UN ÍCONO DEL PERIODISMO NACIONAL FEMENINO: PATRICIA GUEVARA


Por Elizabeth Tiburcio García
México (Aunam). Los días miércoles, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales parece vacía, así que es posible disfrutar de un desayuno en la despejada y tranquila cafetería como no podría hacerse cualquier otro día de la semana, en espera de una gran periodista profesional, de cuya experiencia y trayectoria habría mucho por aprender.

Ella es egresada de esta misma Facultad, ha participado en múltiples proyectos, desempeñándose desde el nivel reporteril o de entrevistadora, hasta el de dirección, tal es el caso del periódico Excélsior. Se trata de Eva Patricia Guevara Santibáñez, una mujer con un currículum tan extenso, que podría dejar boquiabierto a cualquier hombre de su mismo nivel, alcance y experiencia.

Al fin llega, se le ve saludar a compañeros profesores y resolver problemas de carácter académico con alguna alumna; es comprensible que al tener una agenda llena todos los días, la periodista deba sincronizar la solución de asuntos pendientes en la Facultad para no perder tiempo. Me ha pedido esperarla cinco minutos mientras trata asuntos pendientes y, poco después de salir al pasillo para disfrutar de los rayos del sol, comienza la charla sobre su lugar de origen.

Mi niñez en Veracruz fue maravillosa

Nací en una población muy pequeña llamada Las Choapas, está en la frontera con el Estado de Tabasco; cuando niña, esta población era una potencia petrolera, una región donde el petróleo estaba a flor de suelo, una sustancia conocida como chapopote, un liquido acuoso. Hoy, ha cambiado su potencial económico por la siembra de cultivos sinodales.

Mi niñez en Veracruz fue Maravillosa, disfruté tener siete hermanos. La casa de mis padres daba a la orilla del río y jugábamos mucho, tengo muy gratos recuerdos de mi familia. La escuela en donde estudié se llama Artículo 123, y está estipulado en la constitución que el paraíso natural es de los trabajadores de regiones complejas, complicadas, insalubres; y tengo también muy gratos recuerdos de mis profesores, compañeros de primaria, del pueblo en sí.

El periodismo es para mí una pasión

Mis primeros acercamientos al periodismo fueron de muy niña. Mi papá estuvo suscrito al periódico Excélsior durante cincuenta y tres años, y los ocho hermanos teníamos que leer todos los días después de la merienda o de la cena, una parte del periódico en voz alta, ese fue mi primer contacto con el periodismo. Considero una pasión el periodismo y la comunicación, yo siempre digo que tengo muchas aficiones, pero tengo una gran pasión por el periodismo.

Un poco de experiencia

Comencé haciendo cuestiones de comunicación muy joven, estaba en primero de preparatoria cuando trabajé en un programa llamado Noticiero para niños y similares, yo era similar, tenía quince años, todavía no cumplía los dieciséis, y comenzamos a transmitir esta noticiero que conducía Tomás Perrín.

Cuando yo tuve la fortuna de estar con él en este programa, él era conductor de un segmento informativo en canal once, ya era un periodista mayor, pero muy joven al mismo tiempo, le gustaba la palindromía, y tenía un extraordinario acercamiento con los niños y jóvenes de ese momento en el noticiero transmitido por Canal Dos. Era un espacio de la Subsecretaría de Radiodifusión, lo realizamos primero en un edificio que se llama San Rafael, y concluimos transmitiéndolo de los Estudios Churubusco, ahí en la calle de Atletas Número dos.

Después trabajé en Petróleos Mexicanos (Pemex), porque provengo de una familia de petroleros, digo, tampoco es ningún mérito, viviendo en Las Choapas pues prácticamente era lo único a lo que se dedicaba la gente, eso y a los servicios de comercio, escolares y de más, entonces mi papá trabajó en Pemex, mis tíos trabajaron en ahí, yo trabajé en la gerencia de Información y Relaciones Públicas, pero el responsable de la gerencia era Manuel Gutiérrez Catán y Tomasini, el señor Tomasini.

Mi paso por la prensa

Posteriormente trabajé en el periódico La Prensa, y mi paso por este periódico es tan importante que yo hago mi tesis sobre periodismo de nota roja. Era un periódico que se conocía precisamente por ser muy amarillo, por atraer mucho el efecto humano y publicar fotografías como ahora publica el periódico Metro o El Gráfico. En ese momento La Prensa estaba en un proceso de reconversión.

Después trabajo en Grupo Acir, mientras estaba en La Prensa trabajo también en Notimex, era editora de la mesa internacional o de la mesa nacional, y mientras estoy en La Prensa y en Notimex trabajo también para un proyecto de la FAO El desarrollo del Trópico Húmedo.

Después dejo La Prensa y el proyecto de la FAO y me dedico muchos años a radio en Grupo Acir, paralelamente trabajo en áreas de comunicación social y de relaciones públicas, por ejemplo en el Colegio de Bachilleres, donde fui directora de relaciones públicas por ahí del 83 u 84. En 1985 entro a Televisa, al proyecto de noticias denominado Eco, similar al que hoy tiene por ejemplo Milenio Televisión o esta nueva faceta de Televisa, llamada Foro TV. La transmisión de Eco era a nivel global, pero cuando se cae el edificio de Televisa que está en Niños Héroes y Balderas me quedo trabajando para televisa radio hasta fines de 86. Finalmente en 87 entro a Excélsior, en donde estoy muchos años.

Las personalidades también están en las zonas marginadas

Debo decir que tanto en mi etapa de Acir como de Televisa fui asignada a la fuente de Presidencia y de muchas otras, entonces, tengo el privilegio de haber cubierto prácticamente todas las fuentes informativas, desde la fuente judicial, policía, hasta la de Presidencia de la República y en los diversos sectores siempre tuve la oportunidad de hacer entrevistas a personalidades.

Pero para mí también las personalidades son aquellas de las zonas deprimidas, de las zonas marginadas, por ejemplo del Federal de Santo Domingo, donde estando en la preparatoria, el profesor que me daba anatomía, el Doctor Plasencia, nos invitó a participar y hacer trabajo social, y a mí me tocaba hacer el recorrido en la camioneta que tenía el altavoz para invitar a la población a llevar a sus niños a vacunar.

Este fue un contacto muy importante porque después me tocó hacer muchos reportajes de entrevistas en zonas rurales, deprimidas. Chalco es un ejemplo, recuerdo que en alguna ocasión había terminado de cubrir la información, y alcanzo a una señora que iba caminando y le pregunto:

-Oiga ¿en dónde puedo encontrar un teléfono para mandar mi información?
Y la señora muy airada me contesta

-Aquí no tenemos ni qué comer, mucho menos un teléfono

Entonces para mí el haber cubierto Presidencia es tan importante como haber cubierto las zonas deprimidas.

El Papa Juan Pablo II era un gran personaje de la política

Entrevisté al Papa Juan Pablo II mientras cubría Fuente Presidencial. Esto, debido a que en las giras internacionales, a mí me tocaba entrevistar a los presidentes o personajes con los que se reunían los presidentes mexicanos, y el Papa fue uno de ellos.

Recuerdo a Juan Pablo II como una persona muy carismática, quienes tuvimos el privilegio de cubrirlo y de cubrir sus giras, sus actividades, nos dábamos cuenta que independientemente de que uno profese la religión católica o no, era un personaje de la política. Digo, finalmente ejerce una posición política, es el Papa, y él era un gran personaje de la política. Entrevistas como esa, me ayudaron a formarme una opinión.

Excélsior, el rescate de una cooperativa

Patricia Guevara comenzó a trabajar para el periódico Excélsior en el año de 1987. Este diario se destacaba por ser una cooperativa, sin embargo, los socios cooperativistas de aquella época mantenían desacuerdos con los entonces directivos José Andrés Barrenechea Álvarez y Regino Díaz Redondo, y tras el retiro de éstos el 20 de octubre del año 2000, inició el proyecto de rescate y recomposición del periódico a cargo de un grupo encomendado para ello que incluía a la periodista, ya nombrada directora.

Primero debo decir que yo tuve una relación muy respetuosa tanto con Regino como con Barrenechea, a Regino Díaz Redondo yo siempre le decía “Director”. Cuando se da el cambio de Regino, es una situación curiosa porque en realidad yo no pretendía que ellos se fueran, lo que yo pretendía era conservar la cooperativa.

Como te explicaba al principio, yo estuve en una escuela, Artículo 123, allí teníamos una cooperativa; en el pueblo donde vivía había una cooperativa de consumo, es decir, los productos que se vendían en esta tienda, eran consumidos por un gran número de personas que teníamos una “membrecía” digamos de alguna manera, dentro de la cooperativa y los productos eran más económicos, aunque esta cooperativa por supuesto era para trabajadores de Pemex.

Cuando llega la situación de Excélsior, yo platico tanto con Regino como con Barrenechea, diciéndoles que la mayoría de la gente que estábamos en la cooperativa, no queríamos que desapareciera.

Hay que aclarar que no solamente había socios cooperativistas sino también trabajadores que nunca habían ingresado a la cooperativa, en tanto que dentro de la Ley de Cooperativas eso está permitido. La propia Ley establece que el trabajador debe tener un máximo de noventa días trabajados para ser candidato a ingresar a la cooperativa, y en Excélsior había gente que tenía quince o veinte años sin haber ingresado a ella, y seguía siendo trabajador.

Había una serie de irregularidades y anomalías con las cuales, un grupo de trabajadores no comulgábamos, así que hicimos un movimiento llamado “Movimiento para el rescate y desarrollo de la cooperativa Excélsior”, a través de éste, pretendíamos conservar nuestra fuente de trabajo y conservarnos como una empresa social.

Nuestro diario había tenido muchísimos medios, como la primera de noticias que había desaparecido ya, o la revista Plural, dirigida en su momento por el propio Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura entre otras publicaciones abandonadas por la cooperativa. Sin embargo, cada que se cerraba un medio, no se liquidaba a la gente. Entonces para el año 2000 cuando yo llego a la dirección general después de un proceso completamente transparente, llegamos a la conclusión de que el periódico no podía seguir siendo administrado de una manera tan limitada.

En Excélsior había, por ejemplo, una Agencia de información, la Agencia Nacional de Excélsior (ANE), que tenía tarifas con 25 años de atraso y nunca se habían actualizado, de modo que al dar un servicio a pequeños medios de provincia, había clientes que nos pagaban 23 pesos al mes, cuando ellos recibían 180 notas al día. El problema consistía entonces, en la mala administración del periódico.

Teníamos también unos terrenos obtenidos del gobierno de Guerrero en lo que hoy es Punta Diamante. Las escrituras eran de 1953, y nunca nadie se había parado por los terrenos y había dicho “estas escrituras amparan que los predios son de la cooperativa”. Y como esas, pues un sinfín de irregularidades y anomalías.

Ya se habían hecho varios ensayos de asamblea donde colegas y compañeros de la cooperativa querían cambiar la mesa directiva y no se había logrado. Pero en octubre de 2000 cuando llegamos a esta asamblea, quienes encabezábamos el movimiento (que éramos varios) sabíamos que si las cosas no salían bien nosotros íbamos a estar fuera del periódico como le había ocurrido a otros compañeros. Sin embargo, al interior de la cooperativa había mucha inconformidad, mucha injusticia.

“¿Cómo permites que una vieja te mande?”

Sepúlveda Ibarra y yo éramos compañeros en muchas giras de presidencia. Él era el suplente del titular de la fuente por el matutino Excélsior, Salvador Martínez García; yo era la reportera de la fuente presidencial por el vespertino Últimas Noticias Segunda Edición, entonces Salvador Martínez, iba a entrevistar al presidente de México, y a mí me tocaba entrevistar al otro presidente, al presidente del país al que llegábamos.

Con Sepúlveda la relación comenzó porque éramos compañeros de fórmula cuando el titular de la fuente Salvador Martínez estaba ausente. La relación con Sepúlveda fue buena, la cuestión es que él y yo competimos por la dirección general del periódico, en las urnas me eligieron a mí, y él quedó en una situación muy dolida, como muchos mexicanos que no saben perder una elección, y él personalmente expresó:

-Les voy a hacer la contra.

Se lo dijo al presidente de Administración que era Rafael de la Huerta, y lo cumplió. Uno de los argumentos de Sepúlveda era decirle a los compañeros:

-¿Cómo permites que una vieja te mande? ¿Cómo permites que una mujer te mande? ¿Qué en tu casa tú permites que tu vieja te mande?

Y eso fue lo que él consiguió.

Periodistas como Alfredo Jiménez atribuyen a la soberbia y la competencia por el poder de ambos directivos (Sepúlveda Ibarra y Guevara Santibáñez), que el rescate de Excélsior no pudiera ser completado; y también a las acciones de Regino Díaz Redondo para regresar a la dirección del periódico, la destitución de Rafael de la Huerta como presidente del Consejo de Administración.

El 15 de noviembre de 2001 la periodista Patricia Guevara fue suspendida como directora general del periódico Excélsior, el argumento fue: la incapacidad demostrada por la periodista al aceptar la injerencia de intereses ajenos dentro del diario. Esto, debido a que poco tiempo antes, la exdirectora había concedido un espacio para derecho de réplica al empresario petrolero Romero Deschamps, después de haberse publicado notas en su contra.

Sin embargo, el derecho de aclaración era una de las características de Excélsior, pues ya se había concedido antes a personajes como Onésimo Cepeda (obispo de Ecatepec) o al expresidente Miguel de la Madrid, así que Patricia Guevara atribuyó su destitución a la violación de la ley de imprenta y transgresión al derecho de réplica por parte de periodistas como Armando Sepúlveda.

Guevara Santibáñez había presentado al Consejo de Administración una denuncia contra Juan Gerardo Reyes Villanceca, coordinador de publicidad del diario, por presuntos malos manejos sobre la venta de publicidad. Los integrantes del Consejo le habían prohibido emitir la denuncia y, pese a esto, ella procedió, por lo que su posterior suspensión, la refirió a un “ajuste de cuentas”.

El 27 de diciembre del mismo año, la asamblea de cooperativistas ratificó la suspensión de la exdirectora de Excélsior, nombrando a Armando Sepúlveda como único director y destituyendo además a Rafael De la Huerta como presidente del Consejo de Administración. Su lugar, lo ocuparía en enero de 2002 Jaime Contreras, quien fuera encargado de lanzar la convocatoria para la venta del periódico a la iniciativa privada.

Finalmente el 30 noviembre de 2002, se acordó la venta de Excélsior por 150 millones de dólares al grupo de inversionistas MJ y asociados, presidido por Miguel Aldana Ibarra, así se disolvía una cooperativa que en algún momento vio la esperanza de un rescate en manos de periodistas y gente honesta.

¡No hay periodistas especializados!

Mi perspectiva acerca del periodismo mexicano actual, es que debe ser especializado. Hay demasiada información genérica que no contribuye a formar una opinión de los ciudadanos, y mucho menos de los jóvenes; hay un universo enorme de opciones, pero no se especializa prácticamente nada.

Por ejemplo, los deportes son una sección en casi todos los medios, sin embargo, dentro de los deportes debería haber una sobre especialización. Para ponerlo en términos académicos: el deporte es una categoría, y el volibol, el futbol, el americano, o la natación, la esgrima, el yudo, etc., son subcategorías, y curiosamente no hay especialización.

Otra cuestión que se maneja mucho es el periodismo científico, por ejemplo, nosotros hacemos periodismo que tiene que ver con ambiente, con ecología, con cambio climático, con biodiversidad, con sustentabilidad, y si observas, los medios prácticamente no manejan el tema, y no lo manejan, pues ¡porque tampoco hay periodistas especializados!

Los retos siguen siendo iguales para nuevos y para viejos

Yo creo que para los nuevos, los intermedios y los viejos, los retos siguen siendo los mismos. Hay muchas anomalías en los medios, hay muchos intereses económicos, muchos intereses políticos y a veces esos se vuelven los propios obstáculos en los retos. Y sobre todo la relación humana: muy pocas veces nos enseñan en las universidades, en las escuelas o en las instituciones que lo más difícil de un trabajo no es el trabajo en sí, sino mantener una relación humana armónica.

En cuanto al tema de la censura, yo no sé si le puedo llamar tal cual, a mí el término em realidad no me gusta. Para mí la censura existe cuando no hay la responsabilidad social que debe existir para manejar un tema.

Por ejemplo, el cambio climático, es un problema que nos afecta a todos; sin embargo, si yo manejo la información, de una manera, digamos alarmista, y lo pongo entre comillas, el auditorio se va a asustar, si yo manejo la información de una manera, comillas, objetiva, comillas, la gente no va a reaccionar. Entonces si a eso se le llama censura, yo en realidad no comparto el concepto, en los términos de “impedirme transmitir algo, o de impedirme decir algo”.

Yo creo que hay que saber siempre, encontrar la palabra correcta, para transmitir la información, para difundir la información, para publicarla en términos que despierten interés, pero que no provoquen la zozobra, la intimidación, o el temor. Yo no comparto el término censura en el sentido de que me va a hablar un funcionario de la Secretaría de Gobernación, o en este caso que estoy manejando información de recursos naturales, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para decirme “no presentes tal o cual información”.

Es decir, si yo tengo un dominio del lenguaje con el cual puedo transmitir la información sin causar alarma, no tengo porqué censurarme ni autocensurarme.

Mi pasión por los temas ambientales

Las ideas por el cuidado de la naturaleza y la mitigación del cambio climático se van formando desde que yo era niña. Por ejemplo, veía los desbordamientos del río cercano a la casa de mis padres. Este río es muy profundo, las zonas menos profundas o más altas tienen catorce metros de profundidad, entonces, ese río era navegable cuando yo era niña, pasaban barcos de alto calado, que hoy no pasan por una cuestión de economía que hemos desaprovechado.

México, con sus afluentes y sus ríos podría tener un gran tránsito de barcos para el traslado de productos, y en México no se producen barcos cuando, en mi época de niña, se producían. En el pueblo había un muelle donde había arreglo y mantenimiento de barcos que hoy no hay.

Con el desbordamiento muchas reses morían, porque se las llevaba la corriente de agua. Hoy, a tantos años de distancia, los desbordamientos de los ríos siguen dándose, sólo que la población es muy superior a la que existía hace veinte, treinta o cuarenta años. Es decir, antes morían una o dos personas, tres, cinco; hoy mueren decenas. Y si no mueren, quedan sin sus propiedades, lo cual genera un problema de economía muy severo para esas familias.

“Nosotros no tenemos moscas de ese tamaño”

El proyecto de la FAO para el desarrollo del Trópico Húmedo consistía en llevar asistencia técnica a la gente que vivía ahí (en el Trópico Húmedo). Esta zona era pantanosa, movediza ¿por qué? porque hay una gran cantidad de agua. Entonces la gente sembraba, y sus cultivos se echaban a perder.

Así que la idea era llevar asistencia técnica a la gente, enseñarle a medir ya las consecuencias del cambio climático, que no era un término que se utilizaba, sin embargo, la situación y la condición ya estaba presentes. Entonces llevábamos información de cómo sembrar, qué productos sembrar y cómo cosechar con ciertas técnicas.

En este equipo había una trabajadora social, un sociólogo, un comunicólogo que era yo, y otras especialidades (un administrador público, un ingeniero agrónomo etc.), y recuerdo que en una ocasión, un sociólogo creó un mecanismo de enseñanza al grupo de personas reunidos para escuchar.

Estábamos en una zona conocida como el Zapotal, donde había muchas moscas, y entonces el sociólogo en una gran cartulina dibujó una mosca, pero la dibujó del tamaño de la cartulina, qué te puedo decir, eran de cuatro por seis metros ¿no? Entonces teníamos a todo el auditorio, y después de varios minutos de explicaciones por parte del sociólogo, tímidamente un campesino le dijo:

-Oiga, pero nosotros no tenemos moscas de ese tamaño

Se daba uno cuenta del bajo nivel de educación de la gente, pues no puede entender que lo que está en la cartulina es una representación. Y, desafortunadamente, esos niveles de educación los seguimos teniendo hoy, veinte años después.

A mí ese trabajo me dejó muchas satisfacciones, primero, porque éramos un grupo interdisciplinario, y teníamos que tomar las decisiones por consenso, analizadas, discutidas, evaluadas; y aportar cada uno, como una teoría de conjuntos, los puntos de vista y ver en qué momento se entrevera una profesión con otra. Por ejemplo, en el caso de la mosca yo le decía al sociólogo desde el principio

-Sociólogo, porqué no dibujas muchas mosquitas en la cartulina. Eso a la gente le va a representar mejor, o porqué no dibujas un trozo de carne con las moscas encima, eso a la gente le va a dar mucho más comunicación, a dibujarle una enorme mosca, y que a la gente no le diga nada.

Y aprovecho para comentar que hoy, todavía es muy difícil contratar a comunicólogos o comunicadores en Instituciones, porque todo mundo asume que es muy fácil comunicar. Pues sí a lo mejor es muy fácil comunicar, pero comunicarse bien, y retroalimentarse es otro boleto.

El proyecto de los cuarenta millones de árboles

Patricia Guevara se caracteriza por ser sembradora de árboles en la delegación Benito Juárez, en donde radica, así como en la casa “Quinta Colorada” en el Bosque de Chapultepec, y en Veracruz, su estado de origen.

Este ideal nace de darme cuenta que si a la gente le estorba un árbol, lo tira, lo quita, y no se da cuenta lo que el árbol representa para su vida. El árbol puede vivir sin nosotros, nosotros no podemos vivir sin los árboles, y es algo de lo que todavía no se toma conciencia.

El gran problema es que suelen sembrarse árboles que no son las especies nativas de la región, eso se llama especie endémica, es decir, que es propia de la tierra. Hoy hay sequías en sitios donde antes había mucha agua, o hay mucha agua, donde antes había más tierra ¿por qué? Pues porque se están eliminando especies típicas, endémicas de cada región.

El proyecto de la siembra de árboles se da porque yo estoy convencida de que si cada uno de nosotros siembra una árbol, tendríamos cien millones de árboles, pero no hay que sembrarlos como lo dice el gobierno: “Este año vamos a sembrar cuarenta millones de árboles”.

Óyeme pues yo no veo ni cuarenta sembrados, ¡olvídate de los cuarenta millones, siembra cuarenta! pero si tu, de esos cuarenta vas a conservar treinta y ocho. Si tú siembras un árbol cerca de tu casa o aquí en un jardín de la Facultad, lo vas a ver, y al pasar vas a decir “ése árbol yo lo sembré” ¿tú crees que cuarenta millones de árboles no se notarían? sí se notarían.

Para la nueva ruta del metrobús que se está haciendo ya se arrancaron una infinidad de árboles, no han sembrado los que supuestamente son de reposición, y aparte no se tiene la protección para no generar tanto polvo, tanta tierra. Estamos mal ¿no?

Este proyecto lo hago de manera individual, yo voy, compro mi árbol, veo qué especie es la que corresponde a la zona donde lo voy a sembrar, lo compro y lo siembro, claro, tengo que notificarlo a la delegación, porque si no, no te dan permiso de sembrarlo.

La meta del planeta, un gran logro

La Avenida Reforma está repleta de altos edificios, los cuales la hacen ver fastuosa y elegante, sobre todo por la noche, cuando la exageración en los alumbrados compite contra la oscuridad.; pero son estos mismos edificios los que transmiten una sensación de confianza. Al cruzar la avenida, un edificio enumera en sus paredes una lista de estaciones radiofónicas apenas visibles por la altura; al avanzar, se notan los edificios de El Universal y Excélsior.

Las indicaciones han sido adecuadas: saliendo del metro Hidalgo con dirección hacia la Diana Cazadora caminar dos cuadras; la dirección, Reforma número 56, casi esquina con Donato Guerra; y entre un Banco y una tienda de compras rápidas, ahí se encuentran las instalaciones de Radiorama.

Patricia Guevara conduce actualmente el programa de radio La meta del Planeta, transmitido todos los martes y jueves de siete a ocho de la noche por el 1380 en AM y por www.romántica.com.mx.

En el estudio, Ximena, Naím y Luis, los aventureros, como Paty Guevara los ha llamado, hablan sobre el proyecto Clipperton, que consiste en viajar a la isla francesa e instalarse ahí por algunos días para explorarla, desde las perspectivas científica y artística, y a su regreso llevar a cabo múltiples actividades que creen conciencia sobre la conservación de los espacios naturales, poniendo como ejemplo la isla.

Desde la cabina de control, el operador y las productoras del programa opinan sobre la voz de cada invitado: “Luis tiene buena voz, pero está nervioso, díganle a Ximena que se acerque un poco más al micrófono…”. Y todos comentan también sobre el tema del día.

Este proyecto tiene muchos años conmigo, yo lo había propuesto a muchas estaciones de radio y no me lo habían aceptado, felizmente ahora lo tenemos al aire, con muchas dificultades porque todavía no hay los recursos suficientes para mantener este tipo de programas al aire, pero son obstáculos que podemos superar. Por fortuna comenzamos con un sólo día a la semana, hoy tenemos dos, y por supuesto, vamos a continuar.

En cuanto a mis colaboradores en La Meta del Planeta, debo decir que Federico Cánovas es también un apasionado de los temas ambientales, con él conduzco el programa, y tenemos como productores a Ice Argumedo que es egresada de esta Facultad, a Sören Fernández, también interesado en los temas ambientales, y a Danita García, con ella hay una relación familiar, pero independientemente de eso creo que ha dado muestras crecientes de su capacidad para abordar los temas.

También tenemos en la Coordinación de invitados a Mariela Cházaro, que ha manejado desde temas ambientales hasta financieros. Nosotros surgimos como periodistas manejando información general, y ahora, en seis o siete meses que tiene el programa, hemos entrevistado a los embajadores de Noruega, Bélgica, Suecia, al ministro de asuntos del medio ambiente de Francia, y a otros, pero es impresionante que no hayamos podido entrevistar al secretario de Medio Ambiente de nuestro país.

Al embajador de Noruega le mandamos un correo, y él personalmente me llamó a mi número de teléfono. ¿Qué pasa? No es posible que un embajador no tenga agenda, o sí tiene, pero la tiene ordenada ¿no? En la noche todavía hablé con el vocero del secretario del Medio Ambiente y me dijo:

-Es que no tiene tiempo

No es posible que no tenga tiempo para una entrevista. Entrevistamos nosotros aquí, al creador y fundador del semillero global en Roma, él dijo

-A las cinco, tiempo de Roma, les doy la entrevista- es decir, a las diez de la mañana de México.

Al uno para las diez de la mañana de México le llamamos, y él personalmente contesta el teléfono y diciéndonos:

-Estoy en la mejor disposición

El semillero global, es un contenedor, donde hay una gran variedad de semillas de cada uno de los países, que están ahí, protegidas y salvaguardadas en caso de que el planeta tenga una conflagración mundial. Ahí hay un reservorio.

Otros países promueven sus obras, nosotros tenemos recursos naturales

No visito Veracruz con mucha frecuencia, pero tengo familiares tanto en el puerto como en la capital, y me encanta ir allá, pues es uno de mis cuatro Estados favoritos. Recuerdo que en una gira, empresarios de Hamburgo, me parece, le pidieron al presidente que en ese momento era Carlos Salinas, comprar el Estado de Veracruz por la riqueza que entraña el lugar.

Imagínate, México maneja en sus puertos nacionales, en Veracruz, Topolobampo, Manzanillo, etc., 500 o 600 mil contenedores de productos de importación y de exportación, Hamburgo maneja 700 mil diarios, y es un puerto, creo que exagero si digo que de la mitad de toda la costa veracruzana.

Mis abuelos paternos vivían en Puebla, aunque la familia por parte de mi madre es de Oaxaca, por fortuna, porque eso me permitió conocer también desde muy niña Puebla y Oaxaca.

En cuanto a la riqueza de otros países, diré que, por ejemplo, Francia y España son los de los países que más reciben turistas al año, sólo que ellos promueven mucho sus obras, no sus recursos naturales, porque no tienen la riqueza ni la biodiversidad de México. La gente que quiere ir a Francia, lo hace para subirse a la Torre Eiffel, que se construyó hace poco más de cien años, y es una estructura de acero que los franceses venden muy bien, pero es una obra construida por los seres humanos.

Francia no tiene los volcanes, los ríos, la flora, o la fauna que tienen nuestros Estados de Oaxaca, Veracruz, Michoacán o Chiapas. Tú vas a una playa en verano a cualquier país de Europa, y la playa no tiene las arenas de las playas mexicanas, ni su mismo clima. Si tú vas a Mazatlán, la temperatura del agua (que ahora ya es diferente por el cambio climático) tenía una temperatura de 21 o 22 grados, cuando en Europa en verano, el agua tiene una temperatura de 16 o 17 grados. Entonces, yo creo que México tiene muchas posibilidades para salir adelante, y lo han conseguido muchos países como China, Brasil, India, lo consiguieron hace veinticinco años los llamados tigres asiáticos, Corea, Singapur, Japón, pero nos falta organización.

Si no lo hace un panista, no lo apoyan

Sí le hemos propuesto un proyecto al gobierno, de hecho tenemos la presentación de la potencialidad del programa, pero no saben ejercer los presupuestos, y en este caso del gobierno federal en el que hay panistas, si no lo hace un panista, no lo apoyan, y así es con todos los partidos políticos.

Y a mí la verdad no me interesa y nunca me ha interesado pertenecer a un partido político, creo que no tengo por qué afiliarme a ninguno para conseguir un trato, ya me pasó que me pidieron afiliarme a un partido para conseguir una posición y dije “!No! prefiero quedarme sin la posición”.

La meta es hacer labor de concientización

Yo soy una apasionada de los temas ambientales, siempre lo he sido. Estoy convencida de que si cada uno de nosotros toma una acción sencilla como decimos en el programa, podemos generar grandes colectivos, no queremos sembrar cuarenta millones de árboles, queremos que cada uno de nosotros siembre uno, y que se responsabilice de él.

Creo que difícilmente regresaré a ejercer el periodismo general, me quiero especializar en cuestiones ambientales y creo que la meta es hacer labor de concientización, yo insisto mucho en las acciones individuales para generar grandes colectivos, y creo que lo estamos consiguiendo.

En un par de semanas tendremos a niños invitados que van a estar escuchándonos en el programa, y vamos a generar conciencia. Mucha gente dice “hay que trabajar con los niños” pues sí, pero si los niños ven que tú fumas y tiras la colilla en el piso, tiras la basura en el suelo, o no separas la basura, pues están aprendiendo eso, tú les dijiste una cosa, pero ellos aprenden lo que ven.

Mi mayor reto es haber sido madre

Desde la cabina, Danita García da instrucciones a Paty Guevara para llevar el programa. En uno de sus carteles pueden leerse las siguientes instrucciones:

-Cápsula Ice Océanos

-Corte, regresamos

-Saludos

La locutora parece haber entendido bien, de modo que sigue los puntos con el mayor profesionalismo, conduciendo con una voz perfectamente modulada, que todo mundo le resalta y admira.

Y en tanto continúa la entrevista en el estudio, Danita lee algunos mensajes enviados por el público, orgullosa del número creciente de amigos que siguen el programa desde la red social de Facebock.

Dana no es Dana, es Danita, como Benita o como Benito. Se llama Danita, tengo el privilegio de ser su madre, y trabajamos juntas como trabaja cualquier familia que quiere crear una empresa. Nosotras creamos una empresa para hacer el programa (la empresa llamada Medios y Modernidad, que permite transmitir el programa La Meta del Planeta con un menor presupuesto), ella es mi socia, es mi amiga, y es mi hija.

Todos los días tengo un reto muy grande, pero en mi vida personal ese reto ha sido mi papel de mamá. Dana es mi hija pero tengo otra, no es la única, y no es Dana es Danita (se ríe), mucha gente piensa que es Dana pero no, es como si se llamara Benita, o sea, no le dices Bena, le dices Benita, ella se llama Danita (continúan las risas); mi mayor reto fue haber formado ciudadanos de bien, ciudadanos responsables y comprometidos.

No se trata de ser el mejor, sino de mantener buenas relación con la gente

En su cápsula, Ice habla sobre la importancia de los océanos para la vida marítima, así como la propuesta de no tirar basura ni contaminar el agua. Ella ha colaborado en muchos proyectos de Patricia Guevara, la acompaña a conferencias y demás actividades de índole comunicativa, formando un eficiente equipo de trabajo.

Tuve muy buenos profesores pero he tenido mejores alumnos, por ejemplo, Ice fue mi alumna aquí en la Facultad y hoy tengo el gusto de trabajar con ella. Recuerdo que cuando fue a la sala de prensa de Pemex, hizo un muy buen trabajo, y me dijo: “Yo quiero trabajar con usted en algún momento”.

En el tiempo en que le daba clases también acudimos de visita a un medio, y como yo siempre les digo a mis alumnos “ese día aprenden mucho más que en todo el semestre”. Entonces al terminar la visita al periódico El Día, Ice me dijo:

-Reitero lo que le pedí, quiero ser su alumna toda la vida

Y yo le dije:

-Bueno Ice pues muchas gracias, si hay alguna oportunidad, yo te llamo

Entonces en alguna ocasión, ya estando en la delegación Iztapalapa, le llamé, y le dije

-Oye hay una oportunidad-, y me dijo – la tomo-

Te estoy hablando del 2005, creo, entonces lleva conmigo cinco años trabajando, y hemos trabajado juntas Iztapalapa, Asamblea, INFO, todo. Y tenemos una excelente relación personal.

Creo que yo me defino así, a mi no me gusta tener pleitos ni problemas con la gente. En Excélsior tuve una compañera, a la cual no le caía bien, ella era muy buena reportera, y cuando yo llegué a la dirección de este diario, en alguna ocasión coincidimos en un evento y me dijo:

- Mira vieja, tú y yo, nunca vamos a ser amigas

- Pues porque tú no quieres Martha

- Pero me pongo de pie, porque hayas podido hacer lo que hiciste en Excélsior, porque muchos quisimos cambiar las cosas y no pudimos

Y hoy Martha y yo no somos amigas, pero yo siempre he reconocido a Martha como una excelente reportera y como una extraordinaria periodista, y digo, no somos amigas porque tú no quieres. Y yo creo que eso, y siempre lo he dicho, lo más difícil de trabajar, y de estar en una posición, no es el trabajo ni el reto que representa trabajar, sino mantener una buena relación con la gente, eso sí es muy difícil, y al parecer nunca nos lo enseñan, bueno, no nos lo enseñan ni en la casa, ni la familia nos lo enseña.

Hoy afortunadamente tengo extraordinarios amigos, mira, tengo un alumno al cual le di clases en 1977 ó 78, y hoy me manda correos y me pone “querida maestra”; en ese año también le di clases a Roberto Rock, quien fue director de El Universal, estuvo de corresponsal en Washington o Nueva York ¡y fue mi alumno! La verdad, no estoy triste, como dice el poema “no me debe nada la vida” ni le debo nada, ella y yo estamos en paz, no tengo arrepentimientos.

Nunca he perdido mi esencia

Me deja una gran satisfacción el haber podido, y el poder seguir haciendo comunicación y periodismo. Es una gran satisfacción el poder transmitir todos los martes y jueves un programa, en el cual, por supuesto ha habido errores y fallas, pero están o fuera de nuestro alcance, o por error humano, finalmente yo me siento muy feliz de ser un ser humano, y si meto la pata, pues la meto y digo “qué bueno que la metí” ¿no? porque aprendo de los errores.

Creo que he hecho todo lo que he querido hacer, tengo todavía muchos proyectos, pero como siempre digo “lo que hicimos, ya lo hicimos” y ya no podemos andar sobre eso, ya acabó, por supuesto es un suspenso, pero ya pasó.

Me defino como una persona que nunca ha perdido su esencia, soy soñadora, soy idealista, me gusta el equilibrio, no me gusta decir justicia porque creo que es una palabra ya muy gastada, entonces, me gusta el equilibrio, me gusta la armonía, soy creo que un poco perseverante, y si me trazo un objetivo, saco todas las baterías hacia la construcción de ese objetivo

Considero que se pueden hacer muchas cosas, primero si se tiene una vida organizada y segundo, estableciendo prioridades. Yo tuve la fortuna de estar casada con un periodista, y había muy buena relación, éramos una pareja muy bien avenida, entonces, había mucho entendimiento mucha comprensión si yo o él teníamos que salir de gira. Siento que hicimos una muy buena relación tanto en lo personal como en lo profesional.

Eso es lo que sigue

Tengo una colaboración en El Financiero, estoy en el portal latinocalifornia.com que es de una periodista mexicana que lo creó en Los Ángeles, donde tiene muchos años viviendo, María Luisa Arredondo, y probablemente tengamos una editorial. Los temas serán: ambiente, cambio climático, ecología, biodiversidad, etc. Eso es lo que sigue.

Me faltan muchas cosas por hacer, quiero hacer el doctorado, pero primero quiero concluir la maestría, no tengo el grado, tengo que hacer la tesis, voy en ella, llevo un capítulo (risas), es una tesis sobre lo mismo, sobre comunicación, pero tengo la ilusión de hacer algún doctorado y a ver si en algún momento aprendo algo de comunicación y quiero seguir, me gusta la academia, pero también me gusta el ejercicio de los medios.

Eva Patricia Guevara Santibáñez encierra en sí, múltiples facetas de quien podría considerarse una mujer entera: ha sabido llevar a la par y de forma inteligente su carrera profesional y su vida personal, en cuanto a ésta última ha sido hija, esposa, madre y amiga, y en el ámbito profesional, supo desempeñar con el mismo coraje, las funciones de reportera y de directora.

La jovialidad y la aventura, son dos características imperantes en la periodista, no está de más mencionar su atención y accesibilidad para quien requiera de su conocimiento, experiencia, consejos u órdenes, pues también sabe ser imponente y autónoma. Pero sin duda, fueron siempre su determinación y sus ganas de salir adelante, los que la llevaron a posicionarse como lo que es hoy, un ícono del periodismo femenino en nuestro país.






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