MUJERES DIVINAS EN LA COLONIA ESPAÑOLA

Por Luci Pérez
México (Aunam). El poder que da la lectura es el de viajar y viajar estando en el mismo lugar. Si a ella se le añade un toque de datos curiosos y se reconstruye toda una época, la disciplina que estudia al pasado (la historia) deja de ser tan aburrida y una serie de datos para aprender de memoria. Pasa a ser dinámica, ilustrativa y sobre todo se aprehende y comprende. Las novelas históricas son un recurso más para la difusión de este conocimiento.

Mariana Calderón y Oliveira a la edad de 14 años vive en una disyuntiva, próximamente debe decidir si se dedicará por siempre a Dios o si se casará con alguien que apenas conoce. No tiene mucha libertad de elección, pesé a ser la hija menor de un viudo acaudalado, la han comprometido con un joven de 30 años. Se encuentra entre la unión forzada y recluirse en los pasillos húmedos del convento de San Jerónimo. Su hermana mayor, Gertruis ha dado los votos de castidad y obediencia desde hace algún tiempo y está internada sirviendo a la Iglesia.

En la sociedad colonial del siglo XVII todas las mujeres vivían en la condición antes descrita. Las damas no tenían mucho derecho de hacer con su vida algo más que ser madres o monjas. A Mariana, por ejemplo, le fascinaba la lectura, observar los astros; aprender de todo. Impregnarse de conocimiento. Es bien sabido que en tiempos de la conquista, el acceso a la educación era casi exclusivo de los hombres. Quizá por eso la adolescente se refugia en un convento, lugar donde la sabiduría no es negada a las mujeres.

Se trata de una novela histórica en donde se retrata a la sociedad del siglo XVII, dándole mayor peso a las costumbres y tradiciones católicas que estaban tomando bastante fuerza en la tierra conquistada. Mariana explica en su diario como es que se realizan las festividades de los santos. También describe paisajes de los cuadros principales de la ciudad: la Alameda Central, el Zócalos, los mercados y calles. También indaga en las epidemias y temblores que azotaron a la capital.

Dentro del convento de San Gerónimo se encuentra con una mujer que se pude decir, es una leyenda viva, Doña Sor Juana Inés de la Cruz. Aquella dama que ha dedicado su vida a las ciencias, la poesía y a cultivar su espíritu. Mariana es testigo en múltiples ocasiones de cómo estudiaba trigonometría, escribía y cuando observaba los astros con su telescopio.

Vaya paradoja, el único lugar en donde es posible obtener y disfrutar el conocimiento sin ser juzgadas, es la iglesia; la misma que puede condenarlas y ser castas por siempre. El diario tiene un estilo muy particular de narrar, se exponen las fechas exactas y la adolescente platica, aparte de su situación; la relación con su padre: distante, fría.

El diario de Mariana se encuentra perfectamente documentado, su autora es Carmen Saucedo Zarco, quién estudió Historia en la máxima casa de estudios y por lo tanto, la novela no pretende fundar una fantasía. Más bien un aterrizaje de la realidad pasada e investigada.

Bibliografía completa de libro:
Saucedo, Carmen. Diario de Mariana, La vida de una joven en la sociedad colonial del silo XVII, México, 2000, Ed. Planeta, 172 páginas.






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