FÉMINAS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA NACIÓN MEXICANA

Por Jonathan Irineo
México (Aunam). Francie Chassen-López explicó la historia y mitos de Juana Catalina Romero, durante la conferencia Poder y género en el siglo XIX: La historia extraordinaria de Juana Catalina Romero, cacica de Tehuantepec en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).

Juana Catalina Romero nació en 1837 y falleció en 1915, contribuyó a la construcción de la nación mexicana “porque sus logros a nivel regional contribuyeron directamente al proyecto liberal de la construcción del Estado nacional y la modernización de México”, afirmó Chassen.

También comentó que algunas veces se reconoce a las mujeres por sus propios méritos, pues “más bien se atribuye su éxito a su belleza o a sus amoríos con hombres prominente”. Al respecto mencionó la caracterización de los enemigos de Juana Catalina, que la veían como una fémina ambiciosa e incluso como una bruja, que por medio de sus dones atrapaba a los hombres influyentes.

En la construcción histórica de la nación, dijo, se observa como una acción realizada sólo por hombres, e hizo énfasis en no pensar en la ideología de las esferas de poder, donde se encuentra por un lado al hombre en el espacio público y la mujer en el doméstico.

Con respecto a ello, la doctora Fancie Chassen, resaltó en gran medida el papel de Juana Catalina como una mujer que se involucró en el espacio público, siendo la mujer más rica de Tehuantepec, Oaxaca. Explicó la relación y fidelidad que tuvo esta mujer con el general Porfirio Díaz.

Juana Catalina se especializó en el comercio textil por lo que pudo viajar a Europa para investigar sobre la importación de textiles. En 1891 el boletín del Estado de Oaxaca hizo una lista de los más prominentes comerciantes de Oaxaca y Juana Catalina fue la única mujer. También en 1909 fue la representante y corresponsal del Banco Nacional de México (Banamex) en Tehuantepec.

Además invirtió en la agricultura interesándose en la industria azucarera, por lo que importó maquinaria y tecnología de Alemania y Estados Unidos, siendo parte de la modernización. Así 1904 y 1908 el azúcar producida por su industria la llevó a ganar reconocimiento mundial. Todo ello llevó a Juana Catalina a ser la cacica de Tehuantepec, Oaxaca.

La testamentaría de 1916 demuestra que la fortuna de esta cacica ascendía a 467 mil pesos en esa época. Junto al poder secular financió la renovación del palacio municipal, rehizo el piso de la catedral con mármol traído de Italia, entre algunas otras acciones, como el apoyo a la salud pública

También hizo dos escuelas católicas, una para hombres y la otra para mujeres. Para 1913 financiaba la educación elemental en la ciudad de Tehuantepec; instituyó el sexto año de primaria antes que el Estado; otorgó becas para quienes quería proseguir sus estudios.

Concluyó que las facetas de la vida de Juana Catalina revelan los roles de las mujeres en el siglo XIX, comentando que aquellas féminas tuvieron un papel importante para en la modernización, la vida política, social y la construcción de la nación mexicana.

La doctora y profesora de la Universidad de Kentucky, Fancie Chassen-López, especialista en el México del siglo XIX y en América Latina, se manifestó agradecida por la invitación a realizar esta conferencia en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, lugar donde también ejerció sus estudios.







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