OBESIDAD: EN LAS MANOS DE CADA QUIEN

Por Frida Andrade
México (Aunam). Iván bautizó a su compañero de primaria como Porky, constantemente se lo recordaba, pero un día “me harté y le di unos buenos golpes, esa fue la manera como después me respetó y nos convertimos en buenos amigos”, recordó Mauricio Amador, quien padeció obesidad desde los 5 años hasta los 19, actualmente tiene 22 años y después de un tratamiento nutriológico se encuentra en su peso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud y el indicador para definir si una persona sufre de ésta se llama Índice de Masa Corporal (IMC), el cual se calcula dividiendo el peso en kilos de un individuo entre el cuadrado de su talla en metros (kg/m2); si el IMC es igual o superior a 30 ya se tratará de un paciente obeso.

En cuanto a la juventud en la capital del país, tenemos que es reconocida a partir del rango de edad de 15 a 29 años, de acuerdo con la Ley de las y los jóvenes del Distrito Federal. Según datos del Consejo de Población del D. F. existen 8.6 millones de personas dentro de la entidad, de las cuales 2.5 millones son jóvenes, por cada tres habitantes uno, es joven. Por su parte, el Instituto de la Juventud (INJUVE) reconoce que casi el 50% de los habitantes entre14 y 29 años sufren obesidad.

Ante todo la aceptación

“No puedes decirles nada, si ellos no se dan cuenta por más que les digas no van a hacer caso, hasta que por si mismos lo crean” reflexionó Mauricio Amador, quien debido a las repercusiones que notó en sus tíos por casusa de dicha enfermedad, las cuales fueron diabetes e hipertensión, comprendió que su salud estaba en sus manos, por lo que decidió tratarse.

La obesidad es una enfermedad bastante seria y se complica más cuando las personas que la tienen no la aceptan, cuando no se ven obesos a sí mismos, “para nosotros los enfermos más graves son los que no reconocen su problema”, aclaró el doctor Cárdenas García Lindorfo de Jesús, Subdirector médico de la Dirección General de Servicios Médicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Por lo que son pocos los pacientes con esta afección que se tratan en el Centro Médico Universitario de la UNAM, ubicado en Ciudad Universitaria (CU) ya que no suelen ir por voluntad propia y varios de los casos son detectados porque van a consulta por alguna otra razón, “pero como diagnóstico secundario tienen obesidad”, comentó el doctor Cárdenas García.

De manera que como no asisten al Centro Médico Universitario, el personal encargado de detectar la enfermedad en los alumnos de nuevo ingreso (después de una revisión general hecha al iniciar su licenciatura) deben contactarlos por vía telefónica y sino se logra, el grupo de médicos se dirige a las Facultades con programas para invitar a los estudiantes a una revisión y de ser necesario, a llevar a cabo un tratamiento, sin embargo, “ni teniendo al personal médico en sus facultades se interesan por su salud” reconoció el doctor Cárdenas.

A pesar de ello, en dicha institución se imparte un programa llamado Clínica de sobrepeso y obesidad, en este proyecto no sólo se incluyen médicos, sino también psicólogos y terapeutas. Consta de 7 sesiones, una por semana, después se les da un tiempo a los jóvenes para que reformulen su vida y continúen con el tratamiento que ahora será cada 3 meses.

En el programa están presentes psicólogos y terapeutas porque cambiar los hábitos alimenticios de una persona no es tan fácil si se toma en cuenta que todo lo que lleva transcurrido de su vida, adoptó una forma incorrecta para comer, es decir, el cambio físico no se da si antes no hay un cambio mental, en el cual se acepte que se es obeso.

Problema irreversible

La obesidad es considera como una enfermedad de mayor riesgo, incluso más que el tabaquismo y el alcoholismo, puesto que de ésta desemboca una diversidad de padecimientos como la diabetes, hipertensión arterial, colesterol e infartos.

Sin embargo, en la mayoría de los casos juveniles las consecuencias por la obesidad no son tan visibles como en la etapa adulta, debido a que se van dando a largo plazo. En palabras del Subdirector médico de la Dirección General de Servicios Médicos, en lo habitual los infartos se van generando a los 28 años, más tarde a los 40 años, surge la diabetes, “para los jóvenes las enfermedades cardiacas no son tan fuertes o frecuentes, esa es la oportunidad que les da la vida de componerse, pero no la aprovechan” comentó.

También precisó la obesidad “no la ven como un problema y quizá ahora no lo sea tanto, pero a la larga sí lo será y será un problema que no podrán revertir. El hecho de que se cuiden no garantiza la vida, la eternidad, pero sí la calidad de vida”.

Por su parte, la nutrióloga Elena Álvarez Salas, egresada de la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE (Instituto del Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) reconoció que a sus consultas casi no asisten jóvenes “atiendo más a gente adulta, con problemas de obesidad o derivados de ésta” afirmó.

El menú

Hora de pasear a los perros, cinco correas, una para cada uno; después habrá tiempo para llevarlos a bañar. Luego tendrá que cargar y acomodar los bultos de alimento para que la veterinaria quede presentable. Sin embargo, entre la actividad física que Mauricio hacía en su trabajo, no debía olvidar su compromiso consigo mismo, seguir la dieta que la también Maestra en ciencias bioquímicas, Elena Álvarez le había asignado.

De modo que los jóvenes obesos deben hacer tres comidas principales y dos colaciones por día. De acuerdo con la nutrióloga Álvarez, el desayuno se conforma de algún cereal, fruta (de preferencia aquéllas que se comen con cáscara, pues ésta da una sensación de saciedad), un producto de origen animal como puede ser un huevo o 2 quesadillas y se debe evitar el jugo porque tiene mucha azúcar.

Para la colación que es a medio día, se puede comer un sándwich jamón de pavo bajo en grasas, ya que el de puerco tiene muchos conservadores, éste también puede ser de atún o pollo, combinado con alguna ensalada o fruta. En la comida se sugiere un bistec o pechuga asada, pero “fuera de casa la mejor opción son las comidas corridas, de las cuales sólo se debe consumir una de las dos sopas y evitar el postre” recomendó la nutrióloga.

Por la tarde, la segunda colación puede ser una fruta o la combinación de ésta con alguna verdura. Para la cena puede ser un vaso de leche light acompañado de alguna barrita o comer un poco de cereal.

“Es muy importante que no se salten comidas, ya que disminuye el metabolismo de las personas y el cuerpo humano lo toma como una agresión”, afirmó la nutrióloga Álvarez. El metabolismo se reconoce como la actividad fisiológica que bioquímicamente se encarga de deshacer los alimentos en los diferentes grupos (proteínas, carbohidratos, lípidos y grasas) que el cuerpo requiere para obtener energía, la cual permite que los individuos puedan realizar sus funciones vitales.

Entonces, cuando el metabolismo disminuye, es decir, cuando hay poca actividad fisiológica, el cuerpo quema menos grasas, haciendo que en el hígado se reserven éstas y las proteínas de manera frecuente; en consecuencia tanto grasas como proteínas se acumulan después de un ayuno prolongado de más de 3 horas. De lo contrario nuestro metabolismo se hace sedentario y adicto a las grasas, carbohidratos y proteínas sintetizadas que aumentan el peso corporal.

En promedio cada persona debe consumir 2,500 calorías al día y tratar de no rebasar esta cantidad, puesto que “el exceso de azúcar que se consuma luego se convierte en grasa”, aclaró Álvarez Salas, por ello, los jóvenes deben “alejarse de la azúcar industrializada, actualmente hay una epidemia de consumo del refresco” dijo la nutrióloga,

Por lo que a la gente que le gusta mucho el refresco, es recomendable que sólo consuma dos refrescos de 600ml por semana y de ser posible que sean light , aunque para las personas obesas se debe de tratar de evitar su consumo o definitivamente que sea un producto light.

Se dice que los refrescos light pueden llegar a ser más perjudiciales para la salud, sin embargo, “los edulcorantes artificiales (sustituto del azúcar) no hacen daño, hay muchas ideas negativas en cuanto a esto, pero lo que ocurre es que no consumes azúcar de más, que no te está aportando algo, que no tienen ningún nutrimento. No estás consumiendo calorías que no te sirven para nada” aclaró la maestra en ciencias bioquímicas Elena Álvarez.

Operación contra la obesidad

Un aproximado de cinco meses fue el tiempo que Mauricio Amador invirtió para atender su problema de obesidad y no caer en un quirófano para la realización de un bypass gástrico.

De acuerdo con el Plan de cirugía bariátrica del hospital Doctor Rubén Leñero, cuando una persona tiene o rebasa los 40 puntos de su masa corporal MC, ya es considerada como un paciente grave, pues tiene obesidad mórbida, es decir, la extrema. Es preciso aclarar que este grado de obesidad no sólo se da por el descuido de la salud, ya que también puede ser un problema hereditario.

Estos casos ya no pueden ser atendidos en el Centro Médico Universitario, entonces son enviados a las instauraciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya que los estudiantes de la UNAM se encuentran asegurados por éste, pero también pueden ser atendidos en las clínicas del DF, donde se les cobrará una cuota mínima.

De acuerdo con el manual del baypass gástrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, dicho procedimiento consiste en separar mediante grapas especiales de titanio una pequeña parte del estómago, la cual equivale a un aproximado de 100 mililitros del total de los 1000-1200 mililitros de éste, misma que será nombrada reservorio gástrico (nueva bolsa del estómago).

Después se separará lo que vendría siendo la segunda parte del intestino delgado (aquélla que no conecta directamente con el estómago, llamada duodeno) para conectarla con el reservatorio gástrico y este último se comunicará con el esófago.

Para finalizar, se unen las dos asas del intestino delgado, es decir la primera (duodeno) y segunda parte de éste. Entonces, ahora el alimento pasa del esófago por el reservatorio gástrico (nueva bolsa) y de allí a la parte del intestino delgado del cual se encuentra comunicado.

Ahora bien, en lo que se podría llamar el sobrante del estómago es de donde salen los jugos gástricos, los cuales pasarán por el duodeno, entonces, se unirán con la segunda parte del intestino delgado, en consecuencia, el alimento y jugos gástricos son combinados en ese punto.

Por lo que, como los alimentos se concentrarán en el reservorio gástrico (nueva bolsa del estómago) y éste es un espacio más pequeño con respecto a lo que era todo el estómago, se requerirá de una porción más pequeña para que la persona se sienta más llena, es decir, saciará con rapidez su hambre.

Durante el primer mes después de la intervención, el paciente deberá limitarse a una dieta basada en alimentos líquidos, semilíquidos y papillas. Por la pérdida drástica de peso, también habrá que considerarse después de un año y medio, una intervención estética, como la abdominoplastía, pues el colgajo de piel que queda después de adelgazar genera molestias físicas o psicológicas en varias personas, razón por la que debe de ser removido.

¡Qué diferente se siente todo!

Por su parte, la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas de la UNAM, contribuye a la disminución de la obesidad mediante el Programa Universitario de Actividad Física (PUAF), en el cual “no se realizan deportes, sino actividades físicas de carácter lúdico”, afirmó Felipe Guadarrama, Coordinador de Servicios Universitarios de Recreación.

Puesto que el propósito del PUAF es que los jóvenes se diviertan y al mismo tiempo lleven a cabo un ejercicio que ayude a su salud, mismo que no deberán de ver como una obligación, por lo que lo disfrutarán más y lo realizarán por un tiempo prolongado.

Dentro del programa se reconoce la Feria de la activación física, ésta “se realiza dos viernes cada mes, se platica de varios temas como la importancia y necesidad del calentamiento, en las articulaciones, como son el cuello, muñecas y tobillo” dijo Guadarrama.

Entonces, como bien es sabido, para combatir la obesidad es necesario hacer actividad física y llevar una dieta balanceada, pero antes se debe aceptar que se tiene la enfermedad.

-¿Mauricio, te costó trabajo aceptar tu obesidad? ¿por qué?- sí, porque después de tantos años que estuve así no me sentía incomodo, pensaba que estaba bien que no había problema y posteriormente no sabes que diferente se siente todo.

-¿Qué diferente se siente todo?- Pues te sientes mas ligero mas limpio por dentro, como cuando comes muchas cochinadas y luego te purgas y sale todo lo malo; te sientes fresco, así como si te bañaras después de varios días de no hacerlo. Es un cambio radical, ayudé a mi cuerpo y sin querer también a mi autoestima.

De acuerdo con los estudios consultados por la Secretaría de Salud del Distrito Federal, la obesidad puede reducir hasta 20 años la esperanza de vida de una persona.


Imagen: Centro de Cirugía Bariátrica Pergamino
http://www.ccbp.com.ar/site/index.php?/by-pass-gastrico.html





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