CANTA LA MORSA EN EL CENART

Por Angélica Jackeline Ferrer Campos
México (Aunam). La tarde es fría en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Las personas comienzan a llegar; grupos de amigos y familias, van tomando su lugar en el Foro Principal del Centro Nacional de las Artes (Cenart) para ver al grupo más importante de tributo a The Beatles en México: Morsa.

La cita es a las siete de la tarde, pero desde una hora y media antes, seguidores de la agrupación nacida en 1984 (la cual fue renovada en 2008) y de The Beatles, ocupan distintos lugares en el pasto y en la cerca del lugar. Han dejado de comprar libros y de comer en los kioscos de la feria con tal de disfrutar un excelente concierto.

La hora ha llegado. Las pruebas de sonido y de video, han terminado. Vestidos de negro, Isaac Méndez, teclado, guitarra y voz; Mauricio Rosas, batería, voz y percusiones; Rafael Carrillo, bajo y voz; Víctor Rosas Facio “Otto”, guitarra, bajo y voz y Víctor Rosas Castillo “Papá Morsa”, guitarra, armónica y voz, suben al escenario. Las luces se apagan y el público grita.

Welcome to the Magical Mystery Tour

La beatlemanía comienza con canciones de amor. I want to hold your hand y All my loving, provocan que el público cante con la misma alegría y emoción que proyectan los integrantes del quinteto, en especial Rafa que es quién interpreta dichas melodías. Las luces amarillas y rojas, ayuda a ambientar mejor el escenario donde la legendaria agrupación se encuentra.

El romanticismo continúa con I should have know better, melodía que compusiera John Lennon en 1964 para el álbum A Hard Day’s Night. En la misma línea y con percusiones, Morsa toca And I Love Her, del mismo álbum. Las guitarras de Papá Morsa, Otto e Isaac, causan que los presentes suspiren y canten embelesados, sin importar las condiciones climáticas del día.

La iluminación cambia de color; tonos azules y verdes abarcan cada rincón del Foro Principal. Eso indica que es hora de cambiar de sentimiento. “Help! I need somebody, Help! Not just anybody, Help! You know I need someone, Help!” canta con Isaac, la misma desesperación que Lennon. La gente grita eufórica el tema principal de la película Help! (Reino Unido, 1965) y baila al ritmo de la música.

La euforia disminuye cuando Yesterday comienza a sonar. La voz melancólica del bajista de la agrupación, empatiza con el público; es una especie de catarsis musical, donde la nostalgia y las viejas tristezas por un amor salen a flote y se dispersan por el Cenart.

I sing with a little help from my friends
La presentación es una montaña rusa de emociones que mantiene en vilo a los espectadores, esperando una canción más que los siga motivando a gritar, bailar y cantar ya sea solo o acompañado de sus seres queridos. Esto se refleja cuando la frase “You say ‘yes’, I say ‘no’. You say ‘stop’ and I say ‘go, go, go’”, regresa la felicidad a los asistentes. Hello Goodbye retumba en el bombo de la batería de Mauricio, en los teclados de Isaac, en las guitarras de Otto y de Papá Morsa y en el bajo de Rafa. No necesitan el traje de colores característico de esta canción para transmitir al público lo festivo de esta composición.

“Love, love, love. Love, love, love” solo pueden indicar una cosa para cualquier amante de los Fab Four: All you need is love. Esta invitación a hacer lo que uno desee y a hacer del amor algo vital en la existencia humana, la cantan a coro todos los que se encuentran en el Foro Principal. Algunos balancean los brazos de un lado a otro, otros acompañan la melodía con sus palmas o se abrazan.

La unión de las personas para cantar se intensifica con Let it Be, himno de Paul McCartney, que hace vibrar a propios y extraños. Rafa e Isaac incitan a todos a seguir coreando una de las canciones más emblemáticas de la agrupación, la cual fue compuesta en 1970 y es considerada por la revista Rolling Stones como la número 20 dentro de “las 500 canciones más grandes de todos los tiempos”.

El clímax del recital se da con A day in the Life, canción que cierra el disco Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band que es interpretada con pasión por cada uno de los integrantes, ya sea realizando los efectos especiales (sonido de un despertador) o marcando el compás de la interpretación. “One, two, three, four, five, six, seven, eight, nine, ten, eleven, twelve, thirteen” y cierran magistralmente.

And in the end, the love you make is equal to the love you make

A lo largo de una hora, Morsa ha logrado cautivar a todos los asistentes. Su energía y carisma en el escenario, hacen que se vuelvan una de las bandas de tributo más queridas de todo el país. Para seguir deleitando a los fans de la legendaria agrupación inglesa, entonan Something, canción de George Harrison y una de las preferidas entre el público mexicano.

La época psicodélica no se podía quedar atrás y I am the Walrus es la elegida. “I’m the eggman, they are the eggmen, I am the Walrus, goo goo g’joob”, cantan todos al mismo tiempo que levantan los brazos tal y como se muestra en la película Magical Mistery Tour (Reino Unido, 1967).

El final ya se acerca y no pueden dejar a un lado la melodía más coreada en la última visita de Paul McCartney en mayo de 2012: Hey Jude. “Na, naná, nanananá, nananá, Hey Jude!”, cantan felices los beatlemanos. Es una oleada de voces dentro de una maravillosa noche beatle.

Las luces se han apagado. El público no quiere que se vayan, por lo que gritan el típico “¡otra, otra!” y su petición fue escuchada: regresan al escenario. Papá Morsa toma el pandero y marca el ritmo, Isaac y Rafa piden a los asistentes apoyar la música con sus palmas y Get Back resuena en todo el foro. La mayoría brincan, mientras algunos otros siguen aplaudiendo a la par de la melodía.

Pero ya es necesario que la banda se retire y deciden hacerlo de forma exorbitante. Con Twist and Shout, el público baila y queda satisfecho ante 60 minutos de emoción y sobre todo, llenos de The Beatles. El viaje extraordinario de la Morsa por el Cenart ha concluido.






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