31 de mayo de 2012

VIVE TONGOLELE UNA NOCHE INOLVIDABLE


Por Jesús Avelar
México (Aunam). Teatro lleno, muchas personalidades del espectáculo, los medios, la cultura y la intelectualidad se dieron cita al igual que un público deseoso de festejar a Yolanda Yvonne Montez Farringthon, su nombre artístico Tongolele.

A temprana hora el aforo al teatro fue abundante, a las 8:30 pm se escucharon los aplausos del respetable en demanda del inicio, de inmediato se dio la “primera llamada”. Minutos después daba principio una velada que se prolongó hasta pasada la media noche.

La entrada de Tongolele fue entre aplausos y vivas del público que, de pie, ovacionó a la festejada hasta que ocupó su butaca. La noche inició con videos con una semblanza de Tongolele. Siguieron las actuaciones de Caña Dulce y Caña Brava; Los Kaluris; Bel Canto para una bella dama, La Única e Internacional Sonora Santanera, y Gualberto y Benito Castro.

Entre los asistentes, sobresalía a presencia, entre otros, de José Luis Cuevas. El Telón de fondo fue originalmente una fotografía (donada por Héctor Herrera), digitalizada especialmente para el homenaje a Yolanda Montez.

Tongolele, sí, la misma de antaño, interpretó un baile exótico, como solo ella, con esa sensualidad que únicamente ella puede manifestar, y después un segundo baile, “El Orangután”, a ritmo de la Sonora Santanera. Ambos bailes lograron el aplauso intenso del público que no deseaba que terminara el festejo.

Con una ovación pocas veces vista en el Teatro de la Ciudad Esperanza Irirs, el telón cayó al inicio de un día 31 (13 al revés). Pareció que la cábala cerró una noche inolvidable para quienes tuvieron la suerte de presenciar el baile de Tongolele que, a sus ocho décadas, proyecta como nadie vitalidad y erotismo.






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30 de mayo de 2012

UNIVERSITARIOS CON PROPUESTAS, EN EL MOVIMIENTO #YOSOY132

Por Yadira Isabel García Leyva
Fotografías: Suzuki Blanco Martínez
México (Aunam). La Plaza de las Tres Culturas registró, este 26 de mayo, la congregación de más de mil estudiantes universitarios seguidores del Movimiento #Yosoy132, aunados al espíritu del movimiento estudiantil reprimido el 2 de octubre de 1968, bajo el marco de las tres culturas o, mejor dicho, épocas: vestigios prehispánicos, un templo católico fundado en la Colonia y la Torre de Tlatelolco de arquitectura moderna.

La libertad no siempre es propicia para la organización. Una reunión al aire libre no escatima en espacios pero sí en entendimiento. Para las cuatro de la tarde, hora de la cita, fue imposible hacerse escuchar por los congregados sin un amplificador de sonido. Un par de jóvenes se movilizaron para conseguir un micrófono y una bocina. Retomaron la base de las astabanderas como tribuna y comenzó a circular una lista para ordenar a los oradores.

Se hicieron notar los que organizaron sus comitivas antes de llegar a la plaza: la UPN con cartulinas en blanco y letras azules. La Universidad Iberoamericana con carteles de fondo fosforescente y el reconocimiento de los ya presentes por su valentía. La agrupación de los artistas por sus pancartas creativas. La UNAM por su silencio: su retardo se debió a una previa reunión en el campus CU para acordar su postura.

Se privilegió la participación de integrantes del movimiento estudiantil de 1968. Uno de ellos recordó el inicio de aquel movimiento describiendo la muerte de un compañero a la puerta de la Escuela Vocacional número cinco en agosto del enigmático año.

Al enfrentamiento con el que comienza el movimiento #Yosoy132 nadie lo vio. Su inicio fue de poca naturaleza física y de basta rudeza verbal, a través de acres cuestionamientos al precandidato a la presidencia Enrique Peña Nieto, sobre todo acerca de su gestión como Gobernador del Estado de México, haciendo énfasis en temas como “Atenco” y los “feminicidios”. Estas inconformidades ya se venían gestando en las inasibles redes digitales.

Volvieron los disparos a la Plaza de las Tres Culturas pero esta vez en forma de propuestas para encausar el movimiento. Las hubo para la inmediatez del tiempo electoral: manifestaciones en la Secretaría de Gobernación, el Instituto Federal Electoral, Televisa y TV Azteca; vigilancia de casillas electorales; derogar el encargo del conteo a la empresa Hildebrando; informar a la ciudadanía.

También hubo propuestas de tipo logístico: promover comités por Universidades o por Regiones; el planteamiento de metas y objetivos; creación de un consejo. Y, para el largo plazo, se propuso difundir un modelo de ciudadano; hacer una red universitaria de acción; crear espacios de promoción de arte y ciencia. ´

A la euforia por el efecto del aire propositivo, la serenidad de la experiencia puso un alto, cuando tomó la palabra un hombre de perfil diferente: de andar pausado, con el pantalón de vestir a la cintura, cabellera blanca, de la generación del movimiento del 68. Recordó, sin tristeza sino con fortaleza, los errores de su movimiento: “tienen que tener claro que lo que puede mantener este movimiento unido es la organización horizontal. No se dejen manipular por los partidos políticos. No permitan que como en el 68 muchos de sus líderes se conviertan en agentes del gobierno a través de puestos públicos. Aprendan de la experiencia”.

El día comenzaba a ceder, pero los universitarios no estaban dispuestos a hacerlo, a pesar de las intimidaciones denunciadas. Una estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de México pidió el anonimato de las Universidades para evitar que ella y sus compañeros fueran relacionados con el movimiento, ya que ello les traería hasta la expulsión de su Universidad. Añadió que no eran los únicos estudiantes amenazados, también lo eran los estudiantes de la Universidad Mexiquense del Bicentenario. Algunas voces inyectaron una dosis de valentía contagiosa en una consigna: ¡No estás sola!

Los congregados no sólo fueron Universitarios. Un joven, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales confesó haber trabajado para Televisa, pero no dejó el micrófono sin antes merecerse la ovación: “Y no me importa que no me vuelvan a contratar. Ya no tengo miedo. Ya me lo quitaron todo”.

Un señor, con la misma vitalidad que lo encausara a movilizarse en 1968 hizo una recomendación a los ahí reunidos, mientras en su memoria pasaban imágenes de francotiradores: “¡Nadie saque la cabeza! Formación T en B: todos en bola. Que a nosotros nos costó mucha sangre. Pero nunca hemos dejado de luchar. Y ellos caro lo han pagado. Porque al que lucha toda la vida no lo pueden vencer. Lo único que no pueden matar son las ideas. Y además ustedes tienen creatividad y energía.” Los asistentes contestaron como si fuera un llamado a la demostración.
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También aprovechó para explicar la diferencia de los tiempos. En el 68, dijo, se utilizaron técnicas militares de dispersión y de tortura. Hoy las técnicas militares son a través de la Televisión. Por eso es que dos culturas se suman a las tres ya presentes en el punto de reunión. Quizá habrá que cambiarle de nombre a aquella Plaza.



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TONGOLELE, EL ESPÍRITU DE UNA ÉPOCA


Por Jesús Avelar
México (Aunam). Yolanda Montez una de las más renombradas bailarinas del continente americano, recibirá un homenaje con el espectáculo Tongolele, El espíritu de una época. El Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, será el lugar donde acudan personalidades del mundo artístico, político intelectual, cultural y por supuesto el público que la ha visto en innumerables películas y la recuerdan con su baile exótico inigualable que marcó una época.

Estará la Única e Internacional Sonora Santanera, así como destacadas personalidades que ofrecerán números musicales y sketches en honor a Tongolele.

En rueda de prensa, la actriz y bailarina destacó que desde niña su ilusión fue bailar y la fama la alcanzó, ella es parte de la Época de Oro del cine mexicano, alternando con figuras de gran relieve como Germán Valdéz “Tin Tán” y Pedro Infante, entre otros muchos.

El nombre de Tongolele (mitad africano y mitad Tahitiano), es producto del ingenio de ella misma. Su nombre original es Yolanda Yvonne Montez Farrington, nació en Spokane Washington, Estados Unidos, en 1932. Radicada en México desde joven comenzó su carrera exitosa en los principales salones de baile de la Ciudad de México, al lado de destacadas bailarinas (Kalantán, Bongala y Su Muy Key, entre otras) que cautivaron a los latinoamericanos durante la segunda mitad del siglo XX.

Participó en las películas: Nocturno de Amor (1947), Han matado a Tongolele y la Mujer de otro (1948), El Rey del Barrio (1949), El Amor no es ciego (1950), ¡Mátame porque me muero! (1951), Ahí vienen los gorrones (1952), La música de siempre y la Pensión de los artistas (1956), Súper espectáculo del mundo y el amor a ritmo de go go (1960), La muerte viviente y El poder de un dios (1968) y Las noches del Blanquita (1981), entre otras.

Tongolele, ha incursionado en el canto y las telenovelas siempre ha estado activa en el mundo del espectáculo. Su personalidad, su naturaleza y vitalidad la hacen única. ¡Tongolele! El mito vivo en el Teatro de la Ciudad.

Tongolele, El espiritu de una época, miércoles 30 de mayo, 20:00 horas, Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Admisión: Luneta y Primer Piso Plus: $403.00 pesos; Primer Piso Lateral: $311.00; Anfiteatro: $230.00; Galería: $117.00, con 50% de descuento para estudiantes, maestros, militares e INAPAM con credencial. Descuentos reservado al 10% del aforo.






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ESPERANTO EN PREPA 7, POR LAS JORNADAS DEL LENGUAJE

Por Luis Arias
México (Aunam). En el marco de las “Jornadas del lenguaje”, llevadas a cabo del 21 al 23 de mayo en la Escuela Nacional Preparatoria 7 Ezequiel A. Chávez de la UNAM, los asistentes pudieron disfrutar de ponencias sobre diversos temas, entre ellos los relacionados con idiomas como el alemán, chino, inglés, italiano, japonés, el propio español y el esperanto.

Cabe destacar que de éste último, además de la ponencia titulada “Encontrando el Esperanto en el vocabulario de otras lenguas”, se impartió un curso–taller durante los tres días del evento. Dicho idioma fue creado por el médico Lázaro Zamenhof a finales del siglo XIX en Bialystok, hoy Polonia, lugar con una diversidad de lenguas: ruso, alemán, polaco y hebreo. Su objetivo principal fue que ésta lengua neutral contribuyera en la solución de altercados que, por la falta de comunicación, se presentaban en la región y en el mundo.

En 1887 Zamenhof, bajo el pseudónimo “Dr. Esperanto”, publica un libro donde explica las bases del “idioma internacional”; más tarde “Esperanto” se convierte en el nombre oficial de esta lengua que busca “solucionar el problema lingüístico en las relaciones internacionales”, promoviendo valores como la paz, la solidaridad, y la hermandad entre los pueblos del mundo.

A 125 años de la creación del idioma, encontramos entre los logros más importantes: las relaciones oficiales entre la Asociación Universal de Esperanto (UEA) y la UNESCO; la nominación de la UEA en 2008 y 2009 para recibir el “Premio Nobel de la Paz”; así como la posibilidad de que los hablantes certifiquen sus conocimientos dentro del Marco Común Europeo para las Lenguas.

En la UNAM, los primeros cursos de esperanto se impartieron entre 1957 y 1966 por el profesor Juan de Oyarzábal Orueta en la facultad de Ciencias, el idioma también ha estado presente en las facultades de Química y Derecho, en esta última desde 2003 el profesor Luis Córdova Arellano ha impartido clases del idioma a casi 400 personas.

Por otra parte, y debido a la apertura de las autoridades de Prepa 7, Javier Vásquez Ochoa recientemente ha compartido sus conocimientos de esperanto en la mediateca de la institución, de ahí surgió el interés de que esta lengua estuviera presente en “Las Jornadas del Lenguaje”.

El curso de Esperanto fue guiado por dos miembros de la mesa directiva de la Federación Mexicana de Esperanto, Mallely y Morayma Martínez Mateos, quienes explicaron cuestiones básicas del idioma, por ejemplo, las terminaciones de los sustantivos, adjetivos, pronombres personales, algunos verbos y sus conjugaciones, frases de la vida cotidiana, etcétera.

Las instructoras opinaron que hubo una excelente respuesta por parte de los asistentes, entre ellos profesores y estudiantes de este y otros planteles. Los participantes mostraron entusiasmo e interés en el aprendizaje del Esperanto, donde se logró mostrar parte de la facilidad y sencillez de la construcción del idioma, afirmaron las instructoras.






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VIDA EN 'TIERRA VILLORO'

Por Yadira Isabel García Leyva
México (Aunam). Todo buen periodismo es cultural, dice Juan Villoro ahora con certeza. Pero hace ocho años le hizo dudar un consejo de Carlos Monsiváis: no puedes seguir así, si te desmarcas de lo importante pierdes oportunidad de lo caprichoso. Y no por ello claudicó. Hoy está en librerías un compendio de 17 años de escritura caprichosa que en su momento se vendió dosificadamente en revistas, y que seguirá vendiendo en ésta, su versión de cien artículos “para llevar”.

¿Qué periodista no quisiera ser tan afortunado que pueda contra los presagios del cronista urbano de México por antonomasia? No es que Monsiváis haya errado en la lectura del destino, sino que Villoro, tan creativo como es, le dio la vuelta como es su costumbre en los artículos de esta antología titulada ¿Hay vida en la tierra?.

En ella el lector como cualquier pasajero que aborda su taxi, en seguida se pone en sus manos. Basta con intercambiar la dirección (que bien puede ser cualquiera de sus títulos por precisos), a sabiendas de su experiencia al volante y su conocimiento de las rutas. Aunque abuse de la confianza del pasajero llevándolo por caminos caprichosos, el viaje invariablemente será grato y a veces hasta con llegada sorpresiva; por lo cual el lector está dispuesto a pagar.

Y eso que el periodismo para Villoro significa comportarse como un mayorista, porque lo que él decidió fue dedicarse a la literatura. Sin embargo, agradece tener que buscar vivir del periodismo, que lo saca del arresto domiciliario al que sentencia la escritura de una novela. Esa vocación por la escritura y ese espíritu vagabundo lo ha orillado, “no a construir cuentos sino buscarlos en la vida”. Así que sus escritos son producto de la experiencia en la literatura y de la inmadurez del asombro.

'¿Hay vida en la Tierra?' Se pregunta un niño que aún no ha perdido su capacidad de admiración por lo cotidiano. Sí la hay, responde un anciano literato que se retira a la Luna para observar la Tierra en un intento por hallar conexiones que puedan explicarle al niño cómo es que se da la vida en tan incomprensible lugar. Villoro es ambos; así lo exige el trabajo periodístico. El autor explica que esta labor es titánica al tratar de no alterar los hechos, pero también liberadora por buscar narrarlos como nadie más anteriormente. Momento en que la literatura se convierte en un complemento del periodismo: permite la originalidad y la verosimilitud.

Bien puede pensarse en la señora “Antonomasia” (un personaje de un artículo del compendio) como la protagonista de un cuento; y, sin embargo, Villoro asegura que habla de su tía: no se trata de un dato o un testimonio más en el artículo sino de la reconstrucción de un personaje retomado de una persona real que, por sus características extravagantes, cobra relevancia colectiva, pretexto bajo el cual el periodista le da vida en su relato, logrando que el lector la conozca, la imagine tal como en un cuento, aún sin verla.

Aguzando la mirada en estos escritos es posible advertir las pizcas que tientan al lector al deleite del siguiente bocadillo. Puede ser lo provocativo una entrada, tal como la del artículo Un sueño burocrático:

“‘Si Juárez no hubiera muerto, viviría en Estados Unidos’, dijo el hombre a mi lado. Me había dormido, leyendo a un autor de teatro de lo absurdo. Tal vez por eso lo que pasó a continuación tuvo un tinte irreal.”

No le quiero arruinar el desenlace. Mejor le cuento el final de otro artículo titulado La belleza errónea, tan sólo como ejemplo de la profesionalidad de su cerrajería para cerrar tan artísticamente:

“La belleza más profunda es el error que se disfruta como virtud”.

Frases como ésta no sólo adornan los finales, también es común encontrarlas al principio de sus párrafos aun en el cuerpo del texto, como una gentil bienvenida a aquel fragmento que se desenvuelve de manera rítmica y culmina con la presión de un abrochamiento. Está bien, para darle un ejemplo, le contaré un poco más de Un sueño burocrático:

“Una parte de mi familia odiaba al prócer por haber afectado los bienes de la Iglesia. El niño zapoteca que perdió las ovejas en Guelatao era recordado en plan escatológico. Cuando alguien iba al baño decía: ‘Voy a verle la cara a Juárez’. Ni siquiera le reconocían méritos como flautista.”

En este párrafo no sólo advertimos la armonía de la construcción sintagmática, sino además otra característica de su estilo, de tipo inferencial, de la que gusta utilizar insistentemente en inadvertidos intentos por robarle al lector al menos una sonrisa: la ironía.

La abertura de un libro es inclusive semejante al de una ventana: reflexiona Villoro mientras simula con las manos el gesto de abrir un libro del tamaño de una ventana. Y ha dejado a disposición del lector esa ventana que da entrada a su propia vida cotidiana con intencionalidad periodística, pero con efecto de conocerlo más.

Así, el lector se entera de su fidelidad y hasta su fe, al papel, cuando inevitablemente muestra su desdén a lo tecnológico en odas a las consecuencias perjudiciales en las relaciones sociales. En ello tiene la ventaja de la autoridad generacional y cosmopolita que, con la gracia del observador, sólo el tiempo y el andar pueden dar.

Pero si los libros son sobretodo socialización del conocimiento, en donde el autor puede ser maestro y el lector aprendiz, en algo podemos ganarle al tiempo y al espacio sin necesidad de internet. Basta con retomar las lecciones de este autor, uno de los escritores hispanoamericanos contemporáneos más reconocido.

Este libro es una provocación al deleite para el lector común y a la ejecución del periodismo cultural para el periodista incipiente (o que se considere en aprendizaje); pues a decir de Villoro, la sobrevivencia del periodista actual en el contexto de la convergencia digital, halla una oportunidad y por ende una responsabilidad en el periodismo cultural.

Ante la proliferación de datos que promueve el descuido de la comprensión de los hechos, el periodista tiene la opción de “buscar la singularidad y no la nota”, y la responsabilidad de explicar la realidad con ello; de ahí que sea cultural: no sólo porque se refiera a la divulgación de la alta cultura, sino porque requiere causar sentido en el lector, y sólo podrá ser alcanzado en tanto se conozca del contexto del destinatario.

Advierte Villoro que ello conlleva su grado de complejidad: requiere un compromiso literario aunado uno social. Pareciera que el periodista al utilizar herramientas literarias trabaja al servicio de algo superfluo o, como le dijera Monsiváis, caprichoso. Villoro responde que paradójicamente la tentación es también una necesidad humana: el lector no sólo consume información. “El gran desafío del periodismo de tentación consiste en mejorar las debilidades de los lectores”. Es decir, buscar, como en la literatura, la belleza que cause la tentación, pero también promover la elevación de aquellas tentaciones, quizá retornando a la alta cultura.

Para saciar el afán de objetividad del periodista, Villoro enseña a través de estos artículos que no hay mejor herramienta que la literatura: “Ser fiel a lo que ocurrió no depende de reproducirlo en forma neutra e indiscriminada sino de recuperarlo con verosimilitud narrativa. En este sentido, todo buen periodismo cultural es una pieza literaria”.

Imagine, compañero aprendiz, que tiene que describir “las estadísticas” a alguien que no conoce de ellas ¿Qué se le ocurre decir para causar en su receptor la sensación de las estadísticas, algo tan inasible? A Villoro se le ocurre decir (en realidad no creo que sólo sea una ocurrencia) en uno de los artículos del compendio:

“Las estadísticas se parecen demasiado a la frase letal de las parejas: ‘Tenemos que hablar’. Aunque se hable todos los días, la declarada voluntad de hacerlo implica que se dirán cosas horribles. Así pasa con los datos. Están por todas partes, pero horrorizan al crear estadística”.

Es sólo un ejemplo, pero Villoro nos demuestra párrafo a párrafo que la literatura es el estetoscopio del médico especialista en periodismo cultural. El éxito de sus textos demuestra la oportunidad del periodista de competir con la efervescencia informativa. A los periodistas caprichosos Villoro les augura un mejor futuro: inclusive los príncipes ya no se casan con princesas sino con periodistas, dice refiriéndose al matrimonio del príncipe de Asturias. Parece que el atreverse es la clave de la seducción.




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29 de mayo de 2012

EL GUARDIÁN DEL MUSEO DE GEOLOGÍA

Por Juan Pedro Salazar Casiano
México (Aunam). La reconstrucción de un fósil de mamut recibe a sus visitantes. En sus adentros se reguardan pedazos del planeta y una historia de miles de millones de años, la cual está disponible para todo aquel que, guiado por la curiosidad o el simple deseo de conocimiento, decida adentrarse al Museo del Instituto de Geología de la UNAM.

A un costado del kiosco Morisco, en la Alameda de Santa María La Ribera, se ubica el edificio que alberga dicho museo, el cual comenzó a ser construido el 17 de julio de 1890, bajo la supervisión del arquitecto Carlos Herrera López y el ingeniero José Guadalupe Aguilera. Como toda construcción de la época porfiriana, ésta cuenta con detalles franceses que realzan la belleza del lugar.

El mamut espera, su cuerpo luce guiado y apoyado sobre piezas de metal. Está incompleto. Cual vigilante mira al frente. A su alrededor, diversos minerales lucen tras los vitrales de madera. A cada paso, la vista comienza a bañarse por la combinación de colores de esos pedazos que conforman a la tierra.

Yeso, oro y cobre nativo, plata, azufre y demás minerales están dentro de una habitación que invita a soñar con épocas donde la ciudad se embellecía a la usanza europea. Tiempos de transformaciones y de nacimientos de un instituto que investigara los recursos naturales con los que el país contaba.

Tras años de construcción, el edificio fue inaugurado un 6 de septiembre de 1906. El primer piso está destinado a las salas de exhibición del museo, las escaleras conducen al segundo nivel donde, en otros tiempos, se albergaban oficinas y laboratorios de lo que hace tiempo fue el Instituto de Geología.

La tarde avanza. Poco a poco arriban estudiantes que cuaderno en mano anotan los nombres de las rocas. Detrás del mamut una pareja se abraza contemplando un cuarzo de color violeta. Dos habitaciones lucen cerradas y con letreros de reconstrucción.

En dos salas más se puede contemplar diferentes tipos de rocas. A cada paso, la duela cruje, el sonido se extiende por las blancas paredes y las columnas de mármol. Los cristales que protegen las rocas dejan pasar la luz del sol de marzo. En las esquinas, diversos cubos de mármol cierran el cuadro.

El camino continúa y lleva a los visitantes a la sección dedicada a la paleontología. De azul desfilan varias jóvenes que brindan su ayuda en el museo. Tras cruzar la puerta colocada a la izquierda del mamut, la sala revela una imagen que muestra la evolución del elefante. Debajo de ella, fósiles.

Los flashes de las cámaras hacen su aparición y la gente se acerca hasta casi tocar los huesos de animales hoy extintos, mas una cuerda se los impide. Una de las trabajadoras del lugar ha terminado de limpiar la pelvis de un perezoso. El tamaño de dicho fósil alcanza el largo de una butaca.

En el centro, como el rey de la habitación, los huesos de un dinosaurio maravillan a más de uno. Sus patas traseras son limpiadas mientras el encargado de la acción platica con un hombre de avanza edad, barba blanca, sombreo de palma y unos ojos que denotan sabiduría.

Unos pasos y la siguiente sala muestra la evolución del caballo. Debajo, un camello en puros huesos recibe a los visitantes. Al fondo, una visitante charla con el guía, mientras la gente avanza atraída por los fósiles que esperan ser observados tras el vitral.

Colmillos de mamut, partes de un tigre dientes de sable, el caparazón de un armadillo gigante y la espina dorsal de los antecedentes del delfín, estimulan la avidez de conocimiento nacido por la curiosidad. En la pared blanca, otro fósil más, ahora de los antecedentes de las especies marinas.

La mujer mira con la curiosidad del niño. Levanta la vista y la posa sobre el dibujo que resume la historia de la tierra por eras, periodos y especies. En los vitrales, moluscos, conchas y alguna estrella de mar, muestran su intensidad y apego con los visitantes del museo.

El recorrido está por finalizar. Los pasillos vuelven al centro donde el reconstruido mamut parece impasible. La gente desciende por las escaleras de piedra volcánica y sale hacia la alameda.

Al cruzar la calle, un joven de no más de veinte años voltea, de fondo el kiosco Morisco brilla, los árboles brindan sombra y la gente pasea por la plazuela, y posa su mirada hacia el interior del museo. El mamut lo saluda y el cantar del reloj, que cada hora se hace presente, lo despide.

Foto: Instituto de Geología, UNAM




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FELIPE CALDERÓN, SU PROPIO VOCERO DE SEGURIDAD

  • México, país peligroso para ejercer el periodismo: Tania Rosas

Por Fanny Ruiz Palacios
México (Aunam). El presidente Felipe Calderón Hinojosa se ha convertido en su propio vocero de seguridad y emite discursos en defensa de su propia estrategia contra el narcotráfico, afirmó la periodista Tania Rosas, para quien el tema involucra dos puntos de vista: el de quienes combaten a los narcos y el de las víctimas.

Por un lado, además de los argumentos presidenciales de los marinos, soldados, miembros del Estado Mayor (conformado por jefes y oficiales del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada de México, que tienen como principal función proteger la integridad física del presidente), “quienes dicen estar de acuerdo con la lucha contra el crimen organizado”.

Pero también, explicó, existe otra versión, “la de las víctimas: la señora que perdió a un familiar en un fuego cruzado, la niña víctima de violación por un marino o miembro del ejército, etcétera”.

La reportera de la fuente de presidencia de la República en El Economista, afirmó que Felipe Calderón “se abrió con la sociedad a través de ‘mesas de diálogo’; pero, fuera de personas que tienen argumentos como Javier Sicilia o Isabel Miranda, todos llegaban al foro y alaban al presidente, sólo las víctimas –de la guerra contra las drogas– le exigieron justicia”.

El presidente está abierto al diálogo, pero también es una persona autoritaria, no le gusta que lo critiquen, es intolerante, “muy ‘llevado’ y colmilludo. Si alguien le dice no estar de acuerdo con algo, él saca unos argumentos que convencen y hace que estén de acuerdo con él. Si un reportero no está bien informado, el presidente lo apabulla”.

En una ocasión, recordó Tania Rosas, Felipe Calderón ‘le dio la vuelta’ al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Ramón Narro Robles, en uno de los ‘Diálogos por la seguridad’, donde la Máxima Casa de Estudios presentó su versión sobre una investigación y las propuestas sobre la estrategia que se debería de seguir en el combate al crimen organizado.

Era un foro que se preveía estaría muy bueno, pero Narro, en lugar de comentar su propuesta, leyó el documento —el cual ya había leído todo el mundo—. Ante eso, el mandatario mexicano le dijo al rector: “Perdóneme pero no tiene propuestas. Cuándo yo estaba revisando el documento dije ‘aquí está la carnita de la UNAM’ y al final descubrí que era lo mismo de siempre. Todo el mundo queremos que haya educación, salud, más oportunidades para los jóvenes, pero no nos dicen cómo”.

Eso se lo criticó al rector y a los investigadores –continuó Tania Rosas— y sólo dos reaccionaron. Uno era del Instituto Nacional de Ciencias Penales, y le dijo “no vamos a criticar esa parte porque si quieren críticas entonces yo le voy a recordar los 50 mil muertos –como efecto de su estrategia contra el narcotráfico-”.

Influencias presidenciales

“Cuando empezó la pre-campaña, donde Josefina Vázquez Mota competía con Ernesto Cordero por la candidatura del Partido Acción Nacional (PAN), se vio la mano de Felipe Calderón”, comentó la egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Tania Rosas.

Antes de que Vázquez Mota fuera elegida como candidata de Acción Nacional, fue a pedirle a Calderón que dejara de meter las manos por Cordero. Cuando resulta ganadora en las elecciones internas, a Calderón “no le queda de otra, sólo debía aceptarlo; pero hay quienes pensamos otra cosa: su plan B en realidad era el plan A y el presidente realmente apoyaba a Josefina”, comentó la reportera.

“Quien gobierna y decide en el PAN es el presidente. Todo lo que se planea para la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota pasa por presidencia. El presidente ‘mete mano’ en la campaña de la candidata de la derecha, como los gobiernos estatales en la campaña de Enrique Peña Nieto”, aseguró Tania Rosas, quien trabajó seis meses en Excélsior.

Sobre los candidatos a la presidencia opinó que, luego del debate presidencial, Enrique Peña Nieto se quitó el estigma de “sólo puedo con teleprompter”, pero cayó mucho en la confrontación y eso le restó puntos; “me pareció una Josefina Vázquez Mota ‘abuzada’ al principio y después se hizo chiquita cuando Peña Nieto se enfocó en ella”.

Mientras que Andrés Manuel López Obrador emitió “discursos de antaño, que ya no se usan; además, hizo propuestas inviables, como comprometerse a bajarse el sueldo a la mitad, porque resulta que hay una ley de salarios máximos la cual prohíbe a los funcionarios ganar más que el presidente de la República; entonces, si él se reduce el salario, automáticamente los demás deben disminuir el suyo. Pero eso no pasa por el poder Ejecutivo, sino por el Legislativo y no se van a querer bajar el sueldo”.

Sobre los salarios exagerados, la reportera de El Economista agregó: “en el poder Judicial les pagan bien para que no sean corruptos y no se corrompan por recibir dinero. Pero es verdad, los salarios sí son exorbitantes, como el de los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE), pues andan en los 350 mil pesos mensuales”.

Para terminar con su análisis de los candidatos, dijo ver un Gabriel Quadri con propuestas pero a quien nadie hizo caso, “ni aunque le haya dicho directamente a Andrés Manuel que contestara, pues –al igual que todos– lo ignoró. Él decía al principio que ‘los políticos de siempre’ andaban en su soliloquio, pero él fue el único que hizo su monólogo y a quien eliminaron de la jugada. Para muchos ganó Quadri, para mi ganó el registro del Panal (Partido Nueva Alianza) porque aumentó a dos puntos”.

Terreno presidencial

México es un país donde es peligroso ejercer el periodismo. En la fuente que sea, un reportero corre riesgos, violentan sus derechos: “En presidencia te puedes exponer a los atentados que puede sufrir el presidente. Un compañero fue a Sinaloa y le llamaron para decirle: ‘ya sabemos quién eres, a qué vienes, qué es lo que quieres, así que ya te puedes ir en el siguiente avión o no respondemos’. Los medios son empresas y no siempre van a dar la cara por ti”, declaró Tania Rosas, quien tiene seis años ejerciendo su profesión.

En la fuente de presidencia, antes de que lleguen los periodistas con Felipe Calderón, ya los investigaron; “saben quiénes son sus papás y el resto de sus familiares, dónde estudiaron, qué han publicado, qué comen y cuántas veces van al baño —agregó con sarcasmo—”.

Para Rigoberto López Quezada, periodista y escritor mexicano autor del libro La Lucha por la Presidencia, los miembros de Estado Mayor Presidencial se dedican a eso, a investigar a fondo a quién cubrirá la fuente para saber qué tipo de persona es quien estará cerca del mandatario, para evitar agresiones o atentados en su contra.

Según Tania Rosas, excolaboradora de CNN y la revista Playboy México, es muy estresante ser periodista porque te piden las cosas muy rápido. “Tu medio puede necesitar una entrevista con Enrique Peña Nieto en veda electoral, cuando ellos no pueden hablar, y para los jefes no existe la frase ‘¿se lo puedo entregar mañana?’, porque necesitan la información a la voz de ¡ya!”.

Al cubrir la fuente de presidencia se disfrutan los viajes, aseguró la periodista, pues van a partes del mundo que tienen su propia relevancia política, económica y social; pero también es una ‘friega’. Si un evento es a la una de la tarde, deben estar a medio día; ya en el acto, el reportero debe estar al pendiente, para captar la nota.

Si el presidente habla del Seguro Popular en veda electoral, por ejemplo, se obtiene la noticia porque en ese periodo no se puede hacer promoción de los logros del gobierno, pues beneficia a la candidata de su partido, el PAN.

Esta nota puede ser importante para un medio, porque puede derivar una queja al Instituto Federal Electoral por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Es importante tener en cuenta que de una nota salen mil reacciones; por muy chico que sea el medio para el cual se trabaje, será leído en el Senado, la Cámara de Diputados y Presidencia.


“Presidencia siempre nos informa de qué hablará Felipe Calderón en su conferencia o comunicado. Pueden decir ‘sólo hablará del cambio climático’, pero si al medio para el cual se trabaja le interesa la opinión del presidente sobre la pobreza, entra en acción la habilidad del reportero para relacionar el clima con la pobreza. Aunque den una pauta de lo que hablará el primer mandatario, debemos preguntar lo que nos interesa; si contesta, allí está la nota.

Cuando el rumor llega, la nota se va

Todas las fuentes son importantes, cada una tiene su característica. Presidencia es una de las fuentes más cerradas. “El presidente nos puede dar mucha información, inclusive proporciona nombres, pero si lo hace off the record no podemos publicar nada”.

Para Tania Rosas, en su actual fuente son comunes los rumores. Por ejemplo, “te puede hablar tu editor y decirte: ‘tengo un chisme, el presidente Felipe Calderón engañó a Margarita Zavala (Gómez del Campo) con Patricia Flores (Elizondo) –miembro del PAN, quien fue desde el 6 de agosto de 2008 hasta el 14 de julio de 2010, Jefa de la Oficina de la Presidencia de la República en el gobierno de Felipe Calderón—, hazte una nota’. En estos casos es tarea del reportero corroborar que la información sea verídica antes de darle cobertura”, señaló Tania Rosas.

Sobre esto, el reportero de la fuente presidencial en la última parte del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez para El Universal y El Universal Gráfico, Rigoberto López Quezada se refirió al rumor de que “ya tiene detenido al ‘Chapo’ Guzmán y es una noticia que se dará a conocer en junio, cerca de las elecciones presidenciales, para beneficiar a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota”.

Ante lo cual Tania Rosas aseguró que “hay muchos aspectos que nos pueden poner a pensar, por ejemplo, cuando inició dicho rumor se reunieron el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, con el de la DEA (Drug Enforcement Administration), algo que nunca antes se había hecho; sin embargo, todo se queda en meras suposiciones, pues aún no se corrobora nada”.

¿Dónde quedó el ‘chayote’?

Otro aspecto que es importante abordar en el periodismo, es la esfera de lo público y lo privado. Para la periodista, un reportero debe conocer hasta dónde termina lo público y dónde empieza lo privado; éste es un tema polémico porque para muchos, la vida privada del presidente no se debe tocar y para otros es parte de un asunto público.

Cuando están en el medio, los periodistas se enteran de todo –saben quién engaña a la esposa, conocen a quiénes hacen propuestas indecorosas o quiénes dan el “chayote”, que el periodista Carlos Orozco Santillán define como el “pago, soborno, mochada, incentivo o beca que recibe un reportero o periodista por utilizar su oficio y su tribuna para favorecer determinados intereses”–, hasta de quiénes están involucrados con el crimen organizado; sin embargo, de ellos y su ética depende qué dar o no a conocer.

Tania Rosas aseguró que todas las fuentes, luego de cubrirlas por un periodo, dan un regalo. El Estado Mayor, por ejemplo, regala un calendario; mientras que los sindicatos cercanos al PRI hacen una especie de “pago por evento” luego de una cobertura. Pero el presidente no da obsequios, a los reporteros les da una comida con él y hace una rifa para saber quién se sentará en su mesa.

Cómo mejorar

Para Tania Rosas, los periodistas deben tener cultura general y saber de todo un poco, sin importar que se relacione o no con la fuente que se cubra; pues si se desconocen los sucesos del mundo, se puede perder la oportunidad de realizar una buena nota. Por ello aconsejó leer a todos los articulistas; “aunque no les guste Carlos Marín o López Dóriga”, es necesario saber qué dicen porque ellos dictan agenda nacional.

Con base en su experiencia, Tania Rosas aconsejó a un grupo de estudiantes de periodismo de la UNAM que un reportero no debe ser tímido, ni mudo. Asimismo, les mencionó algunos consejos que podrían aplicar en su ejercicio periodístico: deben ser rápidos, cachar el sentido de la nota, ser congruentes, tener coherencia y buena redacción.

“Si no sabes escribir no vas a tener trabajo, puedes ser muy buen reportero pero se te va la nota en el papel; eso pasa, conozco a un reportero que lleva veinticinco años en una fuente, es muy buen reportero, es amigo de todos los funcionarios, les sabe muchas cosas y saca buenas notas, pero cuando escribe no se le entiende”, aseguró. Entonces, los editores son quienes le hacen la nota.

Ante esto, el también catedrático de la FCPyS, Rigoberto López, asegura que “algunos de sus compañeros de la Facultad, sin haber escrito nunca en un medio de comunicación hicieron la maestría y luego el doctorado, hacen libros de texto sobre cómo hacer un reportaje y, en su académica vida, jamás hicieron un reportaje”. “No se puede ser periodista de escritorio”, concluyó Tania Rosas.

Foto: Twitter





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