KNOCKOUT FEDERATIVO

Por Damián Martínez García
México (Aunam). “Dejé la pluma y los libros para enfilarme al deporte de contacto; al más viril y `por naturaleza el más franco, donde dos personas frente a frente miden su talento tirando sus mejores golpes; reflejando técnica, astucia y resistencia. Los guantes y el ring mi nuevo recinto; las instituciones deportivas y sus dependencias mi mayor enemigo”, así se define Raúl Dennis Martínez, hoy boxeador profesional y casi un químico de carrera, quien vio, como muchos pugilistas amateurs, truncado su sueño de representar a México en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 debido a las incongruencias de la Federación Mexicana de Boxeo de Aficionados (FMBA).

El Ascenso

Dennis Martínez fue “seducido por el box” desde niño, con antecedentes de pugilistas en su familia principalmente por su padre. Incursionó en el box desde los 15 años, pero no fue hasta que ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuando se dio cuenta que no sólo podía pelear sino ganar también con facilidad.

El boxeo para Dennis en principio no fue una prioridad, lo único que le importaba al entrar a la UNAM era su carrera de químico. El box sólo era un hobbie. Sin embargo, el legendario entrenador Ignacio “Nacho” Beristáin, lo invita a preparase con él y tres días después le propone competir. Después de las tres primeras peleas, Nacho le plantea a Dennis participar en el reconocido torneo de boxeadores amateurs “Guantes de Oro” y en septiembre de 2006 tiene su primera pelea oficial en la Arena México resultando triunfador.

Ya en 2007 tuvo la oportunidad de enfrentarse al campeón del Comité Olímpico Mexicano. Raúl Dennis, con apenas cinco peleas oficiales por 95 de su contrincante, hizo lo suficiente para que Francisco Bonilla, entrenador de la Selección Nacional de Box, le diera la oportunidad de probarse con el combinado nacional.

Bonilla pide a Dennis que se prepare para las eliminatorias rumbo a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, que se llevarían a cabo en Tamaulipas. La única condición para que Dennis pudiera competir era tener todos los días el entrenamiento con la selección. Él Acepta.


Metas alcanzadas

Al tomar la decisión, Dennis estuvo consciente de que Nacho Beristáin no iba a ver con buenos ojos su incorporación a la selección nacional, debido a las disputas que su entrenador ha tenido con la FMBA y con el Comité Olímpico Mexicano (COM) desde que dejó el puesto de entrenador nacional, al acabar los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Y es que el “hacedor de campeones” Beristáin ha denunciado las irregularidades presentes en ambas instituciones y su trato a los boxeadores amateurs.

“Yo se lo dije a Dennis y se lo dije a su papá, mira éste (Ricardo Contreras, presidente de FMBA) es un hijo de su puta madre. Te va hacer así y asá, pero fue mejor que ellos descubrieran por sí solos de qué se trataba”. A pesar de la advertencia, Beristaín apoyó al joven pugilista y aceptó que se fuera con la selección.

Dennis afrontó el reto de participar una vez más en el torneo “Guantes de Oro” a petición de Beristáin, y a la vez participar en las eliminatorias en Tamaulipas. Su fuerza y sus ganas le alcanzaron para coronarse bicampeón en el torneo amateur pero no fueron suficientes para lograr su sueño olímpico, la fatiga le cobró factura y en semifinales acabó todo.

Sueños truncados

Llegó el año 2008, año olímpico y la desesperación por alcanzar un boleto para competir en China empezó a invadir a Dennis quien no dejó de pugnar por su lugar en el representativo nacional. Logró que una última puerta se le abriera:

Francisco Vargas, representante del equipo A (ligero 60Kg.), fue a la competencia eliminatoria para los Juegos Olímpicos en Trinidad y Tobago y no consiguió el boleto al quedar en quinto lugar. Por lo cual, según el reglamento de la FMBA procedía la eliminación interna entre los otros dos aspirantes (equipos B y C), uno de ellos era Dennis.

Ya ganado el derecho de enfrentar a Vargas por el boleto a Juegos Olímpicos, la ilusión se postró nuevamente encima del “Xochimilca”. No obstante, volvió a ser eliminado, esta vez fuera del ring: sin ninguna explicación y excusándose sólo en la falta de experiencia de Dennis, la FMBA y sus dirigentes terminaron con el sueño del mexicano de representar a su país en la máxima justa deportiva del orbe. “Fue su decisión, fue injusto y no pude hacer nada, terminó mi sueño”, expresó Dennis Martínez.

A petición de este reportero, se solicitó el reglamento interno de la FMBA a Ricardo Contreras, donde se expliquen los criterios a tomarse en cuenta para la designación de los lugares en la selección nacional con derecho a competir a nivel internacional por un boleto a la Olimpiada de 2008. No se otorgó documento alguno ya que no existe. Por otra parte, tampoco fue facilitado el historial del torneo preolímpico que Dennis Martínez ganó.

Después de su “eliminación” para pelear por un boleto a los Juegos Olímpicos a realizarse en Pekín, Raúl Dennis regresa al DF sin ilusiones a terminar sus materias del semestre en la Facultad de Química de la UNAM.

La voz de la gran experiencia

Tres Juegos Olímpicos (entre ellos, México 68 donde el boxeo mexicano conquistó dos medallas de oro y dos de bronce, récord insuperable hasta la fecha) es el historial en el plano amateur de Ignacio Beristáin como entrenador de pugilistas.

Durante el tiempo en el cual estuvo a cargo de la selección nacional, Beristáin vivió en carne propia las adversidades a las cuales está sujeto un boxeador amateur que aspira a llegar a juegos olímpicos, su puesto lo abandonó debido a estas afrentas.

La gota que derramó el vaso fue la decisión que los jueces decretaron para la eliminación en los Justa Olímpica de Moscú 80 de uno de los grandes pupilos de Nacho: Daniel Zaragoza. El desencanto vino de inmediato a la mente de Beristáin: “Se dieron cuenta que Zaragoza podía vencer a los rusos en su propia olimpiada, en ese momento descubrí que el boxeo olímpico estaba tomando un camino muy cabrón y decidí no seguir, no voltear nunca más atrás y retirarme”.

A pesar de estar consolidado como entrenador profesional, Nacho aún voltea su mirada al ámbito amateur y entrena a jóvenes como Dennis, que buscan abrirse camino en el mundo del boxeo amateur y su posterior debut profesional; con su experiencia, Beristáin intenta advertir a sus púgiles de las contrariedades a enfrentar.

Dennis comprendió con el tiempo a Nacho quien conoce ya la forma en la cual se manejan las cosas en el ámbito amateur: “La Asociación de Boxeo del Distrito Federal está compuesto por un grupo de cabrones que no te dejan pasar, bloquean si no estás con ellos”. Ejemplo de ello está en el propio presidente del organismo Pablo Romero quien en diversas funciones funge como réferi y su esposa como juez.

La Asociación de Box del Distrito Federal “rinde cuentas” a la FMBA, encabezada por Ricardo Contreras; para Beristáin, la situación es similar en ambas instituciones: “Ricardo (Contreras) fue un peleador malo, de poca calidad, pero que estudió y se recibió a la vez que se le pegó a Mario Vázquez Raña quien es el dueño (así propiamente dicho) del deporte en México y ahí está agarradito como si hubiera comprado el puesto”.

Actualmente, Ricardo Contreras está próximo a cumplir 20 años al frente de la FMBA. A juicio de Beristáin, el gran mal que aqueja el boxeo amateur es el hermetismo y el desinterés, “es como si no pasara nada”.

Puertas estrechas

Para evitar contrariedades con los organismos nacionales, Beristáin opta en ocasiones por enviar a sus jóvenes boxeadores lejos de México, como es el caso de Ramón Sanabria, pugilista de peso completo quien a sus escasos 19 años conquistó el torneo Guantes de oro en la ciudad de Nueva York. Nacho logró que el muchacho entrenara en un gimnasio de Brooklyn a cargo de un amigo de confianza y lograr que Ramón se fogueara, pero sobre todo, que adquiriera confianza. El entrenador depositó esperanzas en este prospecto de 1.90 metros de estatura y lo impulsó pagando incluso de su bolsillo para los viajes a Nueva York.

Ya campeón en la ciudad de los rascacielos, la afrenta contra el Comité Olímpico Mexicano y la FMBA era inevitable y Beristáin decidió meterlo a la eliminatoria interna válida para el preolímpico a desarrollarse en Caracas, Venezuela. Fue el propio Ricardo Contreras quien en un principio dio aval al joven pugilista R. Sanabria en su camino en la división de los pesos pesados.

Ramón derrotó a los mejores boxeadores de su categoría y su puesto en la selección nacional era inminente, solamente le faltaba el “simple requisito” de eliminarse para probarlo oficialmente. Sin embargo, la postura del presidente de la FMBA cambió de repente, tal como lo relata Beristán: “Fue un día que el chavo estaba caminando en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano y de pura desgracia se topa a Ricardo Contreras. Le preguntó: << ¿De dónde vienes? Tu deberías estar concentrado en el CDOM ¿Vienes de la escuela?, porque aquí es o escuela o box por que no voy a estar aquí manteniéndote >>. Respetuosamente, le contestó que su entrenador le aconsejó que estudiara, pero el cabrón de Contreras le recalcó que yo no estaba ahí que me había corrido por desgraciado y no sé que más”.

Si el propósito de Contreras era sacar de sus cabales a Sanabria, fue lo que consiguió, esta discusión orilló la renuncia definitiva de otro prospecto más en un terreno en el cual México no ha rendido buenas cuentas: peso completo. “Pues a la chingada, agarro mis cosas y me largo, la escuela es lo más importante” fue lo último que el presidente de la FMBA escuchó de Ramón antes de que éste abandonara el CDOM para siempre.

La responsabilidad que tiene Nacho con sus boxeadores va más allá del ring, por ello, a todos los incita al estudio alternado con el boxeo. Recomendaciones como ésta logran que la educación sea algo latente en el boxeador, Dennis es un ejemplo de esta ecuación. Es por ello que las pugnas de Beristáin con los organismos rectores del boxeo siempre han sido ríspidas, algo que desde luego al legendario entrenador no le aflige.

¿Qué queda? ¿Qué viene?

El trabajo a futuro es algo que no está en el presupuesto ni del Comité Olímpico Mexicano, ni de la FMBA a juicio de Ignacio Beristáin, quien solamente ve una salvación para alcanzar medallas en Juegos Olímpicos: “No veo para cuándo se pueda ganar algo, a menos que venga un entrenador que no tenga nada que ver con la federación”.

Sin embargo, Nacho está consciente de que una reestructuración institucional es utópica y hoy en día, la posibilidad de tener un comité similar es tan lejana como aquel glorioso México 68, “Se necesita un comité reorganizador como lo hubo en la década de los sesentas”. Las añoranzas de Beristáin por aquel grupo triunfador encabezado por el escritor y periodista Luis Spota (entonces presidente de la Asociación de Box del Distrito Federal) y por su “mano derecha”, el doctor Gilberto Bolaños Cacho cobran fuerza al mencionar que los tres compartían el respeto al boxeador como persona.

Dennis, por otra parte, sigue centrado en lo que quiere lograr a futuro. Su meta ahora es lograr grandes cosas en el ámbito profesional y llegará hasta donde “pueda aguantar”. Después, con su título de Químico Farmacéutico Biólogo bajo el brazo, dedicarse al ámbito de la investigación biotecnológica. Sin embargo, Dennis es consciente de que falta mucho para lograr sus objetivos y trabaja día a día para hacerlo: “Apenas soy un pequeño feto en esto e iré avanzando. Me dicen zurdo pero soy más que eso. Soy un peleador nato no solo en el ring sino en la vida”.





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2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Felicidades dennis échale ganas ala escuela y se un personaje que inspire a muchos

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