SIGLO INTERMINABLE: CELEBRAN CON LA OFUNAM EN LA SALA NEZAHUALCÓYOTL

  • Magno concierto, parte de los festejos por los 100 años de la Universidad
Por Abigail Saucedo
México (Aunam). La extensa fila de personas con rostros de orgullo y expectantes, dentro del Centro Cultural Universitario, se formó desde las 16:00 horas, pese a que la cita era sesenta minutos más tarde, fue 22 de septiembre, día del aniversario de la Máxima Casa de Estudios.

En punto de las seis de la tarde el acceso a la sala quedó libre, las puertas se abrieron para recibir a decenas de individuos que mostraban satisfacción por pertenecer a la UNAM y estar presentes en el festejo.

En pocos minutos, la sala de conciertos más grande de Latinoamérica, la Nezahualcóyotl, quedó colmada de jóvenes y adultos con el espíritu universitario en las venas. Diversos vestuarios modelaron entre las butacas, desde los famosos pantalones de mezclilla, tenis y playera, hasta los elegantes trajes con corbata y delicados vestidos con zapatillas.

“Tercera llamada y comenzamos” dijo la voz tras el sonido de aquel lugar, la cual segundos después pidió al auditorio ponerse de pié para entonar el Himno Nacional acompañado por la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) y la unión coral de diversas facultades. La primera ola de aplausos resonó al término de este emblema nacional.

El Goya no se hizo esperar el rector José Narro subió al estrado para ofrecer un discurso conmemorativo por los 100 años de la Universidad. Cuatro jóvenes extendieron una manta y gritaron consignas que fueron acalladas por abucheos y otro firme Goya.

El rector recordó a varios de los más reconocidos egresados de la UNAM y enfatizó su agradecimiento a las personalidades que asistieron al evento, tales como Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México y a algunos jugadores Pumas.

“Para nosotros el futuro ya comenzó, la UNAM del porvenir la construimos hoy”, añadió Narro Robles, mientras un nuevo Goya y aplausos enmarcaban el fin de su elocución.

Así fue como se inició el concierto, la orquesta removió tejidos mexicanos al interpretar la conocida Marcha de Zacatecas, y continuar con Dios nunca muere.

A pesar de que estas canciones cimbraron el interior de los congregados, lo cual se notó en el estallido de aplausos, el estreno mundial de la Sinfonía 4 “Conmemorativa”, obra compuesta ex profeso para esta celebración, puso de pie al público para ovacionar al autor, Federico Ibarra, al director del Coro Universitario, Arturo Salvadores, y por supuesto, a la OFUNAM.

Los festejos, que se realizaron durante todo el día, concluyeron con la interpretación del Huapango y con vítores para honrar a quien lo merece: la Universidad Nacional Autónoma de México.




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