DODERO: EL HOMBRE DETRÁS DE LAS PINTURAS

Por Luis Miguel Urbina
México (Aunam). Creativo, emprendedor, sensible y apasionado, Alexandre Dodero es un pintor mexicano que comienza a abrirse paso dentro del ámbito artístico. Convencido de que la pintura es un medio efectivo para encausar emociones, plasma con mucha entrega y vitalidad lo que se halla en las profundidades de su sentir.

De trato ameno y directo, Alexandre Dodero concede la entrevista un domingo por la tarde, en un apartamento donde planea mudarse dentro de poco tiempo. Fiel a los aires libertarios propios de los artistas, se encuentra remodelando el piso donde tiene contemplado vivir. Las paredes han sido pintadas de original manera: Varios pájaros -quizá canarios-, matizados a negro y azul claro, vuelvan con total libertad. En una esquina, un poco escondido, un gato acecha con cautela.


Al observar mi mirada un tanto inquisitiva, un tanto admiradora, Alexandre explica que aún está trabajando en la pared. “Trato de ambientar el lugar dándole un toque muy personal.” En la sala y en los pasillos, aún en espera de más muebles, ya cuelgan las obras de su autoría. Vivos tonos amarillos y naranjas contrastan con el pasivo azul cielo. Alexandre se sienta frente a mí, toma una botana y con la mirada me invita a comenzar.

El humano tras el artista

Soy un chavo de 32 años, orgullosamente mexicano, que está apasionado por el arte, el color, y la transmisión de emociones. También tengo la nacionalidad española, mi mamá es española y mi papá era mexicano. Tengo las dos nacionalidades, pero yo nací en México, y mi país ha sido y será siempre México.

Estuve en España cerca de dos años. Me fui en 2004 y regresé finales 2005. Poco después de acabar la carrera. Tengo familia allá y quería retarme. Buscaba abrirme nuevos horizontes, nada en especial. Fui a probar suerte. Descubrí que lo tenía yo que hacer no era buscar suerte, sino conseguir las cosas a base de trabajo y de una nueva perspectiva más optimista.

Aunque tengo familia cercana allá y pasé un buen rato, siempre se extraña a la gente, y a lo hermoso que es el país. Toda mi vida he vivido aquí.

En la infancia y el trabajo ¡pintor!

Siempre me gustó mucho pintar y dibujar. Mis regalos de Navidad eran cajas de colores y libros para colorear. Me interesaba tanto que llegué a tomar clases de pintura en la casas de cultura, pero sólo fue un rato. Me gustaban las manualidades. Además, mi papá era diseñador gráfico y había estudiado algo de arquitectura, así que le gustaba mucho el arte, lo tenía por toda la casa.
Me explicaba de arquitectura, de pintura. También tomaba muchas fotografías y quieras o no termina influyendo en tu vida. Se sentaba a platicar conmigo y me enseñaba sobre teoría del color, composición. De hecho, todo lo que sé sobre eso lo aprendí de él.

Estudié la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo, siempre con los Lasallistas. Me aventé todos los años posibles: primaria, secundaria, prepa y universidad. Por supuesto que acabé harto de ellos. Manejan una ideología un tanto capitalista y convierten todo en un negocio que te quita muchas cosas, y eso chocaba con mis principios. No tanto porque me privaran de algo, sino más bien porque la escuela perdió para mí ese significado institucional y pasó a ser algo superfluo, una enseñanza de cómo hacer dinero. Pero a pesar de ello logré terminar.

Hice prácticas en Novartis. Tiempo después, ya en Barcelona, estuve trabajando igualmente en Novartis, pero dejé de lado el campo y trabajé un rato en Marketing. Fue una suerte encontrar ese puesto.

En ese entonces existía la idea en muchas familias, incluyendo la mía, de que tenías que estudiar una carrera formal para "ser alguien en la vida". Todo lo demás era de hobbie. Y sí, me gustaba la química y me entretenía bastante, además le entendía mucho porque puedo llegar a ser muy curioso, pero ya eso de pensar que voy a estar toda mi vida en un laboratorio simplemente no se me da.

Actualmente tengo otro trabajo, realizo análisis de mercado para una empresa, que es de donde realmente vivo y de donde saco más dinero, pero trabajo precisamente para tener los medios y los recursos para poder dedicarme al arte. Poco a poco he ido avanzando y cada vez tengo más trabajo referente al arte y espero llegue el momento en el que pueda dedicarme al cien por ciento y vivir de ello.

Siempre hay mucho trabajo, pues me busco mi espacio, ya sea por las noches o los fines de semana. Cuando algo te gusta te buscas el tiempo para hacerlo.

Como digo, desde chiquito estaba interesado en el arte, pero lo dejé mucho tiempo por los mismos estudios. La idea de tener una base firme formada gracias a la carrera, era muy fuerte, entonces era a lo que me dedicaba. Dejé el arte por mucho tiempo, hasta que falleció mi papá. Fue entonces que lo retomé como terapia. Pasaba largos ratos solo, tratando de adentrarme en mí, encontrando mi espacio. Y fue en la pintura donde lo hallé. Ya hace unos cinco años de esto, y desde entonces no he parado.

¿Ha evolucionado tu arte?

Sí, claro. En los comienzos era muy sentimental, buscaba expresar mucho de lo que llevaba adentro, pero sin que la gente lo pudiera ver. Por eso empecé con una especie de action-painting combinado con algo surrealista.

El action-painting es muy expresivo, y el hecho de que puedas arrojar pintura como si estuvieras arrojando el sentimiento es muy terapéutico. Puedes plasmar todo el movimiento y las sensaciones, pero de una manera muy abstracta, y eso ayuda mucho. Ahora estoy haciendo algo más pop, pero sigo incorporando elementos de lo que hacía antes, como las líneas y el movimiento. Busco darle continuidad a lo que hago, no hay como un corte brusco y radical. Si es un cambio fuerte, pero aún conserva mucho de lo de antes. Es algo evolutivo.

Aún hay mucho sentimiento, pero ahora, con los retratos, es como un tipo de homenaje a las personas que plasmo en los cuadros. Pinto pensando en lo que siento por ellos o en la admiración que les tengo. Muchas de las personas a las que pinté en esa última colección están un poco lejos de mí. Pintarlas es una forma de tenerlas más de cerca, es por eso que lo disfruto mucho. Cada uno tiene un enfoque especial. Por eso surge la colección "líneas a distancia": las líneas que pinto me unen a ellos.

¿Qué crees hubiera pensado tu padre de ver tus obras?

Me encantaría que las hubiera visto, pero más me encantaría que estuviera aquí. Es algo que ya no se puede remediar. Hay una que es de él. Es muy significantiva, y de hecho estuvo incluida en esta colección 2012.

Alexandre, en tus propias palabras, ¿cómo definirías tu trabajo artístico?

Es una especie de Arte Pop geométrico con destellos de volúmen. Incorporo varios tonos porque me apasionan mucho, y las emociones que se pueden transmitir a través del color ayudan a transmitir muchas otras cosas.

También hay influencia de las calles, del street-art, y a final de cuentas trabajo con un stencil mucho más elaborado, a tres o cuatro capas. Es una abstracción. Trabajo la foto, extraigo las sombras y ya después lo dibujo para incorporar poco a poco el color. Además me gusta meterle un poco de volumen Todas tienen diversos elementos que vuelven dinámica la obra, no me gusta queden en lo plano, en un brochazo; juego mucho con el volumen.



El medio y sus dificultades

El medio artístico no es fácil. Es mucho de picar piedra y trabajar arduamente. También es mucho de establecer un nombre, porque tú puedes ser de técnica excelente, pero sin un nombre igual y no vales para el medio. Tienes que trabajar mucho para que la gente vea que existes y empiecen a voltear a ver lo que haces. Poco a poco va siendo más fácil, y se va creciendo.

Al principio era más de tocar puertas. Abraham, mi agente de relaciones públicas, me ha ayudado mucho con eso. Poco a poco ha ido creciendo la difusión y ha corrido el nombre. Por ejemplo, ya las últimas entrevistas o publicaciones han llegado por cuenta propia.

Ahora tengo un proyecto donde mis obras están plasmadas en diversos artículos, como cuadernos. Es difícil que la gente te compre cuadros tamaño regular, son demasiado grandes. En cambio un cuaderno lo compras fácilmente, además funciona como marketing, porque el cuaderno lo puedes llevar a todos lados, a la gente le gusta y comienzan a conocerte.

Sé que también haces obras bajo pedido…

Sí, se trata de obras originales, hechas bajo pedido. Es una forma de ganar dinero haciendo lo que me gusta. Me toma unas tres semanas terminar un encargo. Hace poco me encargaron una que se fue hasta Mérida. Además en las exposiciones también busco vender algunas obras.

A futuro

El 2012 fue un año exitoso para ti ¿Cómo va el 2013?

Bueno, de entrada ya hay varios proyectos. Ahora estoy trabajando en una colección que rinde homenaje a personajes públicos importantes. Tengo ya algunos como Chaplin, Juan Pablo II, Frida Kahlo, El Ché. Siento que estos personajes han logrado ser imágenes destacadas porque hacen algo significante para la gente, se podría decir que dentro de su ámbito muy propio fueron excelentes.

Alexandre me entrega su tarjeta de presentación, donde se encuentran todos sus datos de contacto. Me da un recorrido breve por todas las obras repartidas a lo largo de su futuro hogar. Le pido unas fotos y sonriente posa junto a sus obras. Le doy las gracias y me despido. Con amabilidad me conduce hasta la puerta.

Antes de que salga, me detiene para enseñarme una jaula abierta, pintada en la pared justo detrás de la puerta de entrada. Como si hubiera estado guardando la frase desde el principio, me dice: “Para que los pájaros vuelen en libertad, alguien o algo tiene que abrir la jaula” La puerta cerró tras mi salida. Un gato negro se quedó acechando entre las obras repletas de color.





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