SHE'S LIKE A RAINBOW

Por Rodrigo Neria Cano
México (Aunam). El sol comienza a ocultarse, el cielo se tiñe de cobre. Siguen los gritos, los aplausos, las porras, Reforma e Insurgentes quedaron atrás. Desordenada, entra la comitiva a la explanada del monumento a la Madre, algunos buscan un lugar para sentarse y descansar. Llegan unas chicas a ofrecer aguas y refrescos por cinco pesos. Las gargantas están secas y cansadas; el Arcoiris, comienza a desvanecerse junto a luz del sol.

¡Soy Lesbiana!

Fue un recorrido corto, de hora y media, la cita, decían algunos póster’s, era en el Zócalo a las 4 de la tarde. Un grupo pequeño, aproximadamente de 30 personas encabezadas por una banderita multicolor, entró a la calle de Madero y enfiló hacia avenida Juárez. Apenas y se distinguen del resto de los transeúntes, es domingo y la que algún día fue Plateros esta abarrotada.

– Hace un año éramos muchas, iba una banderota de arcoiris enfrente y aparte sonido.
– Que feo, pensé que seríamos más.

Cruzaron eje central, a lo lejos se veía un mayor número de personas en el hemiciclo a Juárez. Dos policías detienen a una pareja de mujeres y las interrogan:

– ¿Ya son todas las que vienen del zócalo?, ¿Cómo cuantas eran?, ¿ya no vienen más? – Los uniformados se muestran amigables, las mujeres sólo asienten con la cabeza y se apresuran a llegar.

– ¡Estamos aquí para crear un espacio alternativo de información, estamos aquí para defender a la mujer, a las lesbianas. El micrófono esta abierto para todas aquellas que quieran expresarse! La mujer que grita por el micrófono, invita a que las demás hablen.

– Soy la profesora de educación física que no fue a la fiesta de fin de año con su pareja.

– Soy Natalia, soy la lesbiana que de un balazo mató al padrastro de su pareja.

–¡¡Soy Lesbianaaaaa!!

Gritos y aplausos estallan, las mujeres se besan, se toman fotos. Los pocos hombres que hay también se besan. No importa la ropa, no importa el calor, no importa que gente ajena al movimiento las observe de lejos con extrañeza, no importa que los policías les tomen fotos. No importa nada.

La discriminación se asoma

El aire se calienta, hay un leve olor a perfume flotando sobre el hemiciclo. Un hombre se acerca al micrófono, las mujeres gritan, rechazan su presencia.

– ¡No, no, nooooo!
– ¡Hombres no, hombres no!

– Hay más hombres que mujeres, abrimos este espacio para todas las lesbianas, ¿Dónde están?, ¿quieren que un hombre tome el control?- pregunta la mujer que controla el micrófono.

– ¡No, no, nooooo!
– ¡Hombres no, hombres no!

– Verdad que no – dice la voz – este es un espacio para las lesbianas. Por favor compañeros cuando comience la marcha vayan detrás, las mujeres vamos adelante.

Se escucha una rechifla, hay hombres escuchando. – Hay no, todos parejos, en nuestras marchas vamos todos revueltos.- grita una voz masculina, afeminada.

Por un momento hay desorden, todas se acomodan sobre la avenida Juárez, los reporteros caminan rodeando el contingente. Comienza la marchar, comienzan a cantar:
“Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana, Lupe la lesbiana, Lupe la lesbiana, Lupe la lesbiana bajó al Tepeyac”.

A gritar: "¡No que no, si que si, ya volvimos a salir! ¡El que no brinque es puta, el que no brinque es puta! ¡No somos una, no somos cien, pinché gobierno cuéntanos bien!"

La quinta marcha lésbica se aleja. La lluvia de gritos, provoca la aparición de un arcoiris, que acompaña a las mujeres por todo Reforma e Insurgentes.




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1 comentario:

  1. Me encanta el titulo que tiene es interesante y me hace sentir como que estoy en el lugar. La descripcion va mas alla que un simple pensamiento, el autor transforma todos los sentidos comunes y lleva a la persona a la marcha.

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