La Iglesia se siente hostil respecto a los que dudan.”

Es importante retomar este estudio ya que según una estadística del Foro Pew de Religión y Vida Pública de 2011, afirma que Estados Unidos es el país con mayor población cristiana del mundo; asimismo, según el mismo documento, México se posiciona como el tercer país con mayor población con esta fe religiosa sólo por debajo de Brasil.

Ana Palacios, integrante del grupo juvenil de Oasis opina que “las respuestas que los chavos (SIC) contestaron en este estudio me parecen sorprendentes; creo que lo más importante antes de juzgar, es comprender que el contexto en el que viven es totalmente diferente al nuestro.” Habría que recordar que en Estados Unidos la mayor población cristiana no se encuentra en las metrópolis, sino en zonas menos concurridas.

Agrega Ana “En mi caso estas respuestas no se identifican con mi experiencia en la iglesia, y mucho menos en Oasis. En efecto, hay temas como la sexualidad que son más difíciles de tratar, pero no prohibidos. Por ejemplo, el tema del alcohol es también muy polémico, la gente que no conoce realmente nuestra religión cree que tomar es un pecado; cuando en realidad lo que es un pecado es embriagarse y perder el control de uno mismo.”

Por su parte, al mostrarle a Gina los resultados del estudio, se mostró más interesada por la parte de la oposición entre la ciencia y la religión: “Para mí la parte de la ciencia y la religión ha sido un tema que me ha acompañado durante gran parte de mis estudios, creo que en parte es por la escuela en la que estudio, la UNAM. A veces los compañeros e incluso los profesores creen que si quieres estudiar no debes de tener una fe religiosa; para mí son dos cosas diferentes y no deben interferir una con otra. Si bien tengo mis creencias muy bien arraigadas, no significa que no tenga la inteligencia para entender temas que no tengan que ver con Dios.”

Asimismo, considera que Oasis nunca le ha provocado conflictos con el hecho de estudiar en una escuela como la UNAM, situación que tampoco sucede con ninguno de los demás jóvenes de la iglesia que estudian en diferentes instituciones, inclusive de carácter privado.

Al reflexionar acerca de la situación que ha vivido Gina con respecto a la relación de su religión con la educación, resulta interesante conocer la perspectiva no sólo de un estudiante de la universidad, sino también la de un académico de dicha universidad para comparar y contrastar opiniones.

Silvia Molina, considera que la religión y la ciencia no están peleadas “en realidad la peleas son entre la ignorancia y el prejuicio”

Y añade “Si tu le preguntas a un cristiano que significa para él ser cristiano, lo más probable es que te conteste: mi relación con Dios; esto quiere decir que es una forma de entender y entenderse interna y externamente en todos los sentidos; Dios también es una forma de conocer.

Al impartir mis clases de Introducción al estudio de la Ciencia a menudo mis alumnos se confunden cuando les dejo de tarea leer un evangelio interpretado por un cantante de rock; les parece aburrido o incluso una imposición de mi parte.

No obstante, una vez que retomamos el tema en clase, me es posible explicarles que no trato de convertirlos al cristianismo, simplemente quiero que rompan con los prejuicios acerca de la religión y que comprendan que así como la ciencia, la religión es otra forma de conocimiento, tan es así que ha pervivido hasta nuestros días”

Con base en su experiencia, Gina y Ana coinciden en dos factores que provocan que los adolescentes se alejen de la fe cristiana: la concentración en otras prioridades, y lo estereotipado que se concibe el cristianismo en México. Dichas prioridades van desde la escuela, los amigos, las relaciones amorosas, la necesidad de trabajo, etc.

Con respecto al otro punto, en palabras de Gina “la gente no se preocupa muchas veces por entender como es nuestra creencia, y al ser una sociedad mayoritariamente católica, muchas veces nos perciben como opuestos a ellos y por tanto, no es bueno tratar de entender cómo creemos en Dios”.

Es importante comprender que Oasis no se forma solamente de jóvenes, y por lo tanto, es necesario conocer la perspectiva del público adulto que es miembro de la iglesia, que por los años de experiencia pueden aportar otra visión del problema de los jóvenes que se alejan de la Iglesia.

Maricruz Isunza, integrante de Oasis y madre de dos hijos jóvenes, considera que muchas veces el problema de que los adolescentes no les guste o no crean en la iglesia tiene que ver con la forma en que se les enseña acerca de Dios. “No se les debe hacer aburrido, pero no por esto debe creerse que la iglesia es para hacer relajo, para todo hay tiempo y para cada cosa un momento.”

Asimismo, afirma que esta problemática tiene incluso que ver con cómo las personas son invitadas a pertenecer a la iglesia: “A veces no se trata sólo de si estas buscando a Dios, también influye la gente que te invita a creer en él y en la religión. Si una persona te invita a la iglesia y descubres que su forma de vida no es coherente con lo que supone creer, te decepcionas. Esto es algo que considero sucede mucho cuando uno esta chavo (SIC)”.

Como podemos observar, de acuerdo con estos testimonios, los factores que influyen en el abandono de los jóvenes de la religión pueden no deberse a causas internas o de falta de fe, sino de las formas en que se practica la religión en las iglesias y las formas en que se atraen a los jóvenes a que tengan fe en Dios.

Comenta Jorge García, padre de familia, acerca de lo que el considera la causa más fuerte por la que el público joven no es tan apegado a la religión:

“Una de las razones por las que mi familia decidió cambiarse a Oasis es por la relación que se establece aquí con los adolescentes. En la iglesia a la que íbamos antes la relación era diferente, no quiere decir que no se preocuparan por los jóvenes pero la manera en que enseñaban la fe era muy a la antigüita (SIC) y no se presentaba la oportunidad a los jóvenes de explorar y explotar el conocimiento sobre Dios de formas más dinámicas que los atrajeran más”

“Extender las manos para construir y construirse”

Es interesante ahora conocer el polo opuesto del abandono juvenil, la atracción. ¿Qué hace que los jóvenes ingresen y sean practicantes voluntarios en Oasis? Esto porque, a partir de los testimonios anteriores, se puede observar que tanto jóvenes como adultos están complacidos con la manera en que se profesa la religión en dicha iglesia, de otra manera no se habrían integrado a la misma.

“No se trata solo de ir a la iglesia porque sí, porque en cualquier iglesia encuentras a Dios; yo opino diferente, uno tiene que acudir a la iglesia en donde sienta realmente que se encuentra Dios, que uno puede edificarse y edificar” Comenta una joven miembro de Oasis desde hace más de dos años.

Tanto Gina como Ana son “cristianos de cuna”, esto quiere decir que desde pequeñas se les educó de acuerdo a los lineamientos del cristianismo. No obstante, Ana en particular considera que en la adolescencia es cuando se produce una transformación en la forma de ver la religión: “En mi caso, cuando tenía aproximadamente 20 años sentí una verdadera transformación en lo que respecta a ir a la iglesia. No hay que entender esto como algo malo, al contrario, fue para mí el momento en que pude tener una relación más cercana a Dios, cuando ya no necesitas intermediarios como tus papás que te digan porque hay que creer en él”

A esto último, agrega Gina “Creo que sucede cuando hay cambios en tu vida tan importantes como la elección de una carrera universitaria, te haces más consciente de lo que deseas y por qué lo deseas” En su caso, considera que la relación con Dios la tuvo en una edad más temprana que la que relata Ana, pero sí entiende a lo que ésta última se refiere con respecto a la supresión de intermediarios como los papás en la relación que uno tiene con Dios.

Un aspecto muy importante con respecto a esto, es la forma en que se atrae y exhorta a los jóvenes a unirse a la fe cristiana en Oasis. Esto porque varios miembros de dicha iglesia, consideran que no se puede ser cristiano si no te orientan sobre cómo es el ser cristiano, y para esto es necesario llegar a la acción para poder “extender el mensaje de Dios” como señala uno de los propósitos de Oasis.

No obstante, también afirman que la decisión de ser cristiano es en realidad individual ya que “uno puede ser un cristiano no cristiano”, para serlo de verdad, se debe realizar un reconocimiento individual de la necesidad de Dios en sus vidas.

Una vez logrado esto, es cuando Oasis como congregación puede actuar para orientar a los jóvenes de lo que significa la religión cristiana y la vida con cristo. Para esto, existen diversas actividades encaminadas a informar el fundamento de la religión y de la congregación. Entre ellas se encuentran: los campamentos, las reuniones de jóvenes, y actividades como el “Sábado fuera de serie”.

Para Gina, los campamentos son sus favoritos y explica que “en estos campamentos se hacen pláticas que informan y explican a las personas las bases más importantes de nuestra iglesia. Sin embargo, son muy divertidos, pero sanos, ya que muchas veces las personas tienen una concepción muy rara de la diversión”. Inclusive se nos permite invitar a personas que no conozcan sobre nuestra religión para que no se queden así, no quiere decir que se tengan que unir; no se trata de forzarlos, sino de mostrarles otra perspectiva del mundo que tal vez no conocen y les puede interesar”

En lo que ellos llaman el “Sábado fuera de serie” el pastor encargado de los jóvenes organiza una especie de programa de revista; es decir, con diferentes secciones de las cuales se encargan diferentes integrantes. Por ejemplo: la sección de curiosidades, datos sobre el mundo, música, películas, etcétera. Temas que no tienen que ver con la enseñanza bíblica o la alabanza; no obstante, sí tienen relación con los intereses de los jóvenes.

Ana Palacios comenta al respecto “Podría parecerte algo raro que se haga algo en la iglesia que no tiene que ver con Dios. Pero en lo que hay que pensar aquí es que tiene que ver con los intereses de uno como adolescente, por lo tanto, te ayuda a integrarte al grupo y formar lazos que nos unifican como los hermanos que somos al ser hijos de Dios”.

Luis Monteon, a pesar de no ser miembro de Oasis, es invitado de intercambio y aporta una perspectiva nutritiva acerca de la participación activa de los jóvenes en la iglesia: “Yo tengo 24 años y en mi iglesia participo activamente como parte del grupo de jóvenes mixto (de edades de 12 hasta 24 años). Mi participación consiste en poder predicar en algunas ocasiones; obviamente para poder hacer esto, es necesario tomar un seminario sobre prédica impartido en la iglesia. Pero lo importante para mí es la gran relación que puedo mantener con los chavos (SIC), me han enseñado que no puedo predicar con base en mis intereses, sino pensando en su entorno, sus problemas y apoyándome en mi experiencia”

En contraste a las opiniones obtenidas por estos tres jóvenes, al preguntarle a uno de los padres de familia de Oasis su opinión con respecto de las formas de atraer a los jóvenes a la iglesia, expresó lo siguiente:

“Los chicos son más rápidos e incluso inteligentes que nosotros, pero a veces son muy impulsivos. Así que creo que hay que establecer un justo medio entre su juventud y lo respetuoso que debe tomarse a la iglesia y a Dios. Así que, qué mejor forma que enseñarles lo que Dios manda a través de cosas que les interesen como conciertos o convivios donde puedan platicar de su vida pero también conocer lo que dice la biblia”

Como aporte a esto último, Maricruz Isunza considera “los jóvenes no son tontos y por lo tanto, es justo que no se les trate como tal; así que sí quieres enseñarles algo o que se interesen por algo, háblales sobre el tema pero relacionándolo con algo que sea cercano a ellos, que les permita integrarlo en su vida”

Con relación a estas últimas palabras, Silvia Molina apunta hacía algo parecido cuando afirma que el problema con que los jóvenes no se sientan atraídos a la iglesia tiene que ver con que en muchas iglesias no se les da libertad de interpretación y reflexión sobre el evangelio.

“Para qué te sirve leer y releer los mismos versículos una y otra vez si solamente los vas a conocer como palabras y no dentro de su verdadero significado; es decir, aquel que uno le da cuando lo puede aterrizar a las experiencias que uno tiene en la vida.

Hay que darle confianza a los jóvenes de pensar por sí solos inclusive al leer las sagradas escrituras. Una cosa es tratar de ser un guía en la lectura de las mismas y la otra es tratar de suplantar la palabra de Dios por la de uno. Cada quien tiene derecho de realizar una lectura personal de la biblia y descubrir cosas que probablemente otro no haya visto antes, o al menos no de la misma forma”

Con respecto a la participación activa dentro de la iglesia, Gina afirma que sí existe participación en la iglesia pero que para explicarla utilizaba la siguiente frase “Si yo soy un bebé no te puedo enseñar a ti bebé a caminar” Esto quiere decir que como miembro del grupo juvenil, no puede organizar campamentos para los jóvenes porque se encuentra en su mismo nivel. No obstante, son ellos los que realizan actividades para el grupo infantil de la iglesia ya que este nivel se considera una prueba superada para ellos.

Lo que es posible ver a partir inclusive de los testimonios anteriores, es que en Oasis la relación con los jóvenes es estrecha e importante para dicha iglesia. Esto puede devenir inclusive desde su fundación; ya que esta se constituyó a partir de la realización de un estudio bíblico en casa que terminó con la concepción de la congregación teniendo como integrantes a 15 jóvenes.

Ante esto, es posible explicar por qué la realización de actividades encaminadas a este rango de edad son tan importantes en la pervivencia de Oasis como congregación encaminada a la extensión del mensaje de Dios. Gracias a éstas, el público joven de Oasis se siente identificado entre sí con respecto a su religión, se les permite crear y fortalecer lazos afectivos con sus compañeros; a quienes, como ya se ha mencionado, consideran mas como hermanos que como simples compañeros. Asimismo, la realización de campamentos les permite, a través de dinámicas, conocer acerca de su religión de una forma diferente a la tradicional en los días de culto.

El compañerismo, la tolerancia y la aceptación entre el grupo juvenil; aunado a la preocupación de la población adulta por los jóvenes en Oasis son factores que permiten el pleno desarrollo espiritual de esta población; a partir de lo cual se crean también sentimientos de realización a partir de un futuro pensado en la dedicación de la vida en la iglesia, ya sea a través de la conformación pastoril o la planificación a futuro de una vida dedicada a las misiones de caridad y expansión del mensaje de dios.

De tal forma que con más de 10 años de existencia, Oasis se conforma ahora por una población de aproximadamente 300 miembros, en donde los jóvenes juegan un papel fundamental.







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