VISITA LA BIG BAND JAZZ SUTM A LA FES ZARAGOZA

Por Beatriz Guadalupe Hernández Rodríguez
México (Aunam). La música resonó aún más fuerte, la gente comenzó aplaudirle ya no sólo a la orquesta Big Band Jazz SUTM, sino también a una pareja que se había levantado a bailar al ritmo de la música, al ritmo de mambo; las palmas acompañaban los tiempos de la canción, las risas y los movimientos de hombros y pies en la demás audiencia parecían una escena de película, en donde se conjunta la música y el gozo de la gente para crear una fiesta en cierta comunidad donde el tocar y bailar es una pasión.

Eran las tres de la tarde en punto y en la explanada frente al edificio de gobierno del campus uno en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, se oyó la canción Mack the Knife de Kurt Weill, misma con la que se abrió el evento La música vive en la Universidad.

Mack the Knife se desarrolló en los primeros minutos después de la presentación de la agrupación por parte del Departamento de Actividades Culturales. Una lona cubría parte del escenario y de la explanada en la que cerca de ochenta sillas esperaban ser ocupadas para el disfrute del evento.

Al término de la primera canción los aplausos no se hicieron esperar y el arribo de más audiencia tampoco. Con el paso de veinte minutos las sillas fueron ocupadas en su totalidad y, alrededor de las mismas la gente se comenzó a parar para escuchar las canciones de Big Band de la Escuela de Estudios Superiores de Música del Sindicato Único de Trabajadores de la Música (SUTM).

Los rayos del sol eran fuertes, la temperatura elevada y el bochorno en el lugar hicieron que la gente se dispersara un poco, la sombra de la lona no podía cubrir a toda la audiencia que ya se había concentrado en la explanada para escuchar la música de Big Band Jazz bajo la dirección del maestro Elías Ochoa Macías.

Las jardineras más próximas, con árboles dadores de sombra fueron las más solicitadas por la comunidad universitaria del lugar, ya que así la posición que se podía tomar variaba, desde estar parados, sentados o recostados en el pasto con las cosas personales a un lado.

Los pasillos de los edificios vecinos fueron otra opción para los estudiantes, que salían un momento de sus aulas para escuchar la música, parecían balcones que habían aguardado tal asignación de término hasta ese momento, en el que las baladas, mambos y popurrís llegaran al lugar a compartir su gozo con toda la comunidad del lugar visitado.

Entre la audiencia que se encontraba sentada frente al escenario, bajo la sombra de la lona, se hallaban cuatro jóvenes muy animados, los cuatro de aproximadamente veintitrés años aplaudían con fuerza al final de cada interpretación por parte de la orquesta, se movían al ritmo de la música mientras ésta se tocaba y gritaban “¡otra!” si les había gustado la canción.

Tomaron fotografías y un video del momento. Un joven de lentes negros y playera naranja con mangas largas y cuello de “tortuga” era de los más animosos en el lugar, llegó a pararse de su asiento para aplaudir, se movía con cada melodía interpretada y compartía risas con sus tres acompañantes. Así, durante más de una hora, 15 canciones se escucharon resonar en la FES Zaragoza, campus uno.

La orquesta Big Band Jazz STUM fue fundada en el año 2006 bajo la dirección musical de Elías Ochoa, mismo que la ha acompañado durante sus presentaciones, de las que destacan: la participación en el programa de televisión Los mejores Músicos, un concierto en el Zócalo de la Ciudad de México y una más para la empresa de pianos Petroff, en 2008. Para el 2009 se presentó en las Festividades Culturales de Aniversario del Municipio de Chalco. Una agrupación que se a consolidado dentro del género Jazz.

Las primeras cinco canciones fueron sin voz, sin letra, pero ya de la sexta a la décima la voz de Maricela Cuesta acompañó el trabajo de los dieciocho músicos. Para el “Mambo Universitario” los ánimos mejoraron, la participación de la audiencia, aunque un poco tardía, despertó y comenzó a acompañar la música con palmas, a cantar y hasta bailar.

Eran las 4:04 pm y el anuncio del fin del evento se manifestó por parte del director musical, pero así también se oyó la respuesta de la comunidad ahí reunida, pidiendo “¡otra, otra, otra!”, las risas y aplausos de los espectadores convencieron a la orquesta que sólo interpretó una canción más de Thad Jones, se despidió y se levantó de sus asientos, para estirarse un poco y recoger sus instrumentos.

Con una sonrisa en el rostro la gente entendió, y en pocos minutos las sillas habían sido desocupadas. Así se llevó a cabo el evento La música vive en la Universidad, muestra de que en una institución donde sólo se imparten carreras científicas el disfrute por el arte vive, y que la comunidad universitaria se forma y conoce de ciencias, artes y humanidades.








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